—¿Iremos en auto? — le pregunto a Dylan mientras lo veo guardar nuestras maletas en la cajuela—. Supongo que tu casa no es tan lejos de aquí, ¿verdad?—Son alrededor de 17 horas de viaje y, en vista de que vamos a ir solos los dos, serán más.—¡¿Cómo?! ¿Me estás diciendo que vamos a estar todo ese tiempo en incluso en el auto solos tú y yo?—Sí — se limita a responder y miro al Sr. Torres y a Bianca de inmediato.—¿Y por qué no vienen con nosotros? ¿Está bien que solo vaya con él? ¿Eso no es demasiado arriesgado? Digo, no es que no crea en las capacidades de Dylan, sino que uno solo cuidando de mí no creo que sea suficiente...—No tienes nada de qué preocuparte, mi niña. Con Dylan vas a estar segura, si no fuera de ese modo, tu padre no habría confiado en él — Bianca lejos de tranquilizarme, me altera más.—Así es, Srta. Aria. Dylan está capacitado para enfrentar cualquier tipo de situación, así que no tiene que preocuparse. Solo trate de no dar problemas.«¿De verdad todos creen que
El viaje a su casa fue muy largo y silencioso, apenas cruzamos un par de palabras cuando nos detuvimos a comer y a descansar un poco. Dylan no durmió mucho, pues aparte de manejar, fue él quien estuvo al cuidado mío mientras yo lo hacía. Todo el cuerpo me duele, principalmente el cuello y las piernas. Dormir en el auto no es nada cómodo, además de que hacía mucho frío.Dylan detiene el auto frente a una casa de dos plantas muy bonita y me quedo contemplando todo a mi alrededor. Se ve un lugar muy tranquilo, además de hermoso.—¿Vives solo o con tu familia? Nunca te pregunté, pero supongo que tienes una, ¿no es así? — suelto sin pensar y lo escucho resoplar—. Es una casa muy bonita. ¿Naciste aquí?—Es la casa de mis padres — es lo único que responde y asiento con la cabeza, aplastando los labios para no seguir hablando más.«Soy una tonta. Me prometo a mí misma no hablarle más y ahí estoy queriendo sacarle las palabras».—Quédese en el auto.—¿Por qué no puedo bajar contigo?—Tal vez n
—Ya que estamos comiendo, ¿por qué no nos cuentan cómo se conocieron? ¿De dónde eres, Aria?«Su hermana es una chica bastante curiosa, ¿eh?».—A ver, ¿por dónde empezar? — miro de reojo a Dylan, quien se mantiene serio y sin despegar sus ojos de mí.Parece un felino a punto de saltarle encima a su presa ante el más mínimo movimiento que vaya a hacer.—Soy de California. Nos conocimos en una de sus tantas misiones y fue amor a primera vista. ¿Qué les puedo decir? Un hombre tan bello como él arrebata más corazones que vidas — todos ríen mientras nos miran con ojos brillantes—. Aunque fue toda una lucha, logré ganarme su corazón y aquí estamos.—Pero ¿cómo fue? — su hermana realmente está fascinada con la idea—. ¿Cómo se declaró ante ti? Dylan es tan silencioso, reservado y serio, que es difícil hacerme una idea de él declarando amor.—Deberías contarle a tu hermanita cómo me conquistaste con esa boquita tan dulce y esas manos tan... — mis palabras lo hacen ahogar y a su madre le sacan u
DYLANLa tentación fue hecha para comer de ella; pecar una, dos e incluso toda una vida como si se tratara del mayor de los placeres...***Por más que evite no caer en esos ojos tan puros y perversos, basta con que crucemos mirada para que un incesante fuego me consuma lentamente. Por más que trato de no dejarme llevar por lo que esa boquita tan dulce y pequeña dice, mis sentidos se estremecen al percibir su voz en el aire. Ya no puedo retener lo que me hace sentir y de cierto modo me molesta.Me molesta que una niña me provoque tanto, incluso en el silencio, que se mantenga tan tranquila y pacifica sin decir ni una sola palabra, desestabiliza mi paz mental. Y no sé cómo lo logra, pero me mantiene al borde de la locura con cada cosa que hace, dice o se guarda para sí misma.Nunca había sentido tantos deseos de besar a una mujer, de arrancarle la boca a mordiscos, de dejarla sin aliento y beberme por completo su sabor. Pienso constantemente en la forma que quiero callarla y someterla
Entro sigilosamente a la habitación y mis sentidos se activan en modo de alerta al darme cuenta de que Aria no está en la habitación.«Espero que no haya pensado en escapar una vez más estando tan lejos de casa». Tan pronto como ese pensamiento viene a mi mente, lo desecho.Rachel dijo que estaba con mamá haciendo el desayuno y mi hermana puede ser la chica más chismosa de este planeta, pero nunca una mentirosa.Busco mi teléfono en mi pantalón y le envío un mensaje a mi hermanita rápidamente de cumpleaños y me responde con cientos de corazones y caritas sonrientes. Aprovecho para preguntarle por Aria y me envía una foto de ella y mamá hablando y riendo en la cocina.Aria es hermosa. Tiene un rostro perfecto, como si hubiera sido tallado por los mismísimos dioses en persona. Labios rosados y carnosos que además son extremadamente suaves. Sus ojos verdes acentúan su piel blanca y brillan tanto como las esmeraldas. Su cabello rubio en un moño a lo alto y con mechones sueltos no le resta
—¿Qué haces ahí parado como idiota? Ve, por ella, bro.—Sí, ve por ella, hermanito. —Te amo, enana — dejo un beso en la cabeza de Cam y golpeo la cabeza de Rachel antes de seguir sus pasos.Es muy extraño lo que Aria me hace sentir. Me irrita, me enoja y me gusta a la misma vez. Así como deseo no verla nunca más en mi vida, quisiera que esos ojos tan bonitos solo me observaran a mí. No sé si es atracción, deseo, gusto o algo más, pero la chiquilla me jodió desde el primer instante en el que entró en mi cabeza y no supe cómo sacarla de ese lugar que se mantenía sereno y en calma.Entro a mi habitación y desde lo alto de la escalera la veo tendida en la cama boca abajo. Es tan despreocupada como de costumbre, la diferencia es que antes no me fijaba en sus piernas ni mucho menos en lo bonitas que son. Ahora que sí lo hago, no puedo evitar pensar en el sabor de su piel y en el antojo tan grande que es su cuerpo.—Vamos a salir — bajo las escaleras sin mirarla o no podré contener las gana
ARIANo entiendo qué le sucede a Dylan. Hoy amaneció como que con los cables cruzados y queriendo meter mano a donde no debe. Él nunca había actuado tan animado en lo que lleva trabajando para mi padre, ni siquiera cuando estuvimos a punto de tener sexo se comportó de esta manera tan extraña, pero que pone a mi corazón a latir como loco. Parece un hombre distinto al frío y serio King Kong que estoy tan acostumbrada a ver.—Todavía no me has dicho a dónde vamos a ir.—¿No puedes esperar a que tu atractivo novio te dé la sorpresa?—¡Ja, quisieras! — me percato de que estamos tomando la misma carretera por la que entramos a la ciudad y miro la intersección de la salida—. ¿Por qué estamos saliendo?—¿Siempre sueles hacer tantas preguntas?—Sí y a ti no te gusta responder ninguna de ellas.—A veces no es necesitamos conocer las respuestas, créeme.—No sé por qué lo sigo intentando contigo, sabiendo que eres imposible y difícil de convencer para que sueltes la lengua.—Depende el sitio que
Nos separamos por falta de aire, pero él no hace ningún intento de soltarme. Todo lo contrario, me captura en un abrazo que no puedo y tampoco estoy dispuesta a rechazar. La calidez de sus brazos y el mismo calor que brotan me derriten entre ellos.«¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué es lo que está haciendo? ¿Por qué me abraza de esa manera? ¿Por qué me besa de la nada si aquí no tenemos que fingir? ¡¿Qué diablos se fumó?!». Entre tantos porqués que se hacían en mi cabeza no soy capaz de hablar, separarme de él o enfrentar su bipolaridad.Lo cierto es que se siente muy cómodo y cálido estar engullida entre unos brazos tan fuertes y grandes como los suyos.Cierro los ojos y me permito disfrutar el momento, acercándome más a él, percibiendo en el aire no solo su rico aroma, sino todo ese deseo que nos une y nos envuelve desde hace un tiempo y los dos queremos esconderlo con nuestro ridículo juego. De repente, sus labios descansan en mi hombro desnudo y el gemido que escapa de mis labios