La amistad tiene muchas capas parte 2Termine de vestirme y pensativa me mire al espejo que había en vestidores, este atuendo deportivo me quedaba raro… suspire con desgana preguntándome ¿por qué hacía esto? Ni siquiera creía en el ejercicio, lo intenté varios meses atrás y no sirvió de nada, y siendo sinceros… estar con matt me incomodaba, se supone que era mi amigo, pero unos días antes tuve un sueño húmedo con él, el golpe que me di me había dejado completamente demente, pero en mi defensa en esos días matt seguía pareciéndome un insensible idiota. De repente oí a dos chicas entrar alegres, me hice la que sacaba algo de mi casillero para no parecer una completa loca que habla con la nada.—Que sería de este gimnasio sin el trasero de Matthew. Ese hombre es el sentido pecado capital, “la lujuria” —soltaron una carcajada al unísono mientras se vestían.—Si te soy sincera, solo me suscribí, por él—Yo oí, que hay algunas pupilas con las que, si se ha acostado, y si eso es verdad, yo s
La amistad tiene muchas capas parte 3—No… tienes razón, tú no eres ese tipo de mujer —abrumada por sus palabras inquirí curiosa intentando no sonar muy interesada.—¿Qué tipo de mujer?—El tipo de mujer intenso que siempre te sorprende, ese tipo de mujer hablo. —En silencio me quede sintiéndome extraña… tal vez porque no recordaba que algún hombre me tratara con afecto, como alguien que lo mereciera realmente.—Ah…—¿Ah…? —inquirió con burla apilando las colchonetas para dejar solo una. —Es lo único que dirás.—Gracias… supongo. —Matt negó con una pequeña sonrisa en sus labios, que no supe cómo interpretar. —¿Entonces que quieres saber? Y dilo rápido porque quiero que calientes primero para observar tu condición física. —indico sentándose relajado mientras se cruzaba de manos.—¡Mi mano, Matt! — propiné alzándola para que la viera.—¿Ah, eso…? Si, que pasa. —Inquirió sin mucha importancia.—¿Como qué pasa? ¡No la vez! — propiné esta vez más cerca de él.—Que bien, ¿no? No te dejará
La amistad tiene muchas capas parte 4Toque mi rostro mientras me dirigía a las duchas con vergüenza, respire hondo aun sintiendo los estragos de los nervios, no podía creer que había sido capaz… era la primera vez que le pedía una cita a un hombre. Todas mis vivencias sobre las relaciones se resumían a Daniel, me case muy joven y prácticamente no convivimos como una pareja que realmente se quisiese, tal vez espere demasiado de algo, solo era un casamiento por compromiso familia. A pesar de que solo fuera una cita de amigos… me sentía como una adolescente a punto de ir a cumplir su sueño, sonreí levemente quitándome toda la ropa, la guardé en mi casillero sacando luego una toalla del gimnasio, regalo de Galaxy. Me cubrí con ella y solté mi cabello frente a una de la fila de duchas. Al abrir la llave del agua no salió, abrir la otra y solo escuché un ruido extraño de las tuberías.—No, no, no…. Porque me pasa esto ahora —murmure en voz alta alterada volviendo abrir las llaves del agua,
Como si me absorbiera—¿Por qué estás evitando a Matt, dime que no te hizo nada estúpido? —pregunto Galaxy sin filtros, sky se detuvo en medio de la mesa dejando la mantequilla.—Eemm… no creo que sea el momento Galaxy para hablar de esto, ¿hoy no dijiste que tenías una entrevista de trabajo Ángela? —sky se sentó y acepte levemente mordiendo una tostada.—Oh, por favor… solo es una pregunta, pero si lo hemos estado viendo todos. Algo paso entre ellos, cada vez que están en una habitación parece que la tención explotara. Ángela hasta lo evita a posta… estoy cansada de esto, Ángela es mi amiga y Matt también me gustaría verlos bien.—¿Ahí viene la mamá pato de nuevo? Seguro que solo fue una discusión entre amigos, ¿no es así Ángela? ¿Ángela…? —agazapé mi mirada en silencio recordando la noche de hace dos días.¶—Lo somos… ¿No lo sabías? La amistada viene de muchas capas. ¿Quieres conocerlas?«No finjas desinterés pequeña loba, puedo sentir tu deseo a kilómetros…»—Q-que… Quien…. H-habl
Sospechas.Matt llevaba unos días con una actitud errática, y ni hablar de Ángela, que parecía por todos los medios evitar la presencia de Matt, ya casi ni venía al gimnasio. ¿Qué diablos había pasado la noche anterior? Me mataba la curiosidad, ¿y si la había asustado realmente…? Lo tenía tan claro como que me llamaba Galaxy Gilinsky, pero ¿cómo le preguntaba para qué soltara la sopa? Matt había estado toda la semana fingiendo estar bien, pero le conocía tan bien… él no era positivo ni alegre a ese punto.—Ya deja de pensar y sigue dictándome las cuentas, quiero salir temprano hoy y tenemos que dejar echo el balance del mes —dijo paúl sacándome de mi ruidosa cabeza.—¿Te has dado cuenta? Algo paso entre esos dos.—¿Y te interesa por fines en pro de nuestra seguridad al ser una Hackett en nuestro territorio, y que posiblemente también sea una loba? O solo porque eres una cotilla inevitable mamá pato que quiere enterarse de todo. —Me quede un rato en silencio mientras me miraba con seri
Asesinos—¿Qué? ¿Cómo pudiste exponernos de esa manera, que te pasa Matt? Tú no eres así, eres descuidado, he irresponsable en algunas ocasiones, pero tu familia… jamás la podrías en riesgo, siempre lo has dicho.—¡Crees que no lo sé, todo lo que he hecho es por nosotros! Y lo sabes Galaxy.—¿Entonces qué diablos paso?—No pude controlarme… Beliat se salió de control como hacía tiempo no me pasaba… —le miré confundida y parecía realmente consternado y ausente.—Matt no te entiendo… en todo caso Ángela seria mitad loba si nuestras sospechas son ciertas, ¿es que acaso no puedes controlar tus instintos?—Como si fuera tan fácil intentarlo, hazlo tú… intenta controlar tu lado salvaje, no es como si tuviéramos un botón, vive dentro de nosotros y lo sabes… —respire hondo, pasando mi mano por mis ojos con desespero.—Me prometiste que no te meterías con Ángela.—¡No le he hecho nada! —increpo enojado.—¡Aun! Si no puedes controlarte es cuestión de tiempo.—¡¿Y cuál sería el problema?! ¡Está
El inicio de una guerra.—¡Matt! ¡No puedo seguir tu ritmo con estos zapatos! — increpé llamándolo, pero ni siquiera se giró para mirarme.—¡Me estás escuchando! —volví a propinar mientras le seguía como podía.—Sí, perfectamente, pero te estoy ignorando apropósito —soltó una carcajada caminando más rápido.—¡Matt! — grité de nuevo enojada. —Deja de ser tan inmaduro pedazo de tonto, tengo que ir a casa mañana empiezo mi primer día de trabajo.—Oh, qué boca tan sucia tiene señorita hacket… que vergüenza. —Grito a lo lejos sin mirarme.—¡Aaaaah! —pegue un grito provocando su fastidiosa risa, me pare en seco y murmure —Voy a matar a ese tonto, lo juro por dios —Mire a mi alrededor buscando algo para lanzarle a esa cabeza hueca, hecha una completa fiera, saque uno de mis zapatos y se lo lancé dándole en toda la coronilla provocando que agachara su cabeza por el impacto, victoriosa celebre viendo como se había quedado parado, se giró hacia mí con una sería expresión, recogió mi zapato y d
A mi lado…«Es él… lo he encontrado por fin» —Él… ¿d-de quién hablas? —murmure temerosa a que me respondiera, pero si preguntaba era porque quería algo…«Ahora quieres hablar… pues yo no quiero escucharte»—Por favor señorita Ángela, siéntese, me gustaría tratar algunos temas con usted —indico soltando mi mano, rompiendo aquella extraña situación que se había formado en el habiente.—¡Si! —dije con demasiado entusiasmo provocando que me mirara con una sonrisa.—Parece que tiene mucha energía, pues seré rápido para que empiece cuanto antes a trabajar. He visto tu curriculum y es increíble…—¿De verdad? —inquirí ilusionada, era la segunda vez que alguien alagaba mi trabajo. —Por supuesto, ¿lo duda…? —indico mientras movía su esfero sobre su escritorio.—Bueno… pensé que tener tantos títulos era inútil si no había gente que me necesitara.—Si… el mundo laboral es complicado, si jamás has ejercido y conseguido experiencia, una buena carta de recomendación. Si no míreme, empezando con pe