Kyle

Aun mareada y con dolor camine hacia mi dormitorio. Mario intento acompañarme pero lo rechace, él era un amigo de Adamo y le apañaba todo, no me extrañaba que todos supieran como me engañaba con Jess o quien sabe cuantas más. De solo pensarlo sentí nauseas.

Llegue a la habitación de madre y la encontré cerrada, lo cual me pareció extraño. Ella sabía que siempre dormía a su lado cuando estábamos en esta manada. Camine lentamente hacia donde dormía Seth, empuje la puerta y la encontré abierta. Encontré a mi hermanito sentado en la cama, aun vestido y con su rostro marcado pr la preocupación.

-¿qué pasa Seth?-pregunte sentándome a su lado.

-mamá no estaba bien y el alfa Dante me hizo salir de su habitación, algo pasa Kyle-decía Seth.

 -pase por su habitación y la puerta está cerrada y eso es extraño-dije tratando de pensar como entrar en su habitación.

-vamos por la ventana Kyle-dijo Seth levantándose y abriendo la ventana, para luego mirar hacia la habitación de mamá-creo que puedo saltar y abrir su puerta, tu espérame en la puerta-dijo y salió al balcón, sabía que era la única opción y yo no estaba en condiciones de saltar nada. Con calma, salí de la habitación, cerré la puerta despacio y me pare frente a la puerta de la habitación de mamá. Escuche un ruido extraño, pero aun la puerta permanecía cerrada y de pronto sentí como Seth me jalaba a su habitación.

-¿qué paso? ¿no pudiste abrir la puerta?-pregunte, pero su cara estaba pálida y aterrada-¿qué pasa?

-Kyle-dijo mi hermanito y sus ojitos se llenaron de lágrimas-el alfa Dante le estaba haciendo cosas a mamá, ella estaba desnuda y el estaba encima de ella.

-¿qué?-dije no dando crédito a lo que estaba escuchando.

-lo vi Kyle, yo no miento-se defendía Seth.

-no digo eso Seth, ¿estás seguro que era mamá?-pregunte con temor.

-si Kyle, mamá no se movía, estaba desnuda y el alfa Dante estaba sobre ella, también estaba desnudo, no me vio, porque estaba jadeando y salte a mi balcón ¿qué haremos ahora?-pregunto mi hermanito.

-tenemos que sacar a mamá y salir cuanto antes de esta manada, no confíes en nadie Seth-dije y salí de la habitación.

-¿a dónde vas?-pregunto Seth a mi lado.

-iré a golpear la puerta de mamá, eso al menos sacara al alfa Dante, espero y de ahí veremos cómo escapar los tres-dije inocentemente.

Caminamos en silencio a la puerta de mamá, pero nos detuvimos cuando escuchamos la voz del alfa Dante y Adamo. Le apreté la mano a Seth y dije a través del vínculo familiar que ocultara su olor, yo haría lo mismo. Avanzamos un poco más fue allí donde escuchamos con claridad todo lo que se nos había ocultado, como no éramos más que simples peones para estos machos. Escuche sobre como Adamo, mi compañero me insultaba y engañaba, como pretendía usarme, hasta como sería enviada a un burdel. Pero lo que más asco me dio fue como el alfa Dante uso y pretendía usar a mamá. Todo era mi culpa.

Sentí la mano de mi hermanito apretando la mía y al verlo también lloraba. Debíamos huir.

En silencio regresamos a la habitación de mamá y esta vez estaba abierta, entramos y como decía Seth, ella estaba desnuda, solo tapada con una sabana.

-vistámosla, ve al baño y tráeme una toalla húmeda-ordene a Seth, no dejaría que madre tuviera el olor del alfa Dante sobre ella. Además abrí la ventana, para que el olor a sexo se esfumara.

-¿qué haces?-pregunto la voz de Adamo en la entrada de la habitación. Lucia furioso.

-vine a ver a mamá y se estaba quejando-mentí, rogando para que Seth se mantuviera oculto-pensé en despertarla.

-¿por qué no me esperaste en el salón? ¿qué paso? Mario me dijo que habías ido al baño ¿estás bien? –decía Adamo acercándose a mí y tomándome por el brazo fuertemente.

-no me sentí bien, estoy cansada Adamo, el viaje me mareo un poco-respondí tratando de zafarme de su agarre.

-¿qué pasa? estas diferente-dijo apretándome más fuerte.

-Adamo me haces daño-dije y lágrimas corrieron por mi mejilla.

-deja a tu madre descansar, vamos, te llevare a tu nueva habitación y te quedaras ahí-dijo arrastrándome por el pasillo a una habitación vacía-desde ahora te quedaras aquí y deja de llorar, si vas a ser mi luna serás fuerte y sin lágrimas.

-si Adamo-respondí y él me limpio el rostro con sus manos, aunque eran suaves, sabía que todo era una farsa. Me empujo en una habitación desprovista de todo mobiliario y me dijo.

-luego mandare a amoblar esta habitación, te traerán alimentos y te vendré a buscar para que des una vuelta y tomes aire-tras esas palabras cerró la puerta y se escucho como lo hacía con una lleve.

Me había dejado encerrada en una habitación alejada de mi familia, solo esperaba que Seth pudiera despertar a mamá y huir cuanto antes de este lugar. Pasaron un par de horas y aun nadie venía, la habitación no tenia ventanas y el cuarto de baño aun no estaba terminado. Estaba por sentarme en una esquina cuando escuche que alguien trataba de abrir la puerta. Tras varios intentos escuche el clic, que avisaba que se había desbloqueado. Me levante asustada y quien entro fue mamá, estaba vestida y lucía mal, un poco mareada aun. No hicieron falta palabras, corrí hacia ella y la abrase.

-mejor nos apuramos, Kyle esconde tu olor y toma a mamá, aun esta débil-ordeno mi hermanito que ahora parecía mucho mas adulto.

Caminamos en silencio por la gran casa de la manada, sabíamos que no podríamos salir por la puerta principal. La cocina también estaba descartada, siempre había personal o guardias rondando por ahí. Lo que nos dejaba el ala del alfa Dante o de Adamo, ambos tenían túneles y salidas de emergencias y por alguna extraña razón Seth sabia de ellos.

Optamos por el ala de Adamo, ya que a mamá le daba terror la otra opción, al pasar por su habitación pudimos escuchar como hablaba por teléfono con alguien, indicándole que me tenía bajo control y que no regresaría a la manada Dark Moon con mi familia, se suponía que mamá y Seth fueran sacados durante la mañana de la manada, así el alfa Dante no se saldría con la suya y secuestraba a mamá.  Avanzamos por un pasadizo que estaba en una esquina y al entrar y cerrar tras nosotros escuchamos como Jess se colaba en la habitación de Adamo.

-¿qué haces aquí? te dije que esta noche no, si mi padre te atrapa estas a tu suerte-decía Adamo.

-pero siempre dormimos juntos, es más, la cachorra está encerrada y estamos solos, el alfa salió de seguro a buscarse alguna omega que abusar-decía Jess, la pared eran tan delgada que escuchamos cuando Adamo susurro.

-te follare tan fuerte, como castigo y gritaras mi nombre.

Mi madre apretó mi mano y seguimos caminando en fila, por el estrecho pasadizo. Era largo y sinuoso. Seth iba en silencio, cuando se detuvo nos indico que a unos metros estaría la salida, solo que desconocíamos si estaba vigilada. Hasta ahora no encontramos ningún sensor o alarma que nos delatara. Con total sigilo, llegamos a la salida, la puerta estaba desbloqueada.

-ire primero, cuando este seguro les avisare para que se una a mí-dijo Seth saliendo hacia afuera, mamá estaba más estable pero aun la sentía extraña. Yo aún no podía creer todo esto.

-ahora no Kyle, cuando estemos a salvo-dijo mamá sabiendo que estaba por enloquecer.

-es seguro, hacia la izquierda hay un cobertizo, pasen por detrás y traten de no tocar las flores-decía mi hermanito a través del link. Siguiendo sus instrucciones, nos encontramos lejos de la casa de la manada, frente a nosotros se extendía un hermoso y tranquilo lago.

Seth nos condujo lejos del embarcadero, mamá de pronto nos detuvo y ordeno que guardáramos silencio. Frente a nosotros paso una patrulla y escuchamos parte de su charla:

-la cachorra quedo encerrada finalmente-decía uno de los machos.

-no entiendo porque no la rechaza, a  Adamo le llueven las hembras y esa cachorra es lastre-decía otro-pero su madre esta buena.

-olvídalo el alfa ya le puso sus garras y algo más-decía una hembra.

-ojala no me toque limpiar cuando se aburra de ella, la ultima vez tuve que quemar hasta mi ropa junto con el cuerpo-decía el primero-pero la cachorra será caliente, quizás me ofrezca como su guardia, total a Adamo no le interesa.

-mejor no la toques, escuche que Adamo se la dará al alfa Dante-decía la hembra.

Las voces se alejaban, pero lo que escuchamos fue suficiente. Lagrimas caían por mi rostro pero nada podía hacer, esto era lo que me esperaba si continuaba ciega.

Mamá nos condujo a través de las patrullas y cámaras. Cuando llegamos al camino principal ella lo evito y continuamos hasta un pequeño sendero, solo ahí se transformo en loba, subimos a su lomo y empezó a correr.