Sahar
Dios, navegar medio mar ha sido horrible, es mejor viajar en un tanque de guerra. Sonrío con mi pensamiento, aunque no quiera nuestro amor se hace presente a cada momento. Recuerdos vuelven a mi cabeza, Ali enseñándome a manejar uno, fue una experiencia increíble, pero aterradora porque una vez más me mostraba que estábamos en combate. Salgo de mis pensamientos cuando abren la puerta de la bodega del barco donde íbamos y un señor canoso nos da la bienvenida a Hampur y nos indica el camino. Al salir del navío vemos que nos esperan dos carros y no entiendo por qué hasta que nos separan.
Entonces caigo, mi tío me ha vendido a mi padre y aunque trato de salvar a mi familia, con el pie enyesado me es imposible. Mientras me sujetan, mi tío dice que solo debo cumplir mi parte, que él hará lo que le pedí, cuidar a la estirpe. Bajo gritos de las tres, me montan obligada en el otro auto y llena de rabia, soy llevada hasta una gran mansión. Me llevan casi arrastrada hacia la oficina de mi supuesto patriarca y allí, frente a mí, el hombre que más he odiado en mi vida me sonríe con frialdad.
—Sí que te has vuelto hermosa, hija mía, mucho más que tu madre cuando era joven.
Si hay algo que aprendí en los combates fue a nunca mostrar mis emociones al enemigo, sobre todo cuando te torturan.
—No soy tu hija, no uses esa palabra conmigo. Devuélvame a mi familia.
—¡Ja! Es cierto que eres una renegada. Tranquila, no les pasará nada… mientras cumplas con tu parte.
—¿Qué parte?
—Es sencillo… solo debes adoptar mi apellido y casarte con el hijo de mi enemigo.
Lo miré sin entender al principio, hasta que fue evidente, este perro pretende tenderme de carnada y no le importa si muero en el fuego cruzado. Hijo de los miles… No, tranquila Sahar, cabeza fría, no tienes nada que perder, puedes casarte y luego ver como zafar para escapar con tu gente.
—¿Cuándo?
—Buena chica, esa es la actitud, si continúas con el plan tu madre y hermana serán liberadas pronto.
—¿Cómo puedo creerte?
—Sahar, todo en la vida es una apuesta, solo puedes esperar y ver si ganas algo.
“Maldito” “Hoy has ganado, pero es nada más una de las primeras batallas, en el futuro yo ganaré la guerra”. Así sin más todo comienza, soy llevada a una habitación de la cual no puedo salir. Ni quiero, si tengo un yeso que podría inventar, claramente esperar. Además, mientras no vea la cara de ese asqueroso, que dice ser mi padre, pues mejor.
En toda la semana no supe nada ni de ese individuo ni de mi familia. Hasta que un día llegan varias mujeres a mi cuarto y comienzan a arreglarme sin siquiera explicar. No es que haya habido necesidad, al ver el vestido fue suficiente. Sentí revoltura de estómago al verlo y mi corazón se apretó, Ali, perdóname, amor mío. Creo que a partir de hoy no pararé de pedírtelo.
Lo peor es que esté supuesto día, en el que una novia debía ser feliz, era todo lo contrario para mí. Lo que más me marco en esa fecha, fue que mi futuro esposo jamás se presentó y tuve que firmar sola. No solo me casé fuera de mis costumbres, sino que también he sido abochornada. Nada nuevo, supongo que ya no queda nada más que tengan la posibilidad de quebrar en mí. Han barrido con mi orgullo y dignidad el piso de sus casas.
Luego de acabar con todo el teatro, entonces soy traslada a una mansión más pequeña que la de mi padre. Pero eso me da igual, solo me encierro en la habitación, sé que mi esposo no aparecerá. Ha venido el secretario de mi suegro y me ha mostrado el contrato diciendo que es por un año este circo. En ese tiempo me conviene portarme como la esposa perfecta. Mi marido no vivirá conmigo y yo feliz, no quiero que me toque.
Se me suministrará un estipendio, el cual no necesito, pues tengo manos para trabajar. Se me advierte que nunca debo molestar a mi esposo, pero como hacerlo si no poseo ni su número y no conozco su cara, qué idiota. La casa tendrá vigilantes que vivirán en la vivienda de atrás y bajo ningún concepto puedo tener amantes durante el tiempo juntos. “Ja, ¿nada más yo o existirá para los dos la cláusula?”.
En fin, lo único que poseo en mente ahora, es descubrir una forma de escapar de este infierno llevándome a mi familia. Antes corresponde recuperarme durante el mes y medio que me queda, para luego laborar y hacer mi propio dinero. Mantendré un personaje de mujer casada, preocupada por su hogar, solo para poder investigar el lugar y marcar las formas de salida. No creo que muchos me pongan atención, aunque al ser la hija de ese desgraciado, eso puede complicar todo. Decidida a comenzar a partir de mañana mi plan, me quedo dormida.
La luz entra por la ventana, seguidamente de que alguien abriera las cortinas.
—Buenos días, mi señora, tomará el desayuno aquí o piensa bajar.
La miro con recelo, en lo que analizo que hacer.
—Buenos días, bajaré a tomarlo.
—Muy bien mi señora, si necesita algo más solo avísenos, mi nombre es Ciril.
—Okey Ciril, gracias y por favor nada más llámame Sahar.
—Entendido se… perdón Sahar.
Le sonreí y la dejé salir para comenzar mi rutina de la mañana. Y luego con la ayuda de una muleta bajé hasta el comedor, fijándome en cada parte que pude ver de la casa. Desayuné tranquila e inmediatamente llamé a los trabajadores del sitio, era hora de ir abriendo huecos para debilitar la seguridad y de ese modo escapar. Por eso les pedí que solo viniesen días señalados, para que así me dejaran revisar la zona sin sospechas. El mayordomo me dijo que tendrían que consultarlo con mi esposo, lo cual acepte, al final es el dueño de la casa.
Sabía que eso de que abandonaran de primera y pata el hogar era pedir mucho, así que las primeras dos semanas solo iba del cuarto al comedor. No es que pudiese hacer mucho, aún peleaba con la muleta, no podía manejarla a mi gusto. Así que con calma practique para poder avanzar algo más por el terreno.
A la tercera semana las cosas comenzaron a pasar como había pedido, el mayordomo me informo que había sido aprobada mi petición. Estaba feliz, era hora de dar un paso más allá. Así que, al día siguiente de la noticia, luego de desayunar, decido salir. Ya que no puedo caminar demasiado, pues me canso e incluso el yeso me lastima al ser tan alto, opto por tomar asiento en la sombra del patio. De esa manera, con disimulo, observé a las personas encargadas de la vigilancia. Conté las postas y me aprendí los lugares de cada una y el recorrido hasta donde podía verlos, estos eran los primeros pasos.
Ya cansada de estar en la misma posición, decidí regresar cuando casi voy al piso, ya que la muleta me resbalo con la hierba. Pensé solo en que iba a ser dura la caída, pero alguien me sostuvo fuertemente por la cintura. Unos ojos marrones chocaron con los míos y un extraño sentimiento me recorrió. Sentí mis mejillas teñirse de rojo y me avergoncé del modo que mi cuerpo había reaccionado. De forma rápida, me aparté de él y mis ojos se humedecieron, la culpa me invadió doble, por Ali y por ser una mujer casada. Me zafé totalmente de su agarre y dando las gracias como pude corrí adentro, resbalé en la escalera hacia los cuartos y volví a incorporarme apenada. Cuando entré al fin a mi habitación, me dejé caer contra la puerta y lancé el soporte llena de rabia gritando, con la misma rodé hasta sentarme en el suelo para llorar.
Qué diablos pasaba conmigo, porque de repente olvidé los amados negros y encontré esos marrones tan vivos. Acaso puedo olvidar tan rápido mi amor por un simple hombre y estoy casada, no lo puedo olvidar. Al rato me calmé y arrastre hacia la cama, donde me quedé rendida hasta que los toques en la puerta me hicieron reaccionar.
—¿Sí?
—Sahar, al jefe de seguridad le gustaría tener unas palabras con usted y la cena ya está lista.
—Okey, gracias, tomaré un baño y lo veré abajo.
—Bien.
Dormí unas cuantas horas, necesitaba despertarme, así que tomé un baño y con calma, para no caer otra vez, bajé. Cuál fue mi sorpresa al ver que los ojos marrones pertenecían a mi jefe de seguridad. Este se presentó con el nombre de Ro y sus dos compañeros eran Fernando y Donal. Los saludé cordialmente y los invité a cenar, al principio se negaron, pero lo pedí de por favor, odiaba comer sola ni en el ejército lo hacía.
Ya sentados jamás miré a Ro, temía que fuera a ponerme en evidencia, no sé qué diablos era, sin embargo, algo me atraía a él. “Sahar, por la memoria de Ali, por el amor de ustedes no puedes caer; y porque estás casada”.
—¿De dónde proviene señora?
Su voz era tan varonil, por Dios denme un respiro, reuniendo fuerzas, le contesté.
—Seobi.
—¡Oh! Entonces es una refugiada.
Me hablo el rubio de los tres, creo que es Fernando.
—Se puede decir eso.
Como pude le sonreí, aún no estaba lista para hablar sobre mi país y su nueva condición, el dolor era muy reciente. Al parecer se dieron cuenta, porque terminamos la cena en silencio y luego de despedirlos, regrese a mi cuarto. Al cual accedí nerviosa, pues Ro se ofreció a ayudarme a subir y tomar su mano me hizo temblar nuevamente. Por Dios Sahar, debes detener esto ahora mismo.
RogelEs la segunda vez que tenemos contacto y es tan raro este sentimiento que siento, solo ver sus hermosos ojos me ponen nervioso. Hace tanto que no me sentía así, desde que era un adolescente. Lo más extraño es que se nota triste, sobre todo cuando hablamos de su país, el dolor fue evidente.—Debo decirte hermano, tienes suerte, tu mujer es hermosa.—¡Hey! No te pases Donal.—¡Seh! Tranquilo, no estoy interesado, solo digo.—Lo sé, pero hay algo raro en todo esto, ella no tiene buena relación con su padre.—¿Cómo lo sabes?—Hable de sí su padre viniera a visitarla que debíamos hacer y su cara no cambio, pero sus puños apretaron con fuerza el pantalón. Luego me dijo que no lo dejáramos pasar, así que hay problemas entre ellos evidentemente. Quizás no acepto tan tranquila como cree mi progenitor esta situación. Debemos investigar más a fondo, pusieron a la persona que pedí dentro Fer.—Si no te preocupes, ya está todo en su lugar.—Bien, volvamos.—De verdad no piensas contarle quié
SaharHe despertado otra vez temprano, una pesadilla me ha mantenido en vilo en estos días. En ella, Ali me dice que me quiere feliz, que viva y yo solo puedo llorar al escucharlo. Quiero abrazarlo, pero se va caminando y aunque trato de alcanzarlo, no avanzo. Es frustrante ver lo rápido que se aleja y como, a pesar de esforzarme al máximo, no logro dar ni tres pasos, es como si estuviese en cámara lenta. Al final, cuando por fin avanzo y las yemas de mis dedos acarician la camisa de Ali, me despierto.Cada vez que lo hago estoy empapada en sudor y lágrimas, el aire entra con fuerza en mis pulmones. Me siento tan perdida, que por un momento me pregunto si puedo pecar pensando en quitarme la vida, pero mi fe no me lo permite.Al verme en el espejo, agradezco que Ciril ya no debe venir a despertarme, porque las pesadillas lo hacen por ella. Además de que no trabaja todos los días como yo misma pedí, a no ser la cocina y el mayordomo, que solo están en los momentos necesarios. Mi esposo
RogelSalgo de su habitación y luego de unos pasos me recuesto a la pared, esta mujer es peligrosa. Mi padre tiene razón, debo alejarme de ella y más, después de lo que paso hoy. Mientras todos corrían, ella ni se movió, era como si supiera que esto pasaría. No tengo dudas de que el ataque fue orquestado por su padre, pero que ganan haciendo esto, es lo que aún no me queda claro. Al final, está poniéndola a ella en peligro también, no que la ama perdidamente.Cierro los ojos por un momento y esos ojos verdes se fijan en mi mente, esos que para otros pueden parecer vacíos. Mientras que, para mí, en este corto tiempo que los he visto de cerca he podido leer diferentes sentimientos. Dolor, vacío, vergüenza y ahora creo haber percibido… ¿Deseo? O será que reflejé en ellos lo mismo que yo sentí hace un momento, porque no voy a negarlo, esa forma en que mordió su labio casi me enloqueció. La deseo, como nunca he querido a otra mujer, por Dios, esta lujuria tiene que parar. Si no lo hago, me
SaharEstas pesadillas han pasado de castaño oscuro, ya no solo son en las noches, sino que también a cualquier hora que cierre mis ojos. Pero esa no es la peor parte, sino que ahora ya no es solo una pesadilla, además he comenzado a tener otro sueño también recurrente. Es que ya no solo lloro por Ali, además de eso para rematar, me levanto sudando y llena de deseos por Ro. Sí, tengo un sueño húmedo con él y siempre me despierto en la mejor parte.Paso frustrada mi mano por mi rostro, mis pensamientos tampoco ayudan en lo más mínimo. Dios, dame un respiro, mi conciencia y deseo van a matarme si se siguen aliando en mi contra. Es una lucha entre ojos negros y marrones que me devoran. Jalan de mi alma sin contemplación, poniendo mis sentimientos en todas direcciones y mis ideas tan enredadas y alocadas que no logro pensar con claridad.Al menos algo bueno pasará en mi vida para traerme calma, ya hoy me quito el yeso, estoy feliz de volver a recuperar movilidad e independencia. Ahora si
SaharNo obstante, no abandono el mantener mi cuerpo listo para la acción y por eso he comenzado mis ejercicios. Uno de los regalos de mi esposo invisible, fue un teléfono nuevo con todo, así que puedo escuchar música mientras práctico, es mucho más fácil cuando me aíslo del mundo. Por ahora corro alrededor de la casa a primera hora de la mañana, luego de un buen calentamiento, ya que no quiero lastimar mi pierna de nuevo. Hago mis adiestramientos de rutina, los que practicábamos en el batallón. Debo reconocer que estos son bastante fuertes, por lo que debo coger calma con el inicio si quiero llegar a mi cama caminando. A veces siento nostalgia de todos los que abandone mientras entreno, pero que puedo hacer, este es mi nuevo campo de batalla. Por ahora buscaré recuperar la fuerza de mi pierna y luego comenzaré la búsqueda de mi familia.No sé cómo la estarán pasando mi madre y hermana, pero puedo suponer el modo en que las tienen. Mi tío siempre ha sido un holgazán que cree, como la
RogelDespués de unos días de estar alejado de ella, me he sentido inquieto, pero mejor. Incluso me disculpé con los chicos por haberles gritado, ellos dijeron que entendían y que harían lo posible por encontrar todo sobre el tal Ali. Hasta ahora no ha habido resultado, es difícil debido a que hay muchos Alis en Seobi.En fin, la llevé a que le quitaran el yeso y no me separe de su lado. Usé cada momento que pude para sentir su piel, su olor y su calor sin que se diera cuenta, la rozaba cada vez que podía. Ya lo sé, soy un ser extraño, primero la quiero lejos y ahora no quiero despegarme. Ni yo me entiendo, sin embargo, es así como me siento.Luego de que podía caminar libremente, su existencia comenzó a cobrar vida, no paraba por nada, era una máquina. De todas las mujeres en mi vida muy pocas me han impresionado y esta chica me tiene fuera de todo. Cuando no estaba ejercitándose, buscaba trabajo, por cierto, no me opuse a que fuera independiente. Eso sí, le busqué un trabajo donde p
SaharSupongo que debo agradecer al cansancio que tengo en estos días, que no me ha permitido volver a soñar. Estoy solo durmiendo unas cinco horas para empezar mi entrenamiento a las seis de la mañana e ir a trabajar. Luego regreso y me pongo en las clases, termino a las once de la noche con estas y entonces me hago la que duermo para luego escaparme.Estoy feliz de que al menos he logrado encontrar la guarida de mi tío, luego de vigilar por algunas noches la casa de mi padre. ¿Cómo encontré el hogar del señor Xaham? Dije que encontraría quienes eran sus espías y lo hice. Uno cayó en mi trampa siguiéndome la primera noche, lo atrapé y está encerrado en un lugar especial del cual no podrá salir… jamás. Existe una regla que impera en todas las guerras y esta es que matas o te matan, son las circunstancias quienes te obligan a tirar del gatillo, pero igual lo haces. Mas, ahora estamos fuera de esta y aunque no soy una asesina, este hombre si lo fue y por él mi cordura se marchó lejos du
RogelLa prueba definitiva ha llegado, Sahar Jayas era la prometida del tal Ali. Al parecer ese apellido es el de su madre y al llegar aquí se lo cambió para ser reconocida como hija. Además, para poder casarse en mi familia como solicitó su padre a través del acuerdo. Aunque mi progenitor dijo que era una rama de olivo, en realidad también fue un acuerdo comercial entre familias. Era dejarle algunos espacios sin nuestra competencia y a cambio ellos nos darían paz en el mercado internacional por un tiempo. No me gusta, pero es mi padre quien lleva los negocios de la familia.Pensando en lo que acabamos de descubrir, no voy a mentir, creo que iba a quebrar mis manos en el saco de boxeo, odiaba a ese hombre que ni existía. Ese que jamás he conocido ni conoceré, ese que es un héroe de guerra, ese por el que ella llora y pide, el que tiene su amor. ¿Cómo luchas contra un muerto? Estoy perdido en mis sentimientos, por más que quiero encerrarlos se están saliendo de control.Deje el gimnasio