—¡No mates a mi papá! —la voz de mi niño se escuchó atrás, me doy la vuelta Callisto estaba frente a una terrible escena,—por favor no mates a mi papá.Mi corazón se detuvo, no habia expresado ninguna alegría de conocer a su padre, pero ahora su grito araño mi entrañas.—Este hijo de mierda no es…—Suéltalo Fabio… —hable más fuerte para interrumpirlo —suelta a mi esposo.No quería hacerlo, veía en su mano empuñaba el coraje de jalar el gatillo, Archie sonreía como si hubiera expuesto a un traidor pensaba que estaba ganando terreno al hacerle creer a mi hijo que él era su padre, aun no conoce a Callisto. Acomodo su mano con el arma apuntándole mirándolo con rabia, enrolle mi mano en la suya, eso comenzó a calmar el agarre.—No lo hagas delante de mi hijo —le ordene, el aún seguía obedeciéndome como un perro fiel. Dejo de mirar al hombre en el suelo.Lanzo un grito y se puso de pie, dejando el arma en mis manos, le saque el cartucho, y desmonte el arma en un par de movimientos, corrí
Fabo se instaló en la habitación de huéspedes, con la puerta siempre entre abierta y durmiendo ligeramente. Guardo un arma bajo la almohada.Tome mis precauciones para dormir apartado de él, acomodando una cama improvisada en el piso, lista con una pijama para dormir. Estaba acostumbrada al piso, muchas veces tuve que dormir donde pudiera, siempre y cuando asegurara un lugar cómodo para Callisto.—No pienso dormir en el piso mi amor, —amenazo Archie sentándose en la cama, comenzó a quitarse el reloj, la corbata a desabotonarse la camisa, saco un zapato y levanto su pantalón, portaba escondida un arma atada a su pantorrilla. Se bajo los pantalones y se metió en la cama.Nunca levante la vista y hasta terminar acomodando el pequeño espacio en el piso, prestaba mucho cuidado a los sonidos. Mientras hubiera silencio era fácil, entre ruido era posible pero era complejo.—De cualquier forma esto no era para ti. —respondí con sequedad—¡Tu piensas dormir en el piso duro? —asentí.—Estoy aco
Mi hijo era bastante diferente, era muy sociable, cada día traía a casa frecuentemente a un nuevo amigo, era también muy listo y bastante ingenioso.Callisto es muy inteligente y un hermoso guerrero, su corazón es enorme pero tímido.—¿Puedo entrar? — se escondía en un rincón de la habitación detrás de un enorme baúl de madera.—¿Convencerás a mamá?Me senté antes de contestar a su pregunta junto a él en el piso.—Es tu madre, ella sabe que es lo mejor para ti, no puedo dividir tu opinión, si ahora intento hacer entender a tu madre que está cometiendo una injusticia contigo creerás que soy un padre que solapa todo, y no es así. —Es un niño, no era tan pequeño paga no entender lo que estaba sucedido.Pero como iba a explicarle que estaba en peligro porque su verdadero padre ahora sabe de su existencia. Esto era más complicado de lo que imaginé.— Tu madre tiene razones muy fuertes para pedirte que dejes de ir a la escuela, o querer cámbiate, ¿Dime alguna vez antes ya te ha dicho que te
Establecí una sola condición, era momento que se dejará de Juegos. Si existía un verdadero interés en hacer negocios, Jacomo debía presentarse el mismo. La cita era donde siempre, en el departamento.No habría tratos con los gatos. Las advertencias quizás estaban de más, ese hombre tenía seguramente un inmenso deseo de acercarse a Santoro. Conocer mis puntos débiles y a mi hermosa esposa.De cierto modo había pescado pez gordo sin ninguna intención.Jade no lograba tranquilizar sus nervios, estaba a punto de salir corriendo, notaba una repulsión contra Jacomo, al igual que a mí me eran insoportable ver esa sonrisa de demonio, sus ojos brillando y su irritante voz.Le bajarle esos humos de grandeza, hasta verlo en el piso suplicando por su maldita vida.Me cubrí con la máscara, al escuchar su pasos acercarse a la sala, Mi mano estaba involuntaria sobre el arma, mientras que el índice acariciaba suave el gatillo.No había socios en la sala, solo estábamos Jade, yo y por supuesto un dec
Me repugnaba, era un asco tan incontrolable, trajo a mi memoria esos malos recuerdos de lo ocurrido, sus manos recorriendo mi cuerpo, sus labios dejando sobre mí su saliva, su voz susurrando en mi oído palabras asquerosas. Su olor, su calor, quería quitarlo de mí, borrarlo de mi memoria, pero era tan vivido, como si acabara de hacerlo ahora.No fue mi primera vez, no era virgen pero fue la peor experiencia de mi vida, ninguna parte de mi cuerpo ni un poco de mi alma encontraron un rastro de química, de deseo, o la más mínima satisfacción.Se sació de mi cuerpo, sin hacerme llegar, fue brusco, una bestia sin control que no sabe cómo complacer a una mujer, me lastimó físicamente, me mato el alma.Era recordar con tanta claridad como si acabara de obligarmeArchie caminaba por la estancia agitando el arma, murmuraba y maldecía. Caminaba hasta mí y trataba de decime algo, pero se contenía, era como un niño que acaba de cometer un error, algo tan grave que no existieran palabras para repa
Dormir era imposible, observaba el reloj a cada instante. Archie tampoco dormía, en un momento estaba sentado sobre una silla fumando un tabaco y al otro estaba caminando por el pasillo fuera de la habitación.Entraba para averiguar si ya había dormido, yo esperaba información si todo salía bien hoy no tendría más de que preocuparme por un poco tiempo.—Debes descansar hoy fue un día muy difícil—No me digas lo que tengo que hacer.—Solo trato de cuidarte —ese tono, me tenía lastima y era algo que no soportaba.No estaba tratando con una niña.—Me se cuidar lo he hecho por años —debía ser dura, demostrar m fuerza, no deseo causar una lástima ni un consuelo forzado, —No te necesito, este matrimonio es una farsa, no hay motivos para obligarte a preocuparte por mí.Se apartó con un suspiro pesado. Me miro estando de pie de costado y con las manos sobre las cintura—Tienes razón, después que bailemos sobre el cadáver de Tarantino yo desapareceré de tu vida y de la de tu hijo. —mis ojos vo
El delicioso color purpura se deslizaba por mis barbilla, me mantuve inmóvil por un momento, acaba de besarla sin motivo, solo por qué estaba ahí frente a mí con las perfecta inocencia.Pase mis dedos por la comisura de mis labios, frote la sangre entre ellos, mastique el sabor a hierro en mi boca me dolía como mil infiernos quemándome la caraEsa mujer era como un pequeña flor, frágil, hermosa sacudida por una tormenta, pero firme, fuerte y valiente como una guerrera solitaria.No podía negarlo, me hervía la sangre con eso labios tan dulces, con esa mirada suplicando ayuda era más fuerte que yo, o yo era un pedazo de miseria débil ante ella, ni siquiera el recuerdo y el dolor de no tener a mi esposa dominaron mis deseos. Jade era algo tan misterioso y delicioso, algo que deseaba poseer como un lobo hambriento.Estaba duro, quería ir tras de ella perseguirla, seducirla, amarla con prolongadas caricias, pude sentir cómo su cuerpo vibro bajo mis brazos solo un poco más y caeríamos al fu
Es sorprender lo que se puede encontrar con el nombre de cualquier miserable rata de alcantarilla, hubiera disfrutado verlo al cara, verlos aplicar a ese asqueroso hombre lleno de manteca en la barriga y el cerebro, cuando el banco lo despojo de lo que él llamaba departamentos. Tenía deudas hasta el cuello, habia conseguido conEspero que al menos sus amigos de cierta casa de apuesta le den un buen escarmiento por deudor.Vendée mi mano para que Callisto no viera las heridas mientras tomamos el desayuno. Su madre tardo en bajar tanto que supuse que no desayunaría con nosotros.Hasta que percibí su aroma, camino despacio hasta la silla, era hermosa, cada mas hermosa, mas que el día anterior.Me quede como idiota, conservándola como sise tratara de un ángel con ese vestido blanco.—Buenos días—Buenos días, quieres pan tostado, algo de fruta? —le acerque el canasto con las piezas, ella noto mi mano, estaba mal envuelta,—Quieres que yo lo haga, estoy segura que haré un mejor trabajo. —