Entre todos lograron forzar la puerta para entrar. Al abrir la puerta lo vi sentado pegado de una botella mientras a un lado reposaba una vacía, tenía los ojos rojos y vidriosos y le dije —¡Dame la maldita botella!
Él se levantó y me dijo en tono ebrio— ¡No te la voy a dar! Vayan a seguir disfrutando de su mutua compañía y déjenme a mí en paz, como el perro miserable que soy. No se preocupen por mí, yo estoy demás entre todos ustedes, seguiré bebiendo hasta que caiga inconsciente o que esta vez mi infarto sea fulminante. ¿A quién le importa?
—Eres un necio Nick, claro que me importas, ¿Por qué crees que estoy aquí? —Le dije tratando de hacerlo entender.
—Por lástima, pero tranquila Sophí, no voy a cuestionarte, aquí no hay más culpable que yo, porque te tuve y te perdí por idiota y celópata, no supe manejar mis sentimientos, estos me sobre pasaron y cometí los peores errores de mi vida.
» Cuando tú quieras te firmo el divorcio, yo no lo había hecho po
Estiré mi cuerpo con pereza, había tenido un sueño tan real que no pude evitar sonreírme, sin embargo, al hacerlo sentí una pierna encima de la mía y un brazo en mi vientre. Rodé un poco atrás y sentí la erección de mi acompañante. Abrí los ojos nerviosa "— ¡Diablos no era un sueño! Me acosté con Nick. ¿Y ahora?"Pensé que se trataba de un sueño erótico; cuando él me sintió moverme, comenzó a besarme y con voz ronca me dijo: — Hola mi beba, ¿Cómo está la dueña de mi corazón? —quise levantarme, pero la vergüenza me inmovilizaba, aparte de que sentí una pequeña molestia en mi espalda.» Te amo Sophí, no sabes cuánto sufrí por no tenerte, pero ahora prometo no volverme a separar de ti — yo permanecía en silencio
Un año después en un hermoso sol de primavera en la Toscana, Montalcino con sus dulces colinas y hechizantes paisajes, entre hermosas flores multi colores, celebrábamos el primer año de nuestro hijo Matteo Niccollo, era un niño muy travieso, inquieto que siempre buscaba salirse con la suya.Nick con todos los hombres de la familia, lo tenían consentido, era quien gobernaba en la casa, la única que le ponía carácter era yo, pero él muy zángano, cuando lo regañaba, se me tiraba encima abrazándome y dándome besos mientras me decía —Ti amo.Durante ese año habían pasado muchas cosas, pero no podía negar que había sido una mujer muy feliz, me dediqué a pintar, realicé varias exposiciones en diferentes galerías, principalmente en una que había adquirido Nick. Por otra parte, había tenido mi acto de grado
Mi nombre es Sophía Alexandra Madrid Peralta, tengo diecinueve años y estudio arte, durante toda mi vida he sido una chica muy protegida por mi familia, conozco poco del mundo exterior y eso tal vez haga de mí una persona un poco tímida, aunque tengo amigas, no soy muy dada a salir de fiestas o de paseos. Mi vida es la pintura, la única pasión que me permito, por ahora.Hoy programé un encuentro con mis amigas, salí de mi casa con camino al metro, no quise ir en automóvil porque de regreso a mi cita, pensaba quedarme con Mariana, una de las amigas con quien me reunía todos los miércoles para hablar. A decir verdad ella es mi mejor amiga, la que conoce todos mis miedos, mis secretos, aunque de este último no tenga ninguno.Las reuniones entre mis amigas y yo, la mayoría de las veces se prolongaban con una pijamada en la casa de cualquiera de nosotras, p
“¡Por Dios! ¡No estás soñando Nickólas! ¡Ella es real!” Me dije sorprendido e impresionado desde que la vi entrar y caminar hasta una mesa del fondo donde fue ubicada. Era una joven realmente hermosa con un cabello color dorado, que le caía en ondas enmarcando su rostro, y le llegaba a la cintura, de nariz respingona, ojos ámbar, con unas cejas bien delineadas y largas pestañas, con su labio superior delgado y el inferior lleno, delgada, vestía una falda ancha corta de color rosa intenso que mostraban unas hermosas piernas bien delineadas, de cintura pequeña y un top blanco en forma de V, que mostraba el inicio de sus senos y un abrigo en su mano.No pude evitar detallarla con precisión, me sentí atraído por ella, algo que no pasaba desde hacía muchísimo tiempo. En ese momento nuestras miradas se cruzaron y ella se puso nerviosa y com
Escuché las palabras de la chica, aunque su pronunciación fue entrecortada habló claramente mientras me observaba con esos hermosos ojos ámbares y aunque trataba de ser firme, podía percibir su cuerpo temblando, allí me di cuenta de que la estaba intimidando y eso era algo nuevo en mi vida, porque las mujeres me saltaban encima y buscaban persuadirme utilizando sus atributos, pero ella no, a pesar de tener miedo se enfrentaba, y eso hizo revelar en mi interior un instinto protector, me provocó tranquilizarla, decirle que todo estaba bien y que no le haría daño. Me impresionó mi reacción y ese instinto de justificarme ante ella que surgió en mí. Moví mi cabeza negativamente como si con eso conseguiría sacudir esas ideas que no eran del todo de mi agrado y cuando me percaté estaba pidiéndole disculpa.—Lo siento Sophía, mi intenci&oac
Estaba sorprendida, jamás esperé que él me besara, pero sin proponérmelo le respondí, porque me había atraído como una fuerza irresistible, me dejé llevar por esas sensaciones que nunca había experimentado y me tenían enteramente dominada.Una parte de mi mente me decía que no estaba bien, que no podía dejarme llevar porque sobre eso era de lo que tanto me habían advertido mis padres y hermanos, pero la pasión que percibía y se acrecentaba en mi interior con impresionante voracidad nublaba mi entendimiento. Nunca nada me preparó para ese mar de sensaciones tan deliciosas.Nick me besó primero suavemente y luego tomó mi labio inferior y comenzó a succionarlo, sorprendida de las corrientes que convergían en mi interior, abrí la boca de lo cual él se aprovech&oac
El dolor tan intenso que sentí cuando se introdujo de una sola estocada en mi interior, sin ningún cuidado hizo brotar mis lágrimas, corriendo descontroladamente por mis mejillas. En ese momento todo el placer que sentí antes y que me hizo experimentar el camino al éxtasis y gritar como poseída, haciéndome conocer la cúspide del placer, se esfumó, solo había un fuerte dolor y una sensación desagradable, no pude evitar dejar escapar un sollozo.Ante mi notorio sufrimiento él se acercó y me abrazó. Me colocó de medio lado y comenzó a acariciar mi espalda al mismo tiempo que susurraba con voz ronca palabras en italiano en mi oído, que aunque no entendía se escuchaban bonitas y hacían no solo que me tranquilizara, sino que provocaban que mi piel se erizara producto de la excitación que me recorría.&m
Estaba ansioso esperando su respuesta, vi su expresión de duda y estuve seguro de que se negaría, pero no iba a permitirlo, lograría que aceptara y ya sabía que arma usar en su contra.Estaba claro que Sophía acababa de descubrir su sexualidad, de hecho la había visto como se admiraba y sorprendía de todo, aún no podía controlar las emociones que generaba el contacto de una persona que le atraía sexualmente. Por ello tenía la seguridad de que con solo tocarla se desharía en mis manos y tenía intención de aprovecharme. Por otra parte, no estaba demás hacer algo para aplacar el ardor que sentía por ella.No estaba dispuesto a que se alejara de mí hasta que estuviera saciado y aburrido de su cuerpo, mientras tanto era momento de disfrutarla y encaminarla más profundamente por el camino a su sexualidad, con el tiempo me a