Valeria se quedó observando a la chica, defendiendo con tanta pasión su creencia y se sintió orgullosa de que ella fuese la madre de sus nietos, pensó en su hijo, había hecho una buena elección.
—Esta Alondra frente a mí, no es la creída, que se cree merecedora de todo, ni la frágil, miedosa, es una fuerte que no teme decir lo que piensa y de defender en lo que cree, me gusta esta Alondra—dijo Valeria tomándola de las manos y continuó hablando—De eso que me dices me di cuenta hace tiempo, y si no me he acercado a Lucca es porque estoy avergonzada como lo traté y me siento culpable de que él se encuentre en ese estado en que está, ni siquiera quiere verme.
—Entonces hable con él, no tema enfrentarse a sus sentimientos y a la verdad, dígale como se siente—respiró profundo y siguió hablando— le voy a repetir lo mismo que le dije al señor Lucca, no deje que los malos entendidos terminen con un matrimonio de más de veintisiete años. ¡Comuníquense! No deje que el orgullo y el miedo le impidan hablar, no cometan los mismos errores que cometimos Felipe y yo, ustedes tienen la oportunidad de solucionar todo, en cambio yo desearía tanto que la vida me diera una segunda oportunidad con el amor de mi vida, tenga la plena seguridad que no la desaprovecharía.
Valeria la abrazó y terminó llorando descontrolada, hipeando en sus hombros—No sé cómo hacerlo, Lucca me ha dejado de amar.
—Eso no es cierto, él la ama y está sufriendo su indiferencia, su abandono, no ha sido usted sola la que ha sufrido por la pérdida de un hijo, el señor Lucca también, y en peor grado porque tanto Camilla como usted lo han culpado de lo que pasó y lo han dejado lamiendo sus propias heridas, sin curárselas. Yo sé que tal vez no tenga moral para cuestionarle esto, porque no supe afrontar la situación entre Lucca y yo al momento, pero debo decir a mi favor que mis profundas heridas fueron las que impidieron que lo hiciera.
« Felipe y yo nos hicimos daño por no sincerarnos, por no confiar uno en el otro, y aunque todo lo hizo para protegerme, falló en decirme la verdad de lo que estaba pasando, eso complicó las cosas entre nosotros y desencadenó en todo lo que pasó luego. Sé que esta historia no es ajena para usted, pero si la traigo a colación es porque no quiero que se sigan haciendo daño, a Felipe no le gustaría que sus padres se separaran después de tanto tiempo.
—No estoy segura de lo que debo hacer—respondió Valeria.
—Señora Valeria, usted no es una mujer frágil ni falta de visión que necesite que le digan con lujo de detalles que paso dar. Siga a su corazón.
En ese momento llegó Lucca, observó a Valeria, sin embargo, ninguno dijo nada, Alondra fijó la vista en uno y luego en otro y movió la cabeza negativamente. Sería que le tocaría amarrar este par para que reaccionaran y se dieran cuenta de lo que estaba perdiendo cada uno. Dio un suspiro mientras caminaba hacia el comedor en donde se encontraba Fiore con los niños, ambos la siguieron.
—Son un par de necios, no voy a seguir gastando mi saliva en aconsejarlos, si lo que les digo le entra por un oído y le sale por otro—replicó molesta.
Fiore los invitó a sentarse, colocaron a los niños en unos asientos especiales para pequeños, de manera que pudieran alcanzar a la mesa y sirvieron unos patacones, al verlo su corazón se comprimió porque llegaron a su mente los recuerdos de cuando Felipe la llevó al restaurante venezolano a comer ese plato, aun cuando sus ojos se humedecieron un poco, no permitió que las lágrimas continuaran brotando de sus ojos.
Cenaron en silencio, se pudo dar cuenta que ambos esposos se observaban cuando pensaban que el otro no lo estaba viendo, incluso en una de esas oportunidades, las miradas de los dos se cruzaron pero inmediatamente la apartaron. El ambiente estaba tenso e incómodo, de cierta manera se había arrepentido de quedarse a cenar, los niños parecían temerosos de expresarse, hasta que la pequeña Camil, rompió el silencio.
—Abuelitos, saben que hoy en cuando estábamos en la playa vino mi papi y nos abrazó y besó a mi hermano y a mí, dijo que yo era su princesa adorada y que mi hermanito también era su príncipe y chico valiente y le entregó un clavel blanco a mi hermano para que se lo diera a mamá, pero antes nos dejó jugando y se fue a besar y hablar con mamá.
Tanto Valeria como Lucca se quedaron estáticos ante la intervención de la pequeña, Alondra quería hablar pero sintió que las palabras se le obstruían en la garganta. De inmediato Valeria intervino molesta y le reclamó a Alondra — ¿Cómo te atreves a exponer a mis nietos ante tu amante e instarlos a que le digan papá? Mi hijo tiene apenas seis meses de muerto y tú ya andas buscándole reemplazo en el corazón de sus hijos.
El reclamo de Valeria logró hacerla reaccionar —Valeria no tienes derecho a hacerme ese reclamo, para empezar puedo andar con quien quiera porque tu hijo y yo, hace mucho que no teníamos ninguna relación, segundo, no puedes cuestionarme como atiendo a mis hijos, a quien más le interesa su tranquilidad emocional es a mí y tercero…—en ese momento fue interrumpida por Lucca.
—No es problema tuyo si Alondra se busca o no un amante, la estás irrespetando a ella y a los niños—espetó molesto.
— ¿La defiendes? ¿Te parece bien que ande con otro hombre de manera descarada delante de mis nietos? —Preguntó indignada Valeria.
—Valeria, por favor no discutas delante de los niños—enfatizó Lucca.
—Además abuela, no hablamos con otro hombre, era nuestro papá, tiene los ojos como Camil y es el mismo que aparece en la foto de nuestro departamento y él que está en las fotografías que se encuentran en tu sala, abuela no era otro hombre, era mi papito y le dejó a mamá un clavel blanco.
Valeria lo escuchó sorprendida, luego extendió su mirada a Lucca y a Alondra, pidiendo explicación, mientras estos se miraban con complicidad.
—Lucca y Alondra, llamaré a Fiore para que se lleve a los niños y ustedes dos, deberán explicarme lo que está pasando. —Exigió con decisión.
"Exigir es fácil, señalar es fácil, delegar es fácil, condenar es fácil, ordenar es fácil y quejarse es fácil, pero dar el ejemplo es lo difícil". @Candidman.
Una vez que los niños salieron del comedor, Valeria enfrentó a Lucca y Alondra.—¿Van a decirme que están ocultándome? ¿Cómo es eso que los niños vieron a su padre? —Interrogó mientras ambos se mantenían en silencio—Soy toda oídos, empiecen a hablar.—Vos sabe como son los niños, se quedaron dormidos en la playa y soñaron que su padre hab&ia
Lucca observó por el retrovisor, volvió a hacer un par de maniobras, tomó una vía alterna y el otro vehículo imitó sus movimientos, decidido a deshacerse de su perseguidor salió a la autopista, tomó el carril lento y el otro auto no cambió los movimientos de su trayectoria.Alondra miró hacia atrás, y enseguida le dijo: —Se&nt
Lucca soltó a Alondra, observó por un momento a Valeria, la ojeó de pies a cabeza y no pronunció palabra alguna. Su conversación la destinó a Alondra.—Pequeña ¿Te vienes? —La interrogó con dulzura. Alondra lo miró sorpresivamente: "Acaso su suegro era suicida, veía lo molesta que estaba Valeria, pensando lo peor de ellos y salía con ese tono de voz susurrante. De verdad que si no estaba loco, estaba llegando", pensó.
Valeria se quedó observando a Lucca mientras se retiraba y sus ojos se humedecieron producto de las lágrimas que empezaron a salir. Alondra la sostuvo firme y con una voz que sonó más fuerte de lo que le hubiese gustado y expresó: — ¡No se le ocurra llorar aquí! Y tampoco seguirlo. Alce su frente, írgase como si fuese una reina y camine con elegancia, que nada la perturbe y mucho menos permita que el señor Lucca la vea llorando y sufriendo por él ¿Me entendió? —Valeria se quedó observando a Alondra sorprendida por sus palabras.
A Valeria los nervios hicieron que le sudaran las manos, mientras trataba de que su cerebro decidiera rápido: “Quien carajo me habrá mandado a meterme en esto, todo por hacerle caso a Alondra”, pensó en el momento que sintió una patada en sus pantorrillas y abrió los ojos sorprendida.—Valeria el señor… Disculpe—. Se interrumpió Alondra—. ¿Cómo dijo que se llamaba? —Aunque su rostro le era bastante familiar.
Alondra y Valeria llegaron al departamento de la primera, durante su trayecto no se dieron cuenta de que estaban siendo seguidas, ambas hablaban animadamente sobre la velada que habían tenido.—Alondra, casi sufro un desfallecimiento cuando ese hombre me invitó a bailar, te juro que me sentí como si estuviese traicionando a Lucca—. Confesó Valeria con preocupación.
Lucca subió a la suite de Alexa, apenas llegó a la puerta, la mujer lo recibió con un par de copas en las manos, lo escaneó de pies a cabeza y se quedó observándolo con una mirada seductora mientras mojaba sus labios con la lengua, no pudo evitar regresarle el escrutinio que ella hizo con él.Su cuerpo apenas estaba cubierto, lucía un vestido bastante transparente, dejando muy poco a la imaginación, sus hombros descubiertos revelando
Cuando observaron, se trataba de Leonardo iba acompañado de tres hombres y dos mujeres, pero al verlas se levantó inmediatamente del asiento y fue a su encuentro a saludarlas.— ¡Qué agradable casualidad es verlas!—Exclamó contento y prestando especial atención a Valeria pronunció sin dejar de observarla—. Es un deleite poder mirarla, no me cansaría nunca de hacerlo, su hermosa cascada en tono rojizo, es tan hermosa que evoca lo majestuoso de los crepúsculos cuando la luz se dispersa iluminando el impresionante firmamento.