El ambiente estaba muy caliente, dentro de este bar, por tanta gente, pero ahora parecía que iba a estallar en llamas, por estos chicos que movían sus cuerpos al compás de la lujuria Luter y Anabella se reían viendo a sus amigos y decidieron bajar a bailar también, al verlos hicieron lo mismo, Marina y Maximilian, un poco nerviosa, riendo por la actitud de hoy, de su pequeño Bruno, Adriana agarro la muñeca de su témpano de hielo, al ver que no dijo nada, guio a Alonzo a la pista de baile, estaba tan contenta que no le cabía en el cuerpo la alegría, su novio era muy reservado y frío, pero siempre hacia lo que ella quería aunque lo negara, hoy aprovecharía y descongelaría a su cubo de hielo.

Al ver a todos sus amigos en la pista, los Graham y Bruno dieron un pulgar arriba, al ver esto los otros quedaron embobados, quien diría que hoy sería el día de su sentencia de muerte, solo que no sabían, se pondrían la soga al cuello sin saberlo ¡No todo es felicidad en la vida cierto!

Aura no solt