Luchando contra mi propio orgullo y reprimiendo toda la ira en lo más profundo de mis intestinos, abro la puerta de la habitación y Dylan me mira atentamente.—Quiero saber la verdad, no me la ocultes más tiempo. Estoy en el derecho de saberla, ¿no? — suspiro—. ¿De qué o quiénes me está protegiendo mi padre?—No lo sé.—¿Cómo que no sabes? Entonces, ¿me estás mintiendo? ¿Te estás burlando de mí?—Su padre ha recibido amenazas en las cuales usted es el objetivo, pero no sabemos todavía quién o quiénes están detrás de ellas. El cambio será una buena distracción mientras damos con ellos. Entre más lejos se encuentre de sus padres, mejor, de ese modo no van a acercarse.Muchas dudas surgieron en mi cabeza, pero no sabía cuál debía empezar a resolver.—¿Por eso no respondía mis llamadas? — me pregunté para mí misma.—Es lo más seguro. Si tienen la línea de su padre cruzada, evitará a toda costa comunicarse con el objetivo de ellos. Su padre no la ignora porque quiera, Srta. Preston. Entien
DYLANEstoy cansado de estar tras la sombra de esta niña malcriada e irritante. Cada día este trabajo se vuelve más estresante. No la soporto ni un poco. No veo el momento de estrangularla y cerrarle la boca para siempre. Sus comentarios ofensivos me tienen en mi límite, más no he explotado porque necesito el maldito trabajo. De no ser así, hace mucho le habría hecho tragar cada una de sus palabras.Los últimos días escasamente hemos cruzado una palabra, pues así como lo pidió, hablamos lo que es importante para ella. Sus padres no han dado señales de vida y ese hecho parece que la inquieta bastante.—¿Encontraste algo de información? — al escuchar la voz del Sr. Torres a mi espalda, bajé mi teléfono.—Muy poca, señor.—Debe ser más complicado hacerlo todo desde tu teléfono, ¿no?—Así es, pero no es imposible. Lo poca información que he reunido es muy interesante.—Ve a la sala de seguridad y usa uno de los equipos para hacer tus investigaciones.—¿Qué pasará con la seguridad de la Sr
-Realmente me sorprende lo dedicado que eres en tu trabajo. No pensé que te fuera a tomar tan poco tiempo en dar con el que está detrás de las amenazas - me dice tan pronto termina de leer el informe.-Solo es enfoque, Sr. Torres.-Pasaré esta información ahora mismo al Sr. Preston. Estoy seguro de que va a llevarse una gran sorpresa.-Sr. Torres, en vista de que la relación de la Srta. Preston y Rodríguez es mucho mejor de la que llevaba con ella, ¿puedo tomar el lugar de él? Hacer rondas es mucho mejor que quedarme como estatua en esa habitación.-¿Que se llevan bien? - suelta una risita, negando con la cabeza-. Rodríguez se ha quejado desde el primer día en el que lo puse en tu labor y no ve la hora de que vuelvas. Tengo un poco de curiosidad, Dylan.-¿Sobre qué?-¿Cómo hacías para no enloquecer? Esa chica tiene un carácter de mierda.«Ni yo mismo entiendo cómo la soportaba».-Los berrinches de una niña no son nada comparados a la dureza que viví en carne propia en el ejército. Ell
ARIA«¿Qué tan difícil es seducir a un hombre que, a pesar de ser muy atractivo, no me gusta ni un poco? Mucho, a decir verdad».Dejando de lado el asco y la vergüenza, sigo acariciando la prominente montaña que se percibe en sus pantalones con mis pies y sonrío lo más malicioso que puedo. Aunque ya lo había hecho varias veces con Adam sin llegar a pasar esa línea que tanto he temido, esto se siente muy desagradable. «Mierda, definitivamente esto está siendo muy difícil de llevar a acabo».Es que ni siquiera cuando me atreví a tocar a cara de mico me sentí así de avergonzada. Quizá es el hecho de que Rodríguez parece más mi padre que un hombre de mi edad como para llegar a despertar esos malos pensamientos en mi interior, aún así, trato de imaginar a mi novio, pero no puedo concentrarme en el hombre indeciso, pero deseoso frente a mí.«¿Por qué jodida razón tuve que dañar mi teléfono?».«Si la ira no me hubiera nublado tanto, no tendría por qué estar haciendo algo tan bajo como esto»
Trato de liberarme de su agarre, pero me sostiene tan firme y fuerte que me es imposible soltarme y alejarme. De repente me siento muy mareada con el olor de su perfume.—Me estás lastimando — aparto la mirada de sus labios y lo miro a los ojos, descubriendo que la suya está fija en mí.Me suelta lentamente la mano, pero ninguno de los dos hace el intento de dar un paso atrás o dejar de mirarnos.«¿Por qué no puedo dejar de mirar sus ojos?».—Tratemos de llevar la fiesta en paz hasta que su padre regrese a casa y ya no me permita estar encima suyo todo el tiempo — saca su teléfono del bolsillo de su pantalón y me lo entrega—. No tiene que ofrecerse para hacerle una llamada a su novio, señorita..«¡Es tan difícil que nos llevemos bien cuando es tan desgraciado e irritante!».—No quería llamar a Adam — aclaro y regreso a la cama, sintiéndome muy avergonzada y asqueada por lo que hice—. Cierra las cortinas, por favor, quiero dormir un poco — le doy la espalda y respiro profundo antes de
DYLANNo sé qué es lo que más me molesta, que me guste la manera en la que esa boquita tan insolente, atrevida y grosera se mueve sobre la mía o el hecho de que no me haya podido contener más tiempo. En mi defensa, necesitaba a toda costa acallar al diablo y su maldad. Su voz es tan irritante, pero su boca tiene un sabor delicioso y suave capaz de asesinar al que tenga la satisfacción de probarla.Presiono su cuerpo contra la pared y deslizo mis manos a su espalda, acariciando lentamente la piel expuesta que deja ver su corto pijama y profundizando mi lengua en su boca.Tengo que detenerme, pero debo y necesito seguir explorando su boca con mayor profundidad.Con la piel ardiendo y el corazón bombeando más fuerte con cada milésima de segundo, la aprieto contra mi cuerpo, haciéndole sentir todo lo que provoca con su grosería y su arrogancia.Esta chiquilla logra sus objetivos a la perfección. No puedo apartarme de su boca, de la sensación suave y ardiente que sus labios desprenden. Jod
ARIADejo que le agua fría choque en mi cuerpo y suspiro profundo, cerrando los ojos para dejar de pensar en la sensación de hormigueo que percibo por toda mi piel. Mis piernas siguen temblorosas y mis labios aún sienten la presión y demanda de los suyos.«¿Por qué me dejé besar, pero sobre todo, por qué lo seguí besando como si no hubiera un mañana?».No sé lo que estaba pensando en ese momento en el que nuestros labios se encontraban enredados, pero claramente no estaba en mis cinco sentidos.«¡Besé como lunática a ese cara de mico y lo peor de todo es que me gustó en demasía!».Lo peor del caso es ese, que sus besos me hayan gustado tanto. Sus labios son muy suaves, demandantes y ardientes. Sabe besar muy bien, parece que tiene bastante experiencia moviendo los labios, usando su lengua y despellejando cueros con esas manos tan grandes y cálidas.Ahora bien, su cuerpo, sus manos, su voz, su mirada. Ese hombre envuelve a cualquiera con esa sensualidad que posee tan naturalmente. Sus
Tan pronto entramos a la casa, me sienta en una silla y se hace a un lado con una postura extremadamente rígida y fría.Quisiera decir muchas cosas, pero las palabras no salen de mi boca. Pelear por mi libertad y una simple explicación es tan innecesario, pues haga lo que haga no seré escuchada.Lágrimas se deslizan por mis mejillas y no puedo dejar de soltarlas, lo peor de todo es que tampoco tengo el modo de limpiar mi rostro y hacer de cuenta de que nada ha pasado.«Debo verme tan miserable a ojos de los demás, pero ¿qué más da?».—Mi niña, ¿qué pasó? ¿Estás bien? — Bianca se acerca a mí y me mira preocupada.—Estoy bien, no te preocupes por nada.—Pero mírate nada más — niega varias veces con la cabeza—. ¿Por qué estás esposada? ¿Es necesario que esté así, Emmett.—Ya sabes que a mi padre le gusta jugar últimamente al carcelario, así que no le eches la culpa a Torres — rio con amargura—. Sin esposas el juego no es tan creíble ni mucho menos divertido, ¿verdad?—Dylan, suelta sus m