Sharon lo encontró gracioso y asintió con la cabeza. "No puedes comer cosas tan fuertes en este momento, necesitas recuperarte. Ya pedí que te traigan una comida nutritiva de la cafetería del hospital".

"¿Eh? ¿Comida nutritiva? Pero esa sabe horrible", dijo el pequeño, quedando boquiabierto.

"Necesitas nutrirte bien en este momento. Aún si son ricas, no puedes comer esas cosas ahora. Eso te pasa por ser tan comelón. Es hora de que cambies tu dieta. De lo contrario, un día tu gran apetito te va a meter en muchos problemas antes de que te des cuenta", dijo ella mientras le pellizcaba la nariz.

Sebastian hizo un puchero y puso una expresión impotente. "Muy bien, entonces. Tráeme la comida nutritiva. No tienes que asustarme así".

Al ver la expresión de Sebastian, ella sintió la necesidad de reírse de él. Se levantó y salió a buscar su comida.

Sharon miró a Simon. 'No debería ser un problema dejarlos a los dos juntos aquí, ¿verdad?'.

Cuando ella regresó, Simon ya se había ido, afirman