AUTOR.Después de ese beso, Adiel supo más que nunca que ella aún lo amaba, las palabras que dijo no salieron del corazón, lo que Crys estaba haciendo, era lo mismo que él le hizo cuando la dejó en aquel parque.Ella le estaba haciendo pagar su abandono, pero él no estaba dispuesto a perderla nuevamente. Si cuando llegó y fue por ella se retiró, fue porque la vio feliz, fue porque creyó que ella lo había olvidado, pero luego de ese encuentro, de que la sintió temblar mientras la besaba, no iba a retirarse, iba a pelear por ella, iba hacerle ver qué él, era el único en su corazón.Adiel salió del centro comercial y se dirigió a casa, se sentó al lado de su madre —La vi—, aquella mujer que tenía una pequeña prenda para su nieto le miró.—Lo sé, tu hermana me lo contó—, dejó de lado lo que estaba haciendo —Dicen que cuando el destino te vuelve a poner a esa persona en el camino, no siempre es porque te quiera a su lado, si no, para cerrar algo que quedó abierto.—Mamá, sé que no es eso,
Al igual que Crys, Will estaba convencido que una vez casados y viviendo lejos dónde no se encontrara Adiel Brenes, Crysthel lo llegaría amar con todo su corazón. Se encargaría de cada día hacerla feliz y ayudarla a olvidar ese amor que le hizo tanto daño en el pasado.Will Lewis no estaba dispuesto a renunciar a su Crys, era la única chica que en su jodida vida le había llegado al corazón, y no iba a dejarla libre, no después de que ella lo eligió a él y si lo eligió era porque sabía que a su lado podía ser muy feliz, aunque para eso debieran irse al último rincón del mundo, pero estaba muy optimista que ella lo amaría aún más de lo que amó a Adiel, y que este saldría de su corazón y no habría momento para que lo pensara.Pero no todo salió como Will lo tenía planificado, él había olvidado algo, algo que su padre le había dicho cuando era apenas un niño, y a solo minutos de que empezara la ceremonia, un hombre conocido se acercó a el altar y le entregó un sobre.Will tomó el sobre mi
POV DE CRYS.Yo nunca imaginé que el día de mi boda, el novio me abandonaría, y por alguna razón no lo odiaba menos lo juzgaba. Él solo hizo lo correcto, no podía quedarse a mi lado para intentar sacar a un hombre que llevaba años ahí, un amor que no sabía si algún día podría reemplazar.Cuando dije, “voy a marte por siempre Adiel”, lo dije porque en ese momento sentía que no había ni habría en el futuro un hombre al cual pudiera amar tanto como lo amaba a él, y creo que sí no hubiera aparecido de nuevo en mi vida, lo hubiera olvidado, pues Will era un maravilloso hombre, estaba convencida de que a su lado sería muy feliz, sin embargo, el destino no lo quiso así, volvió a ponerme a Adiel delante.Después de este desastre mis padres y hermanos quisieron que regresara a Estaquía, pero no iba abandonar mis estudios, no por haber sido plantada por un maravilloso hombre iba a renunciar por lo que tanto me había esforzado. Ahora más que nunca debía centrar la mente en los estudios.Jack qui
Sus dientes raspaban mi cuello llegando hasta el mentón, aquellas manos divinas rodaban por mi delgada espalda y sus muslos eran el sostén de mis nalgas, mientras mis piernas estaban envueltas en su torso.Aquellas suaves manos se envolvieron de mis hombros y los afilados dientes apretaron mi labio inferior y lo templaron con suavidad al mismo tiempo me empujaba desde ahí para embestirme con suavidad llevándome al paraíso.—A…di…el—, tartamudeé en un susurro cuando me recostó en la cama y volvió a entrar en mí, llenado mi núcleo con su vigoroso y exquisito miembro, y cuando se empujó, cuando me embistió gimoteé completamente excitada.Nunca pude olvidar su toque, besos, caricias, gruñidos, exhalación rápida, áspera y agitada, sus contundentes embestida, susurros de un te amo a mi oído. Lo de regarse en mi interior era nuevo, una nueva experiencia la cual ha sido exquisita y placentera. Joder, esto era el mismo paraíso, estar en sus brazos era como alcanzar la gloria y ser dueña del un
Tengo una familia maravillosa, una familia de esas que se aman con toda el alma y que todos se llevan de lo más bien, dónde no existe la envidia y el rencor.Son tres hermanos los que tengo, incluida mi hermana, en total somos cuatro. Mi hermano mayor es un importante militar que acaba de salir de franco, después de algunos meses sin verlo, ha regresado. Mi segundo hermano estudia la universidad al igual que mi hermana, ambos siguen la misma carrera, tras de nacer el mismo día, han elegido estudiar lo mismo, sus metas son llegar a ser doctores importantes en el país.Ahora que mi hermano ha regresado, lo más probable es que por la noche se realice una reunión familiar con los más allegados a él y la familia. Supongo que Adiel, el mejor amigo de mi hermano y mi profesor, se hará presente. Pensar en eso me emociona, pero a la vez me entristece, porque seguramente no llegará solo.*Cuando la noche llegó, la familia se hizo presente. No toda, al menos la de papá si, ya que era una famil
—Suéltame.—Escucha bien Crys, tu eres mía y de nadie más.—¡Eres un asqueroso!, ¡soy tu prima!—¿Y? Eso no quiere decir que no podamos estar juntos—. Intentó besarme y le di un rodillazo.—¡Me das asco!, ¿entiendes? ¡Asco! —. Salí corriendo para ir a mi habitación por las gradas de la parte trasera, él me siguió y me apegó a la pared.—En cambio tú, tu me encantas.—¡Aléjate o grito!—Escucha Crys, el profesor Adiel jamás pondrá sus ojos en ti, solo eres una niña para él, en cambio nosotros tenemos la misma edad.—Aléjate cerdo—, lo empujé —No me sigas porque grito y le cuento a mis hermanos todo, ya imaginas lo que Jack te hará. Dicho eso se quedó quieto y me dejó ir, subí corriendo las gradas hasta llegar a la habitación, me encerré en ella y puse seguro en la puerta, una vez dentro me lancé a la cama y lloré con fuerzas. Lloraba por todo lo que tenía guardado dentro, por tener que soportar al asqueroso de Diego y por el amor imposible que sentía por Adiel. Aquella noche no vol
—Yo llevo esto—, quitó de mis manos el carbón y al momento que nuestras manos rozaron mi corazón se detuvo, era como si se hubiera quedado inerte, pero aún continuaba viviendo, luego arremetió con latidos que parecían tambor en pleno desfile, me quedé perpleja mirándolo partir. Estaba absorta recordando aquella pequeña escena donde solo un roce despertó todas las células de mi cuerpo. Joder, que sería si sus labios se unieran a los míos o sus manos recorrieran mi cuerpo, yo creo que me desmayaría en ese instante.Cuando escuché el auto de mis padres llegar me volteé a verlos, me parecía que hubiera sido un excelente día si no hubieran traído a él asqueroso de Diego, pero como iban a dejarlo fuera, si mi padre jamás dejaría a su hermana fuera de un día como este.—Mantente alejado de mi rata asquerosa—, le dije una vez que le vi acercarse. Nadie escuchó, puesto que todos estaban acomodando las cosas que habíamos traído para preparar. —Adiel jamás te hará caso— sonrió de forma despre
Conteniendo la respiración asentí. Dio media vuelta y se fue, miré a Cleo y sonreí. Seguido fui tras de él, mis piernas temblaban y mis manos estaban completamente heladas, joder, que temblor el que se había apoderado de mi. Cuando llegamos a la oficina había pocos maestros, entre ellos estaba su esposa, la cual me miró de forma normal y segundos después continuó en lo que se encontraba. —Míreme a mí—, dijo Adiel con voz suave —No mire a los demás licenciados. Succioné gruesa saliva y lentamente dirigí la mirada a él, conectar mi mirada con la suya fue un impacto al corazón. Este último se disparó como bombos y platillos, creo que incluso mi rostro se encendió porque una calentura recorrió mi cuerpo. Los ojos negros de Adiel no se despegaban de los míos, carajo que su mirada era intensa y asechadora.De pronto me vi obligada a bajar la mirada, porque su esposa se acercó y le dio un beso, cuando eso sucedió sentí un nudo en mi estómago y una inmensas ganas de llorar. Mordí mi labio