Sin tener ni idea de lo que ocurría, los lindos chicos seguían bebiendo, en ese bar de mala muerte, propiedad de los Santisteban. Sin saber que vigilaban cada movimiento que ellos hacían, Jared Smith era muy audaz en todo, la espera había sido larga, pero será placentera la venganza.Los Graham no podían encontrar a sus bellos amantes, era como si los hubiera tragado la tierra. No podían ir y presentarse como si nada a la casa de ellos, sería demasiada desvergüenza de su parte, los van a buscar después de desaparecer sin ninguna excusa, ni pensarlo. Se iban a volver locos así, pero todo era su culpa por no avisarles, ellos solo estaban molestos por su desaparición.Totalmente desesperados, sin pistas de ellos, solo les quedaba recurrir a los más confiables, los guardaespaldas que ellos contrataron, los habían estado siguiendo en todo momento, pero no les habían dado noticias. Y como invocando al diablo, ellos los llamaron. — Señor Graham, su esposa y cuñado están en un bar de los San
Al querer acercarse a ellos, vieron como algunos extraños coqueteaban descaradamente a sus parejas. Sonriéndoles y enviándoles bebidas.— Es el colmo — pensó Eva al ver que Franck reía plenamente y correspondía al coqueteo, la sangre le hervía por dentro, pero tenía que contenerse nada de espectáculos, era una dama.Mientras Marcos, vía como su hermosa esposa estaba siendo cortejada por otro, dándole hasta su número y depositando un beso en esas manos que solo le pertenecían a él, lo mataría por posar su boca en las manos de su esposa. Sin poder aguantar más se abalanzó sobre el hombre en cuestión y le dio un puñetazo en la nariz, la cual empezó a sangrar profusamente. Jalo a su esposa sin hablar, ni ver más, los celos estaban haciendo de las suyas y su racionalidad estaba por la borda. No quería hablar, para no herir a su amada, no quería decir palabras duras, de las cuales se arrepentiría después. Pero no podía soportar ver a nadie acercarse a su Rebeca, nadie podía hacerlo, se esta
Al verse sola en el taxi, el alma de Rebeca se sentía rota y toda fragmentada, poco a poco su corazón se desangro de dolor, no aguantaba más y se puso a llorar a mares sin importar donde estaba.Franck y Aura, se dieron cuenta que Marcos estaba como petrificado en el mismo lugar, sin moverse, eso significaba que su linda amiga le había dicho algo para que este en ese estado, y se había ido dejándolo como si nada. Obvio ellos sabían en realidad como se sentía Rebeca era muy sensible y le afectaba, aunque no lo diera a notar.Aura la llamo, el teléfono sonó una, dos, tres veces, después de eso contesto. —Tu departamento dijo sollozando y cerro — Aura apretó el celular en su mano muy fuerte, acción que no pasó desapercibida para el Soler, que tomo esa mano y dio leves caricias, sin saber que dos personas iban saliendo del mismo lugar y vieron sus acciones. Franck, le hablo algo al oído y ella asintió, se subieron al carro y partieron al departamento de ella, dejando atrás todo, con los á
Rebeca llegó al departamento y se tiró al mueble a llorar sin consuelo, su garganta se desgarraba de los gritos, pero no podía hacer más, aunque sus memorias no hubieran regresado, su corazón y cuerpo sabían muy bien a quien le pertenecían y eso le dolía más. Anhelaban el toque de esas manos, su cercanía, sus besos, las caricias, como él, la envolvía en ese mar de emociones y pasión, Era lo que le hizo falta todo este tiempo. ¡Cinco años! sin entender que era lo que le faltaba, que era ese vacío que sentía, la soledad que siempre la acompañaba, la desesperación, sus sueños tan recurrentes, con aquel hombre sin rostro, que siempre se hacían presente, que calentaban y picaban en su piel. Todo era por el estúpido Graham ¿por qué el destino era así con ella y su hijo?—Pero hasta aquí llega el barco, dejaremos este puerto, aunque se nos vaya la vida en eso, ¡Ya no lo necesitaremos!, solo seremos los tres y ya — se dijo Rebeca a sí misma. Me levante del sofá, fui a la cocina tome mucha ag
No hay opcionesAl llegar el amanecer, los chicos decidieron que no habría vuelta atrás, simplemente se irían, así como llegaron, sin más, ni menos, con un factor claro “Joshep” ahora también se iría con ellos, aunque tengan que virar el país entero. Se bañaron y vistieron muy formales, eran hermosos, los tres vestían de negro, una vestida con un prominente escote con encaje rojo, el otro, corbata morada y el infaltable blanco, Aura parecía tan inocente en ese vestido, nadie se daría cuenta de sus estados o de su mente caótica.Llegaron muy temprano a las oficinas, Rebeca estaría a cargo de Aura, al ser la más joven debe aprender de ella y ya tenga experiencia cuándo llegarán a la sede en los Ángeles.El Soler fue directo a su oficina, las otras dos fueron a tomar un café, les hacía falta sus cerebros se los agradecerían. Cuando escucharon el grito histérico de Franck desde su oficina, ellas corrieron como si su vida dependiera de ello.Al llegar hay encontraron la oficina, llena de
Salió del edificio tan cansada como si estuviera cargando una piedra el doble o el triple de su tamaño, su corazón latía muy fuerte como si quisiera salirse, sus ojos picaban, su garganta estaba seca. Se sentía desfallecer en ese momento, no pensó en nada, tomo el primer taxi que vio para llegar a la empresa, necesitaba de su hermano y amiga. Se bajó del auto como si el mundo le hubiera caído encima, no soportaba todo esto. Su teléfono sonó y contesto por inercia.—Buenas tardes.—Señora Vera, soy el detective ya tengo la información que me pidió.—Está bien, venga a mi oficina hablemos ahí, no quiero que nadie se entere de esto, además necesito que ellos se enteren. —Dijo Rebeca—Está bien, en una hora estaré en su oficina.—Muchas gracias, mi asistente lo esperará.Cerro y subió al ascensor, hoy averiguaría que era todo el misterio que su Dios griego no podía contarle, aunque ya había tomado una decisión y no se retractaría, quería saber qué era eso tan misterioso, que no odia cont
Marcos Graham salió de esa oficina hecho un demonio andante, nadie se le acercó por miedo a interponerse en su camino, solo su hermana fue capaz de hacer eso.—Marc ¿qué pasa a dónde vas?—No te incumbe, EvaSu hermano jamás le había hablado así, se sorprendió, pero no lo dejo pasar, el problema tiene que estarlo sobrepasando y sabía muy bien quién podía ser.—¡Te calmas o no sales entiendes! — le dijo seria, — no sé qué te pasa, pero debes calmarte ¡por tu bienestar y el de tus hijos comprendes! No puedes hacer cosas a lo loco.Lo tomo del brazo y salieron de las oficinas, lo subió al auto y fueron directo a su casa, no podía llevarlo a la mansión en ese estado. Le hizo señas para que la siguiera, al bajarse del auto. Abrió la puerta y se desplomó en el mueble, esto la tenía literalmente cansada.—¿Ahora si podrías decirme que pasa? — dijo sobando su cara con ambas manos, Eva era un manojo de nervios andando.Marcos, le tiro los papeles en la mesita de centro y se tiró al mueble, igu
Eva Graham no salía de su asombro, y la persona en la puerta se irritó al verla así.—Mira tonta, si no me vas a dejar pasar ¡Ah! mejor me voy, olvida que estuve aquí — iba a darse la vuelta para irse, pero unas suaves manos lo detuvieron, agarrándolo firme del brazo.Eva lo jalo hacia ella, absorbiendo su aroma, pegándolo mucho a ella, tratando de sentir su calor, su aroma, esa calidez, que siempre le hacía sentir al tenerlo entre sus brazos.Franck se sorprendió tanto, que iba a corresponder, pero su orgullo fue más grande y la aparto de sí, mirándola fijo a los ojos, con su mirada trataba de ver algún tipo de traición, mentira, o engaño, pero no encontraba nada, solo tristeza y preocupación y eso le dolió mucho.—Solo quería hablar contigo, antes de irme y dejar en claro muchas cosas, ya que somos socios en ciertos negocios y no quisiera que la estupidez que cometimos interfiera en algo,— espeto Franck molesto. Eva se hizo a un lado para dejarlo pasar, dejando ver una sonrisa tri