Estaba ansioso esperando su respuesta, vi su expresión de duda y estuve seguro de que se negaría, pero no iba a permitirlo, lograría que aceptara y ya sabía que arma usar en su contra.
Estaba claro que Sophía acababa de descubrir su sexualidad, de hecho la había visto como se admiraba y sorprendía de todo, aún no podía controlar las emociones que generaba el contacto de una persona que le atraía sexualmente. Por ello tenía la seguridad de que con solo tocarla se desharía en mis manos y tenía intención de aprovecharme. Por otra parte, no estaba demás hacer algo para aplacar el ardor que sentía por ella.
No estaba dispuesto a que se alejara de mí hasta que estuviera saciado y aburrido de su cuerpo, mientras tanto era momento de disfrutarla y encaminarla más profundamente por el camino a su sexualidad, con el tiempo me a
Salimos del hotel luego de desayunar un par de tostadas y de vestirme con un Outfit, que me pidió en la boutique del hotel, porque la mía había quedado deshecha después de nuestro primer encuentro apasionado, me sonreí de solo recordarlo y hubo partes de mi cuerpo que reaccionaron con excitación ante la sola evocación de esos momentos.Debí meterme prisa porque según Nick estábamos a contra reloj, lo escuché hablar con alguien para atrasar la partida y me causó curiosidad, ¿Sería la persona que nos compraría los boletos? Me pregunté.No obstante, ocupé mi mente con otras cosas como por ejemplo, ir a buscar ciertas cosas a mi casa sin que él me acompañara y aprovechar para enviarle un mensaje de texto a mi madre por WhatsApp para decirle que me iba a quedar donde una de mis amigas que no fuera Mariana, porque si
Estaba confuso, mi interior era un mal de contradicciones, aunque quería que Sophía viniera conmigo, en el fondo deseaba que se negara, que me demostrara que era distinta a las otras. Esa es la razón por la cual cuando la vi llegar al aeropuerto mi actitud se convirtió en beligerante, si soy raro, pero es que esta mujer tenía la capacidad de despertar al mismo tiempo en mí, sentimientos contradictorios. Quería alejarla y a la vez tenerla cerca. ¡Era una locura!En ese momento cuando le reclamé lo de la maleta en vez de resistirse, responderme y oponerse se quedó callada, eso me dio atender que era capaz de todo por complacerme y eso me causó molestia, pero mi día terminó de convertirse en una mierda, cuando subimos al jet y vi su actitud.En ese instante apreté mis dientes enfurecido, la rabia me corroía por dentro, poco había tarda
Estaba totalmente cabreado, como se le ocurría a la descarada esa llamarme para pedirme explicaciones sobre la mujer con quien andaba, reclamándome que supo que la había traído en uno de mis jets y que la cargaba paseando por los museos. Cuando desde hace mucho tiempo lo que hacíamos no le importaba y no era problema del otro. Para nada a mí me interesaba su vida, ella podía hacer y deshacer y eso no era mi asunto, podía cogerse a la mitad de la población masculina de Europa y para mí sería exactamente lo mismo que se follara a uno solo. No podía creer semejante atrevimiento de Camila, definitivamente esa mujer estaba irremediablemente desquiciada.Lo que me preocupaba es que si ella estaba enterada de mis movimientos, muy probablemente alguien de mi equipo estaba sacando información y eso si era algo que no estaba dispuesto a tolerar por nada del mundo y apenas tuviera op
Me quedé fría, totalmente impactada por las palabras de la mujer, sin embargo, me obligué a reaccionar y expresé —. Creo que debe haber un error.La mujer se quedó viéndome con una sonrisa de maldad — . Te aseguro que no existe el mínimo error, esto le pasa a las chiquillas regaladas que se dejan deslumbrar por un hombre por ser mayor que ellas ¿Cómo te llamas? —Me preguntó de manera altanera. Y ante la seguridad que exhibía me sentí intimidada y me puse un poco nerviosa y no dudé en responderle.—Soy S-sophía, pero c-creo que d-debe haber un error—expresé nerviosa, mientras sentía una especie de zumbido en mis oídos, lo que escuchaba me parecía lejano como si yo no estuviese en el mismo sitio.—¿Acaso eres retrasada? —Indagó la
Apenas aterrizamos, fui la primera en levantarme del asiento, caminé de prisa tratándome de apartar del bullicio de la gente, quería estar a solas con mis pensamientos, recriminarme por lo tonta que fui y lamer mis heridas. Luego de aproximadamente quince minutos retiré mi equipaje de la correa. Y caminé hacia una de las salidas para tomar un taxi.Llegué a mi casa, sumida en una profunda tristeza, pensando en que salí queriendo liberarme de la autoridad de mis padres y engañando a todo el mundo y resultó que al final fui yo la burlada. Con pasos lentos subí a mi habitación, tenía esa sensación de derrota que hacía querer convertirme en algo insignificante y que la tierra me engullera y así perder todo rastro de conciencia. El corazón me dolía, al igual que mi orgullo que estaba herido por haberme creído especial para un hombre.&n
Mariana me miraba anonadada, como si me hubiesen salido dos cabezas. Hice un gesto interrogativo, porque no entendía su actitud. Intentó hablar, cerró la boca y después continuó hablando — Sophía tuviste sexo con Nickólas — más que una pregunta fue una afirmación —, con ese multimillonario italo-griego, un empresario dueño de los hoteles Sebastini y de la Constructora Papandreu y de los viñedos más grandes de Italia. Aparte de eso, es inversionista, siempre rescata empresas que están a punto de la quiebra y las convierte en grandes emporios, lo llaman “El Rey Midas”, en alusión a la leyenda de ese rey, porque dicen que tiene la habilidad de convertir todo negocio que emprende en oro. Tiene una cantidad de inversiones en Europa, ¡Por Dios Sophía! ¿Cómo vuelas tan alto?, es mucho mayor que tú, es uno de los homb
Me vine a mi casa en compañía de Mariana y René, íbamos caminando por la caminería que daba a la entrada, cuando sorpresivamente de uno de los laterales, apareció Nick, se me quedó mirando de pies a cabeza con una sonrisa. Al verlo sentí una especie de cosquilleo en mi cuerpo como si diminutos animalitos me recorrieran, mis piernas comenzaron a temblar y tenía la leve sensación de que iba a desvanecerme en cualquier momento, debí sostenerme de René para evitar caerme.Nick vio mi mano en el brazo de René y torció el gesto, sus ojos se oscurecieron y su rostro se puso serio, entretanto mi respiración se hizo pesada y sentí que mis senos se irguieron debajo de mi ropa con solo mirarlo.Él recorrió mi cuerpo nuevamente y se dio cuenta de mi excitación al detener su mirada a la altura de mis senos, donde se ve&iacu
Nickólas, se fue y al irse, me senté en el suelo, incliné mi cabeza sobre mi rodilla y me hice un ovillo y empecé a llorar como si fuese una niña, me causaban tantos sentimientos todas las cosas que nos habíamos dicho, pero no quería escucharlo porque de seguro trataría de convencerme con sus palabras.Gimoteé por varios minutos, mientras Mariana y René me consolaban acariciando mi espalda, lo que debía agradecerle es que mientras lloraba mi dolor, todos permanecieron en silencio. Cuando logré calmarme me ayudaron a levantarme, me llevaron dentro de la casa y allí mi amiga comenzó a reprocharme. — ¡Por Dios Sophía! ¿Acaso te volviste loca? ¿En qué estabas pensando? Eres una boba, ¿Cómo pudiste decirle esas mentiras, que no significó nada para ti y peor aún que eras novia de René