DORIANDos meses después...«No hay mal que por bien no venga». Esas palabras que mi madre me decía en vida ahora están tomando un verdadero sentido.No han sido tiempos fáciles, pero tampoco ha sido imposible salir adelante desde cero. He luchado día a día y con toda la fuerza de mi corazón para conseguir lo que tanto deseo. Mi hijo es mi principal motor y motivo para no caer y dejarme vencer tan fácilmente.Creía que al separarme de la mujer que había elegido de por vida sería la mismísima muerte, pero desde entonces, aunque todo ha sido más complicado y caótico, ha sido un bien para mí. Con su traición he sabido quererme, valorarme y ponerme a mí por encima de todos. Me di cuenta de que le brindé mis mejores años a una mujer que no lo merecía, apartándome a mí mismo para hacerla feliz a ella a toda costa. Mientras yo sea feliz y me encuentre bien, podré darle lo mejor de mí a mi hijo que lo merece todo.Pelear por obtener su custodia definitiva me ha llevado a tener enfrentamientos
Dejo el camión de comidas en mi lugar y, tan pronto suena mi teléfono, respiro hondo para mantener la calma. Sara es demasiado fastidiosa, me irrita que se la viva llamándome para una cosa u otra.—¿Ocurre algo? — le respondo sin siquiera saludar.—Necesito que te hagas cargo de Dylan esta semana — suelta sin más.—No puedo hacerlo, recuerda que esta es tu semana no la mía.—Tengo que hacer una diligencia y no puedo llevarlo conmigo. No te molestaría si no fuese importante de verdad.—¿Está contigo o en el jardín?—En el jardín.—Sara apenas voy a empezar a trabajar. No puedo ir por él hasta el jardín.—¿Sigues con esa ridícula idea? Bueno, eso no importa. Irás por él, ¿sí o no?—Claro que sí — me froto la cien molesto—. Iré por él.—Gracias — cuelga sin más y suspiro.—¿Algún problema, jefe? — inquiere Astrid, la chica que me ayuda desde hace poco menos de una semana.—Sé que llevas poco trabajando conmigo, pero ¿crees que seas capaz de atender tú sola por unas cuantas horas?—Si me
No supe cómo acercarme a ella y saludarla. Me quedé como un completo idiota en el medio del pasillo, viéndola a detalle y experimentando una taquicardia terrible en el interior de mi pecho. Deseaba verla, pero ahora que la tengo a pocos pasos de mí, no tengo palabras para decirle.Ahora trae el cabello completamente negro y suelto hasta la cadera, un vestido de tiras que le llega un poco más arriba de las rodillas y que se ajusta perfectamente a cada una de sus curvas. Incluso su mirada se ve muy diferente, como más llena de vida y esperanza. Sus ojos azules siguen tan intensos y bonitos como los recuerdos en la oscuridad de esa habitación de Hotel.¿Qué habrá hecho durante estos tres meses que no nos vimos? ¿Será que se permitió conocer a alguien más? ¿Quién es ese hombre que la acompaña?—¡Papi, ven!—¿Acaso no piensas saludarme, Dorian solamente? — sonríe ladeado y mi corazón se acelera más de lo que se encuentra.Me acerco a ellos y aparto a Dylan de sus brazos, pues apenas si la
Me giro lentamente, encontrándome de cara con Juan, quien sostiene en sus brazos un pequeño bebé.—Ahora comprendo muchas cosas — desvía la mirada a Evelyn y sonríe—. Supongo que estamos a mano, ¿no?—Sea lo que estés pensando, no es de tu incumbencia — le responde Evelyn, haciéndose a mi lado.—¿Te digo cuñada o exesposa?—En lugar de estar hablando babosadas, deberías ponerle más atención a tu hija y a tu esposa.No puedo negarlo, soy feliz al saber que soy tío, pero no sé cómo reaccionar entre esta tensión que se siente en el aire.—¿Desde cuándo te volviste tan agresiva? Recuerdo muy bien que la última vez que nos vimos parecías una dulce palomita.—No estoy de humor para soportar tus idioteces, Juan.¿Qué es lo que pasa aquí? Siento como que algo hay entre ellos y no me he dado cuenta de lo que es.—Ah, ya entiendo — suelta una risita y lo miro extraño—. Estás molesta porque interrumpí su intercambio de fluidos, ¿no es así?—Voy a buscar a Dylan y a James — ignora por completo su
EVELYNLos últimos tres meses estuve recuperando el tiempo perdido con mi familia, disfrutando de ellos cada segundo del día. Fueron cinco años en los que me perdí de muchas cosas, incluyendo la boda de mi hermanito y el nacimiento de mi sobrino que hoy en día tiene un año de haber nacido. Me arrepiento tanto de haberlos dejado de lado, pero eso ya no importa, pues de ahora en adelante no hay nada ni nadie que pueda separarme de ellos.Me separé oficialmente de Juan un poco más de dos meses. James me ayudó con el proceso de divorcio y no me dejó sola en ningún instante. Ese día en el que nos vimos para finiquitar lo nuestro, me desahogué como nunca lo había hecho, después de todo, viví lo bueno como lo malo con él, pero ese amor que sentía llegó a su final. Le confesé lo que había sucedido con Dorian y, aunque creía que lo tomaría mal, no fue de ese modo. Se enojó y me echó en cara la "venganza" más me dejó en claro que el primero en fallar había sido él por lo que no tenía ningún der
El resto de tarde se pasa demasiado lento, quería que fueran las seis tan pronto se fue para ir al apartamento y encontrarme con él. Besar su boca es poco a todo lo que por mi mente cruza y que deseo hacerle. La verdad es que Dylan es un niño muy tierno y juicioso. Nos divertimos en cada uno de los juegos del centro comercial, incluso se llevó un peluche de oso muy grande a casa por la cantidad total de boletos que alcanzamos a reunir. Estaba tan cansado que se quedó dormido en cuanto subimos al auto.«Luce igual de tierno y bello a su padre cuando duerme». Ese hecho no se puede negar, pues su parecido físico es increíble. Dylan sacó todo el encanto de su padre.Al llegar al apartamento me sorprendo por lo bonito, espacioso y bien arreglado que Dorian lo tiene. Tenía muchas ganas de ver cada espacio, más me limité a buscar la habitación de Dylan para que James lo pudiera acostar en su cama y así descansara más cómodamente. En cuanto cierro la puerta de su habitación a mi espalda, mi h
Se gira rápidamente y me aprisiona entre esos brazos tan fuertes y grandes, aproximando su rostro al mío con una mirada tan seductora y oscura, capaz de alborotar mis hormonas de por sí ya locas, no solo por su cercanía, sino por ese aroma tan varonil de su colonia.—Alejarte de mí te sirvió, ¿eh? — susurra, rodeando mi cuello con una de sus manos y tiemblo—. Regresaste tan honesta y directa, pero decir que no me gusta, sería mentir descaradamente.—Bueno, es mejor sacarlo todo y que no quede nada por dentro, ¿no crees?—Depende la situación en la que nos encontremos — presiona su mano en mi nuca, uniendo nuestros labios y robando hasta el último de mis alientos en un beso demasiado intenso.Es imposible que no se me aflojen los suspiros ante sus demandantes y posesivos besos. Mi cuerpo es tan liviano y él es tan capaz de levantarme como si nada en sus brazos.Presionando mi espalda contra la pared, desciende sus labios por mi cuello, nublando mi mente y mis sentidos ante la suavidad
DORIANCon la decisión del juez al dejarme la custodia completa de Dylan a mí y no a Sara, toda mi vida dio un giro para bien. No solo tengo a mi hijo conmigo todos los días, también tengo a una increíble mujer a mi lado que lo da todo por hacerme feliz cada segundo del día.¿Cómo no quedar perdidamente enamorado de una mujer que, aparte de hermosa, es buena, comprensible y que está llena de amor para brindarme no solo a mí, sino a mi hijo también? Día a día quedo perdido en sus encantos y en cada uno de sus detalles. Me tiene comiendo de la palma de sus manos y de cada centímetro de su divino cuerpo, eso el mundo entero lo sabe.Hace dos meses empezamos a salir formalmente y, aunque todo ha ido a prisas, nos hemos aprendido a conocer un poco más. Tenemos claro lo que queremos y lo que somos el uno para el otro. La comunicación y la confianza no puede faltar en nuestra relación. Si algo le molesta a ella o a mí, lo dejamos sobre la mesa y buscamos una solución en conjunto, porque trab