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3. Noche de Películas

kyle

Tengo 15 años, luego de haber pasado una temporada con mi compañero en mi manada, decidí perdonarlo y regresar a la suya luego de sus suplicas. Sé que todos en mi familia no querían que caiga una vez más en sus palabras, pero es mi compañero y debo obedecerlo.  En esta ocasión, solo me acompañarían mi mamá y Seth, mi hermanito, ya que mi padre se quedaría en la manada. Sé que a mamá no le gusta venir a la manada Full Moon, hay algo en los miembros de esta manada, qué nos provoca desconfianza. 

El tiempo en todas partes ha sido bien complicado, entre los ataques de los vampiros, los cazadores actuando como si ya nada les importara, la reestructuración de las diferentes manadas tras los ataques, la incorporación de los humanos a nuestro mundo, todo  ha sido todo un inmenso cambio y algunos aún le cuesta asimilarlo. Es por ello que Adamo nos fue a buscar con un gran contingente de guerreros.

Cuando llegamos a la manada de mi compañero, nos recibe un sonriente alfa Dante Morrison, pude sentir cómo mi madre apretaba mi mano. Sabía que ella no se sentía cómoda con él, pero nunca entendí el trasfondo de todo esto.

-bienvenidas hermosas damas y joven guerrero, he preparado una hermosa cena para que podamos disfrutar los cinco-dijo el alfa Dante-mi luna no se siente bien y les pide disculpas por no poder recibirlos.

-gracias alfa Dante-dijo mi madre-espero que la luna Cass, este mucho mejor por la mañana, así nos acompaña  en el desayuno.

-ella se siente mal, por lo tanto esta noche solo seremos nosotros cinco, pero ya veremos como sigue mañana-dijo el alfa Dante, miré a mi madre y estaba nerviosa, pero cuando miré a mi compañero, solo sonreía, mirando hacia la esquina de la habitación. Al mirar hacia donde él miraba, noté como aparecían sus amigos, los mismos de siempre, junto con una Jess, qué cada vez que estaba en su presencia, podía sentir su animosidad, no entendía por qué me odiaba. Adamo siempre me dijo que con ella, eran amigos de pequeños y nunca tuvieron nada, que era muy sobreprotectora, pero ella siempre me trato con desprecio y mi compañero no hacia nada.

-has llegado Adamo, bienvenidos-dijo Jess, saludando a mi madre, a Seth y a mí en el proceso, luego se acercó a Adamo y le estampo un beso en la mejilla. Esto me hizo sentir mal, pero sentía que no era mi deber hacer ningún tipo de escena de celos. Adamo ya me había dejado bien en claro que no le gustaban esas escenas y que yo tenía que ser más adulta y no tan infantil. Por eso calle, aunque mi hermanito se molesto.

-Jess, por favor no es el momento-escuché decir a Adamo y la empujó lejos de él, quede mirando la situación, pero Adamo tomó mi mano y se me olvidó todo lo demás.

Los mejores amigos de Adamo, serían sus futuros beta y gama, Demetrio, era uno de los hijos del actual beta y seria el futuro beta, era muy amable, a veces, inclusive me acompañaba cuando salíamos, ya que Adamo tenía cosas que hacer y me dejaba sola. Algunos días prácticamente no me prestaba mucha atención, era Demetrio quien jugaba conmigo o solo se sentaba a mí lado.

 Mario, en cambio, su futuro gama, era quién nunca me habló, solo me miraba con condescendencia y en ocasiones lástima, asumo que es por la diferencia de edad con Adamo, no había muchas cosas en común con mi compañero, aunque reconozco que él no se esforzaba mucho. Pero es porque tiene muchas cosas en su cabeza.

Una vez en el comedor, asumí tontamente que seríamos los cinco, más los tres amigos de Adamo, pero el alfa Dante les exigió que se marcharan, ya que esta era una cena familiar. Pude sentir la ira de Jess, es más, el alfa Dante al verla le exigió que se retire de la casa y le dijo cortante que esta noche, ella no dormiría en la casa. Lo cual me pareció raro porque ella vivía con sus padres en su propia casa.

-te quiero fuera de aquí puta, ahora fuera-grito el alfa Dante a una Jess muy molesta.

-padre-intervino Adamo defendiendo a Jess, pero fue cortado de inmediato por el alfa Dante, quien agregó.

-he tenido suficiente de esta m****a, esta noche somos solo la familia, todos los demás sobran- el alfa Dante extendió su aura y me hizo temblar hasta los huesos. Sentí frio y mucho miedo, pero de inmediato tenía los brazos de mi compañero reconfortándome.

La cena fue tensa, si bien estaba todo muy rico, podía aún sentir a mi madre muy nerviosa, a mi hermanito enojado con Adamo y no querían comer absolutamente nada. El Alfa mientras tanto, se mostraba muy amable, cariñoso y cuando destaparon el vino, fue la primera vez que me ofrecían a mí.

Tome un solo sorbo, pero a Adamo no le pareció muy bien y me lo quito de las manos. Mi madre, por otra parte, tomó un gran sorbo y cuando lo tomó vi que sus ojos habían cambiado, sus pupilas estaban dilatadas y empezó a dormirse, cuando quise agarrarla, el alfa Dante me dijo que no me preocupará. Él se haría cargo de mi madre, tras esto se levantó y se llevó a mi madre en sus brazos al dormitorio que compartiríamos esta noche. Iba seguido de cerca por Seth, quien me miraba preocupado.

Adamo miró la situación y pude notar la molestia en su rostro, cuando le quise preguntar qué sucedía, me dijo que no lo entendería y que mejor fuéramos a mirar una película. De la mano me llevó al salón donde miraríamos una película, yo quería ir con mamá y Seth, pero Adamo me dijo que mejor la dejara dormir, lamentablemente no estaríamos solos, junto a nosotros estaría Mario y Jess, que no se habían marchado.

Adamo se instaló junto a mí en el sillón, mientras que Jess, estaba en el lado opuesto y Mario y el sillón contrario.

Podía sentir como Jess nos miraba con molestia, le estaba por preguntar a Adamo si Jess estaba tan molesta ¿por qué se quedaba?, pero mejor calle, ya que siempre que me quejaba de Jess, Adamo se enojaba conmigo.

Adamo me abrazó durante toda la película, en algún momento me preguntó si quería comer palomitas o algún snack, cuando le dije que sí, pedí además bebidas.

Él se levantó y de inmediato Jess le dijo que lo acompañaría, pude ver cómo Mario apretaba sus labios, en modo de disgusto, pero siguió mirando la película tranquilamente. Fue allí cuando el molestar me vino de pronto, me dolía el estómago y empecé a gemir en ese momento.

-oye ¿estás bien?- me pregunta Mario con cara de preocupación-te ves pálida.

-solo un molestar no te preocupes ¿dónde se encuentra el baño?-pregunté levantándome lentamente y aguantando el dolor de estomago.

-sigue por el pasillo a la izquierda, es la tercera puerta ¿quieres que te acompañe? me preocupa cómo te vez Kyle-pregunto Mario preocupado.

-está bien, puedo llegar al baño sin problemas-dije y la sensación de molestar continuaba, ahora tenía náuseas, cada vez era más frecuente los dolores y el malestar. Esto siempre me pasaba cuando estaba en la manada Full Moon, no entendía muy bien el origen del dolor.

Camine ayudada por Mario, quién decidió acompañarme de todas formas, hasta fuera del baño. Al llegar a la tasa del baño, vomite todo lo que tenía en el estómago, había quedado vacío. Una vez que terminé, me lavé la cara, me juegue la boca y sentí el malestar otra vez al salir del baño. Mario ya no se encontraba y empecé a retomar hacia el salón donde estaría Adamo, pero en el último momento se me ocurrió prepararme un té, así que fui a la cocina. Mis pasos eran muy lentos, traté de ser muy silenciosa, para no molestar a los que estaban mirando la película.

Llegué a la puerta de la cocina y lo que vi me dejó impactada, pegada al suelo, frente a mí se encontraba Jess, sentado en la isla de la cocina, entre sus piernas estaba mi compañero, con sus pantalones abajo y estaba embistiendo con furia a Jess, mientras su boca estaba en uno de sus pechos, pude ver que Adamo no notó mi presencia, solo Jess lo hizo, ella sonrió y dijo muy fuerte para que yo pudiera escuchar:

-más fuerte, sabes cómo me gusta Adamo, sé que te gusta duro, ella no se va a enterar, nunca se ha enterado de nada-dijo Jess sonriendo.

-cállate Jess, yo no quiero saber de ella ahora-dijo Adamo para meterse otra vez los pezones en la boca, mientras la embestía con rudeza, de pronto sentí unos brazos que me sacaban de ahí y me llevaban nuevamente al salón, me senté, estaba en shock. Cuando miré a quién me sostenía note que era Mario, esta vez su mirada era de pena.

-olvida lo que viste pequeña, es mucho mejor para ti, se que duele verlos, pero por favor olvídalo, no dejes que te hagan daño, piensa en otra cosa pero no dejes que te ganen y vean derrotada. Olvida lo que has visto como lo hago yo-decía Mario, mientras me secaba las lágrimas de mi rostro.

No tenía palabras, solo quede en silencio, era una estúpida ahora entendía tantas cosas.

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