No imaginaba una vida huyendo de un lugar al otro, no era la vida que yo quería para Callisto, estaba tan angustia por comprender cuál era la forma más efectiva de librarme de ese malnacido, solo su muerte me liberaría. O mi muerte. No encontraba más salidas.Cuando desperté Fabio no estaba, Callisto me entrego una nota que dejo sobre la cama. Iría a comprar boletos para salir de la ciudad.—A Dónde vamos a irnos mamá —no encontraba las palabras para explicarle sin tener que contarle la verdad —¿Por qué? Aquí están todos mis amigos.Escuché la puerta, mis nervios me crearon una paranoia enorme, le indiqué a Callisto que estuviera en silencio, que se escondiera bajo la cama y si las cosas se ponían feas él ya sabía cómo actuar.Abrí la puerta despacio. Ver esos ojos misteriosos y profundos me paralizó, aunque el corazón sintió una emoción indescriptible y un campo de protección. Me hacía sentir segura.—Hola Hada o te gusta más Jade Mazzoni.Empujé la puerta, pero su pie estaba metid
Manejo mi Mustang con la furia presionado a fondo el acelerado, no permitiré ser alcanzado por Fabio, por el espejo retrovisor encuentro que ese pequeño me observa sin parpadear; soy quizás un monstruo que solo está alterando su tranquilidad.—¿Mamá a dónde vamos? ¿Quién es este señor?Jade abraza el pequeño cuerpo de su hijo, noto su tensión—Es difícil de explica, —su lengua se trababa, con decirle a un niño de ochos años una mentira, como podre yo demostrarle interés sin sentir que estoy traicionando a mi hijo, —él es un hombre bueno que nos va cuidar de gente mala que nos quieres separar…TitubeaNo soy un maldito ángel, ni un hombre bueno.—¡Yo soy tu padre niño! —solté de pronto sin ni siquiera pensarlo, sin anestesia, sin el mínimo tacto, Callisto volteo a ver a su madre con confusión, mientras que la dulce Jade acuchillo a este pobre hombre con una dura mirada, era tan sensual — Lamento no saberlo antes pero tu madre pensó que a mí no me interesaba saberlo, hubo un malentendi
—Dejemos claro que nuestras vidas no tienen por qué mezclarse con nuestros propósitos, lo que tuve con Fabio o lo que tenga aun con él no es de su incumbencia —sus ojos se entrecierran con un brillo malicioso. Creo que mi respuesta no le satisface.Me aleja de la mesa donde el juez coloca los papeles, me estremece cada vez que sus manos tocan mi piel, soy mas vulnerable estando cerca de este hombre, sus labios sonríen y sus ojos cambia a una mirada divertida. — Cariño aun hay reglas que debemos establecer, tu no puedes serme infiel, yo no lo seré.—Creo que según los términos esto es un contrato, pero por que debemos limitarnos a vivir en fidelidad, puedes acostarte con cuantas mujeres creas necesario para saciar tu apetito, de mi no lo obtendrás, y no quiero a un ogro por esposo, un monstruo que maltrate a mi hijo o me tomes por la fuerza.—No soy capaz—dice con reproche, me remuerde una culpa por tratarlo de este modo, pero no lo conozco realmente —, cuando te presente a todos com
Me costaba una agonía tocarla sin sentir que algo corría por mis dedos, sin percibir su aroma y sentir que me volvía loco, sin desear algo que no estaba estipulado.Después de tomar una única fotografías, ella subió la escaleras para ir a quitarse ese hermoso vestido que entallaba a la perfección sus curvas. Jade se estremecía cada vez que colocaba mis manos sobre su cuerpo, su cintura, o sus brazos, no sonreía no era necesario, era perfecta y fina, frente a la cámara.Un par mujeres de servicio llegaron enviadas de una agencia de toda mi confianza. La casa necesitaba una limpieza profunda y Jade necesitaba toda su atención para destruir a su enemigo, también necesitaban un poco de privacidad para hacer un excelente trabajo.—¿Dime ahora qué sigue? —Pregunto al sentir mi presencia bajo el dintel de la puerta, ella limpiaba la habitación donde Callisto dormiría.La desesperación por acabar con la pesadilla. Brincaba en su mirada, en sus movimientos eran nerviosos.—¿Como puedo hacer es
—¡No mates a mi papá! —la voz de mi niño se escuchó atrás, me doy la vuelta Callisto estaba frente a una terrible escena,—por favor no mates a mi papá.Mi corazón se detuvo, no habia expresado ninguna alegría de conocer a su padre, pero ahora su grito araño mi entrañas.—Este hijo de mierda no es…—Suéltalo Fabio… —hable más fuerte para interrumpirlo —suelta a mi esposo.No quería hacerlo, veía en su mano empuñaba el coraje de jalar el gatillo, Archie sonreía como si hubiera expuesto a un traidor pensaba que estaba ganando terreno al hacerle creer a mi hijo que él era su padre, aun no conoce a Callisto. Acomodo su mano con el arma apuntándole mirándolo con rabia, enrolle mi mano en la suya, eso comenzó a calmar el agarre.—No lo hagas delante de mi hijo —le ordene, el aún seguía obedeciéndome como un perro fiel. Dejo de mirar al hombre en el suelo.Lanzo un grito y se puso de pie, dejando el arma en mis manos, le saque el cartucho, y desmonte el arma en un par de movimientos, corrí
Fabo se instaló en la habitación de huéspedes, con la puerta siempre entre abierta y durmiendo ligeramente. Guardo un arma bajo la almohada.Tome mis precauciones para dormir apartado de él, acomodando una cama improvisada en el piso, lista con una pijama para dormir. Estaba acostumbrada al piso, muchas veces tuve que dormir donde pudiera, siempre y cuando asegurara un lugar cómodo para Callisto.—No pienso dormir en el piso mi amor, —amenazo Archie sentándose en la cama, comenzó a quitarse el reloj, la corbata a desabotonarse la camisa, saco un zapato y levanto su pantalón, portaba escondida un arma atada a su pantorrilla. Se bajo los pantalones y se metió en la cama.Nunca levante la vista y hasta terminar acomodando el pequeño espacio en el piso, prestaba mucho cuidado a los sonidos. Mientras hubiera silencio era fácil, entre ruido era posible pero era complejo.—De cualquier forma esto no era para ti. —respondí con sequedad—¡Tu piensas dormir en el piso duro? —asentí.—Estoy aco
Mi hijo era bastante diferente, era muy sociable, cada día traía a casa frecuentemente a un nuevo amigo, era también muy listo y bastante ingenioso.Callisto es muy inteligente y un hermoso guerrero, su corazón es enorme pero tímido.—¿Puedo entrar? — se escondía en un rincón de la habitación detrás de un enorme baúl de madera.—¿Convencerás a mamá?Me senté antes de contestar a su pregunta junto a él en el piso.—Es tu madre, ella sabe que es lo mejor para ti, no puedo dividir tu opinión, si ahora intento hacer entender a tu madre que está cometiendo una injusticia contigo creerás que soy un padre que solapa todo, y no es así. —Es un niño, no era tan pequeño paga no entender lo que estaba sucedido.Pero como iba a explicarle que estaba en peligro porque su verdadero padre ahora sabe de su existencia. Esto era más complicado de lo que imaginé.— Tu madre tiene razones muy fuertes para pedirte que dejes de ir a la escuela, o querer cámbiate, ¿Dime alguna vez antes ya te ha dicho que te
Establecí una sola condición, era momento que se dejará de Juegos. Si existía un verdadero interés en hacer negocios, Jacomo debía presentarse el mismo. La cita era donde siempre, en el departamento.No habría tratos con los gatos. Las advertencias quizás estaban de más, ese hombre tenía seguramente un inmenso deseo de acercarse a Santoro. Conocer mis puntos débiles y a mi hermosa esposa.De cierto modo había pescado pez gordo sin ninguna intención.Jade no lograba tranquilizar sus nervios, estaba a punto de salir corriendo, notaba una repulsión contra Jacomo, al igual que a mí me eran insoportable ver esa sonrisa de demonio, sus ojos brillando y su irritante voz.Le bajarle esos humos de grandeza, hasta verlo en el piso suplicando por su maldita vida.Me cubrí con la máscara, al escuchar su pasos acercarse a la sala, Mi mano estaba involuntaria sobre el arma, mientras que el índice acariciaba suave el gatillo.No había socios en la sala, solo estábamos Jade, yo y por supuesto un dec