Apenas comenzaba el verano y ya se sentía la calidez del Sol en la brisa, Ethan y Rachel estaban en la casa de playa, faltaban apenas tres días para disfrutar de la fecha más celebrada por la familia Marshall: Doble cumpleaños, primer encuentro, aniversario de bodas, en fin, el ayer hoy y el mañana de sus vidas.Ethan y Rachel se habían adelantado para pasar un tiempo a solas, los dos de la mano caminaban por la playa, disfrutaban de un hermoso atardecer.—Nunca imaginé el día que te conocí que llegaríamos a este momento, te amo hoy mucho más que antes y mañana te amaré aún más —dijo Ethan mientras besaba sus labios.—También te amo Ethan Marshall y no puedo imaginar mi vida sin ti, ya pasaron dos años desde que… desde que casi te pierdo y todavía tengo pesadillas con eso. Moría poco a poco sin ti —afirmó Rachel mientras se abrazaba a Ethan con fuerza.—Cariño, ya estoy cansado de trabajar, quiero tener tiempo para ti, para pasear mi perro, jugar con los niños, salir a pasear, en fin,
Apenas comenzaba el verano y ya se sentía el calor, aunque una suave brisa llegaba desde la playa, mientras el sol poco a poco ganaba más intensidad.Para Ethan Marshall era un día especial, su cuadragésimo segundo cumpleaños. Seguía siendo un hombre muy atractivo, de contextura fuerte, cabello castaño salpicado por algunas canas y ojos azul celeste. Estaba reclinado en una cómoda silla cerca de la piscina, acompañado de su familia y evitando tomar Sol en su casa de la playa. En verdad a Ethan no le agradaba el Sol.Su esposa, Emily Johnson, una mujer hermosa de su misma edad. Tenía cabello castaño con reflejos rubio dorado, ojos azul celestes y conservaba una impresionante figura. Le encantaba organizar grandes eventos sociales. Todavía estaba enojada con Ethan por su decisión de no celebrar con una gran fiesta su cumpleaños, como era costumbre para esa fecha.A pe
Ese día comenzó muy mal para Ethan, quien estaba siendo obligado por su esposa a celebrar su cumpleaños, y eso era lo que menos deseaba en ese momento. Pero en la tarde eso cambiaría, gracias a su mascota Bob, conoció a una chica en la playa, su nombre era Rachel. Ella también estaba cumpliendo años ese mismo día y al igual que Ethan, había tenido un terrible día.Cuando se encontraron, su conexión fue instantánea, a pesar que no se conocían, sentían que no querían separarse, por lo menos no tan rápido. Así que con la promesa de Ethan de que la enviaría segura y directo a su casa, se quedaron conversando en la playa hasta que cayó la noche.—¿A qué te dedicas?, ¿vives por aquí? —preguntó Rachel con curiosidad.—Bueno, en realidad me dedico a muchas cosas… pero sobre todo a
Ethan, sólo pensaba en Rachel, la chica que había conocido en la playa, y que ahora lo estaría esperando en su apartamento. Trataba de decidir cómo actuaría, qué le diría, pero sobre todo, cómo borraría esa profunda tristeza que tenía en su mirada. Sentía que todo había pasado tan rápido, aunque lo que menos necesitaba en ese momento era pensar bien las cosas, prefirió dejarse llevar. La diferencia de edad entre ambos era mucha, pero la atracción era muy fuerte.Llegó a la casa de la playa y se paró frente a ella por unos instantes. Estaba algo nervioso, luego continuó. Entró y no escucho ruidos ni conversaciones. Quitó la correa a su perro, quien de inmediato se dirigió a la cocina, luego subió las escaleras hasta su habitación, y encontró a su esposa Emily leyendo un libro en la cama. Sin pronunciar pal
Para Ethan esa era una noche muy especial, tenía tiempo que no se sentía tan atraído por una mujer, sólo se cuestionaba lo joven de la chica. Estaba decidido a dibujarle una sonrisa y que por esa noche olvidara su tristeza. Aunque Ethan no lo sabía, él sería el primero en celebrar el cumpleaños de Rachel.Por su parte, Rachel estaba sorprendida, no podía creer que alguien tan sencillo y amable tuviese tanto dinero.El apartamento de Ethan era sencillo y elegante, por lo que Rachel sonrió, lo veía reflejado allí. Observó el lugar con admiración y comenzó a explorar. Cuando entró a la habitación principal se tiró en la cama.—No lo puedo creer, ese hombre tiene tanto y es tan… —expresó parte de sus pensamientos en voz alta.Se levantó y caminó por la habitación, fue al cuarto de ba&ntild
Aquel día, había comenzado triste para dos personas que no se conocían. Era el cumpleaños de Ethan y de Rachel, y ambos se sentían víctimas de sus propias vidas. Pero el destino los puso frente a frente, para bien o para mal.Ethan y Rachel, se conocieron en la playa pocas horas antes, y su conexión fue casi instantánea. Tanto así, que decidieron continuar su encuentro ese mismo día en el apartamento de él, para celebrar su cumpleaños. A pesar de ser dos completos extraños, se juntaron porque no deseaban que ese día terminara con la tristeza que había comenzado. Querían compartir algo especial.—¿Llegó la comida?, me muero de hambre, ¿comemos algo primero? —preguntó Ethan para romper la tensión que se había creado en el ambiente.—¡Sería genial!, también me muero de hambre
La noche de un mal día, había pasado de un cuento de hadas a una celebración para dos. Para Ethan representaba haber recuperado su alegría, y para Rachel, el mejor cumpleaños de su vida.Rachel estaba muy agradecida con Ethan y buscaba una forma de compensar las atenciones que había tenido con ella, y tomando en cuenta lo mucho que se sentía atraída hacía él, le pregunto:—Quisiera… quiero pedirte algo que no sé si es adecuado o como lo tomarás. —Rachel hizo una pequeña pausa.Mientras Ethan la miraba con atención y curiosidad.—Aunque no lo creas, soy… bueno… no he tenido una relación completa… no sé si me entiendes.—Creo que sí…, te entiendo. —Se apresuró a responder Ethan.—No quiero venderte tampoco algo que no soy, he experimentado con chicas
El nuevo día comenzó con un brillante Sol, Rachel despertó entre los brazos de Ethan que aun dormía. Apenas se conocieron el día anterior, pero nunca se había sentido tan bien con alguien. Rachel estaba feliz, se sentía liberada, que había renacido, que su vida cambiaría. Había logrado superar su mayor trauma con ayuda de Ethan, el no poder entregarse por completo a ningún hombre.Con cuidado salió de los brazos de su compañero y se levantó para ir al cuarto de baño, entonces algo empañó aquel momento, la sábana estaba manchada de sangre, una pequeña mancha, pero se sintió muy apenada, se dirigió al baño y rápidamente se lavó, verificó que ya no estaba sangrando. Luego, busco en varios armarios hasta encontrar una nueva sábana y regresó a despertar a Ethan.—Ethan, Ethan, despi