No hay opcionesAl llegar el amanecer, los chicos decidieron que no habría vuelta atrás, simplemente se irían, así como llegaron, sin más, ni menos, con un factor claro “Joshep” ahora también se iría con ellos, aunque tengan que virar el país entero. Se bañaron y vistieron muy formales, eran hermosos, los tres vestían de negro, una vestida con un prominente escote con encaje rojo, el otro, corbata morada y el infaltable blanco, Aura parecía tan inocente en ese vestido, nadie se daría cuenta de sus estados o de su mente caótica.Llegaron muy temprano a las oficinas, Rebeca estaría a cargo de Aura, al ser la más joven debe aprender de ella y ya tenga experiencia cuándo llegarán a la sede en los Ángeles.El Soler fue directo a su oficina, las otras dos fueron a tomar un café, les hacía falta sus cerebros se los agradecerían. Cuando escucharon el grito histérico de Franck desde su oficina, ellas corrieron como si su vida dependiera de ello.Al llegar hay encontraron la oficina, llena de
Salió del edificio tan cansada como si estuviera cargando una piedra el doble o el triple de su tamaño, su corazón latía muy fuerte como si quisiera salirse, sus ojos picaban, su garganta estaba seca. Se sentía desfallecer en ese momento, no pensó en nada, tomo el primer taxi que vio para llegar a la empresa, necesitaba de su hermano y amiga. Se bajó del auto como si el mundo le hubiera caído encima, no soportaba todo esto. Su teléfono sonó y contesto por inercia.—Buenas tardes.—Señora Vera, soy el detective ya tengo la información que me pidió.—Está bien, venga a mi oficina hablemos ahí, no quiero que nadie se entere de esto, además necesito que ellos se enteren. —Dijo Rebeca—Está bien, en una hora estaré en su oficina.—Muchas gracias, mi asistente lo esperará.Cerro y subió al ascensor, hoy averiguaría que era todo el misterio que su Dios griego no podía contarle, aunque ya había tomado una decisión y no se retractaría, quería saber qué era eso tan misterioso, que no odia cont
Marcos Graham salió de esa oficina hecho un demonio andante, nadie se le acercó por miedo a interponerse en su camino, solo su hermana fue capaz de hacer eso.—Marc ¿qué pasa a dónde vas?—No te incumbe, EvaSu hermano jamás le había hablado así, se sorprendió, pero no lo dejo pasar, el problema tiene que estarlo sobrepasando y sabía muy bien quién podía ser.—¡Te calmas o no sales entiendes! — le dijo seria, — no sé qué te pasa, pero debes calmarte ¡por tu bienestar y el de tus hijos comprendes! No puedes hacer cosas a lo loco.Lo tomo del brazo y salieron de las oficinas, lo subió al auto y fueron directo a su casa, no podía llevarlo a la mansión en ese estado. Le hizo señas para que la siguiera, al bajarse del auto. Abrió la puerta y se desplomó en el mueble, esto la tenía literalmente cansada.—¿Ahora si podrías decirme que pasa? — dijo sobando su cara con ambas manos, Eva era un manojo de nervios andando.Marcos, le tiro los papeles en la mesita de centro y se tiró al mueble, igu
Eva Graham no salía de su asombro, y la persona en la puerta se irritó al verla así.—Mira tonta, si no me vas a dejar pasar ¡Ah! mejor me voy, olvida que estuve aquí — iba a darse la vuelta para irse, pero unas suaves manos lo detuvieron, agarrándolo firme del brazo.Eva lo jalo hacia ella, absorbiendo su aroma, pegándolo mucho a ella, tratando de sentir su calor, su aroma, esa calidez, que siempre le hacía sentir al tenerlo entre sus brazos.Franck se sorprendió tanto, que iba a corresponder, pero su orgullo fue más grande y la aparto de sí, mirándola fijo a los ojos, con su mirada trataba de ver algún tipo de traición, mentira, o engaño, pero no encontraba nada, solo tristeza y preocupación y eso le dolió mucho.—Solo quería hablar contigo, antes de irme y dejar en claro muchas cosas, ya que somos socios en ciertos negocios y no quisiera que la estupidez que cometimos interfiera en algo,— espeto Franck molesto. Eva se hizo a un lado para dejarlo pasar, dejando ver una sonrisa tri
El cansancio los venció, su noche fue un total desenfreno, fueron horas interminables de placer y de profesarse amor eterno, aunque no pudieran estar más juntos, sabían que el amor que sentían era real y hasta cierto punto doloroso. Antes de aparecer el alba Franck despertó, en una cama muy suave y tibia, un suave brazo rodeaba su cintura posesivamente, como si tuviera miedo de que se fuera, y eso no era del todo mentira. Muy lento con movimientos suaves, se aflojó del agarre feroz, observo unos minutos ese hermoso rostro que nunca más será suyo, enloquecería de celos si en algún momento la ve con alguien más, pero la decisión ya está tomada. —¡Sabes Eva Graham! te amé como nunca pensé volver a amar, corrección, como nunca amé antes, porque tu amor fue distinto, te entregaste sin miedos, me convenciste de tu locura, me perseguiste hasta conseguir lo que querías de mí. Río al recordar la persecución que ella le dio,
El beso fue tan feroz, que Rebeca sentía que sus labios estaban sangrando, la ávida lengua de Marcos no daba tregua, domino en todo momento dejándola sin fuerzas y algo adolorida.Dejo el beso a regañadientes, Marcos quería hacerle saber así, todo lo que sentía ¿porque no fue capaz de contarle todo lo que pasaba? Si tenía miedo, mucho miedo, demasiado temor en su ser, perderla de nuevo no estaba contemplado en sus planes, pero al parecer nada salía como quería, y eso lo exasperaba mucho.—Yo, Marcos Graham un hombre adulto, dueño de empresas y consolidados, a mí que jamás me dio miedo de nada, parecía un niño asustado pensando en que ella me dejara.La agarro fuerte del brazo, y prácticamente la arrastro a la habitación, entro con ella y cerro con seguro, de ah
La noche fue larga cargada de pasión y lujuria. El cuerpo de Rebeca fue marcado más de una vez, no había parte que no hubiera mordido o chupado, Marcos no había dado su brazo a torcer, dijo que era su castigo y lo estaba cumpliendo. ¡Solo que este castigo, era placentero! dentro de la habitación dos cuerpos se amaban sin pudor ninguno, entregándose el uno al otro sin restricciones, sin miedos, sin dolor de por medio. El sonido de pieles chocando, los gemidos y jadeos de dos amantes que se estaban amando con todo el corazón y el alma puesta en esas sabanas, sin pensar en el presente, peor en el mañana, solo siendo uno se sentían fuertes y seguros, sentían que podían contra el mundo. Rebeca no recuerda cuando termino toda esa explosión sexual, entre ella y su amado Graham, al abrir los ojos, él ya no estaba a su lado, se rio de la situación siempre era lo mismo y eso no iba a cambiar. Al querer levantarse de la cama no pudo, su ser estaba todo adolorido, no había una parte de su cue
Eva Graham seguía metida en sus pensamientos, sabía muy bien que su hermanito no iría a la oficina, no lo esperaría en todo el día. Sabía que él no dejaría escapar esta oportunidad, tener entre sus brazos a su mujer, a su esposa, a la madre de sus hijos, se sentía feliz por su hermano. Pero el dolor no pasaba, el recordar cada caricia de esas delicadas manos, cada beso, los jadeos de su boca, los gemidos altos, seguía escuchándolos en su mente, — por Dios esto me va a matar lentamente. Se resignó y siguió trabajando, era lo único que podía distraerle de pensar en esos ojos amatista que amaba, la destrozaba recordar ese último día con él, aún no entendía como lo pudo superar, como se pudo levantar. “Flash back” Lentamente se levantó del suelo, aun sollozando, su cuerpo estaba doliendo mucho, su pecho se comprimía aún más, sus labios estaban resecos, lágrimas secas manchaban su rostro, su aspecto en general era el peor. Pero era lo que menos le interesaba, ya nada le importaba en est