—¡Vamos Belial! —Alan lo miró reprobatoriamente—, no podrás ver todo tu potencial si sigues retrocediendo por miedo.Belial intentaba respirar por su agotamiento.—Papá… —Belial se limpió el sudor de su frente—, ¡Me lanzaste 10 autos seguidos!—Esos demonios que tienen el mismo tiempo de nacimiento que tú, podían convocar un ejército de espectros de hielo y congelar a cualquiera —le increpo Alan—, tú apenas puedes usar tu telequinesis y fuerza. No vas a ver tu verdadero potencial si sigues huyendo simplemente.—No es justo que me compares —objeto Belial ofendido—, ellos fueron criados para matar.—Y creo que a ti te hemos consentido demasiado por lo visto —Alan resopló al ver la mueca de dolor de Belial—, mira, él que me pidió que te entrenara eres tú. Lo haría con más tranquilidad si no fuera porque esos bastardos tienen una conexión mayor contigo y si no te entrenas tanto física como mentalmente de manera demandante, la próxima vez podría ser peor.Belial asintió derrotado, su papá
Belial se sintió menos intimidado al comienzo, cuando su padre le dijo que ese día entrenaría con sus hermanos en vez de él. Pero al ver la media sonrisa malévola e idéntica que compartían Bael y Gabriela supo que no sería más fácil. Los gemelos eran muy perversos cuando juntaban fuerzas—Cuando uso el fuego oscuro —empezó a decir Gabriela—, es como si pudiera extender una parte de mi mente y de mi poder fuera de mí. Algo que está conectado a mi conciencia. Lo guio, pero a veces tiene mente propia cuando estoy ocupada en otra cosa.—Es lo mismo conmigo —siguió Bael—, sé que tal vez ahora es caótico dentro de ti. Como si algún especie de grifo se hubiera abierto y no sabes cómo cerrarlo. Lo que pasa es que no tienes que hacerlo, no tienes que contener tu poder Belial, solo tienes que saber dónde guiarlo. Como si fuera un río desbordándose y tienes que guiar el agua que sobresale al sembrío.Belial torció un poco su cuello, desde que pudo usar su poder que resultó el manejo de la tierra
—¡¿Cómo pudiste ocultarme que sabías todo el detrás del motivo por el que mi madre intentó asesinarme?!Joon explotó lleno de rabia y Estefan sabía que no era el momento. Pero siempre le parecía que su esposo era mucho más atractivo cuando estaba enojado. Pareció que Joon pudo sentir el agitamiento de Estefan, porque sujetó su silla y se la lanzó rompiéndola en su cabeza.Daeho quedó estupefacto por ese arrebató de violencia y más porque Estefan parecía estar disfrutando de aquel daño físico.Definitivamente eran el uno para el otro.—¡No estoy para tus estupideces! —exclamó Joon mirando amenazadoramente hacia Estefan, aunque sabía que no servía de nada.—Joon cálmate por favor —Daeho intentó intervenir — déjame explicarte—¡Si eso es lo que harás! —Joon volvía su atención a él nuevamente—, quiero saber porque después de todo este tiempo, incluso de que te nombre mi beta no has abierto la boca.—Recuerda que no te quiero escuchar mintiendo o sabes las consecuencias —gruño Estefan sin
Joon se tambaleo de un lado a otro pasando por el lado de madre e hijo, que se abrazaban y lloraban juntos. No podía soportar la imagen, no podía soportar respirar y estar en la misma habitación que esa mujer.Sintió la mano firme de Estefan guiándolo hacia sus habitaciones, logró hacerlo sentar en su cama y darle algo de agua.Joon estaba pálido y no decía una sola palabra. Estefan se aferró a sus manos por un largo rato. No quería sobrecargar a Joon con más complicaciones, pero sus instintos asesinos burbujeaban en su interior, consecuencia de ver a su esposo en ese estado.—¿Por qué está aquí?—No lo sé —Estefan apretó su agarre—, yo le dije al bueno para nada del cazador que se viniera de inmediato, que me mandara su ubicación para teletransportarlo y así ayudará con Daeho. No sabía que se robaría a esa mujer del psiquiátrico.—Hmmm… —tarareo Joon sin saber qué más decir—, no lo vayas a matar por eso.—No prometo nada.Joon por fin lo miró a los ojos. Estefan le acarició el rostro
—Humanos estúpidos.La turba con antorchas se detuvo cuando él desplegó las alas para que vieran que sus conjeturas eran ciertas. Tenían un demonio en el pueblo.—No quiero hacerles daño —hablo con delicadeza—, pero si siguen queriéndome molestar, no me quedará otra alternativa.—Abandona este pueblo demonio —el sacerdote del pueblo habló siendo resguardado por algunos campesinos—, abandona esta tierra de dios.—¿Tierra de dios? —él soltó un resoplido burlón—, esta es tierra del estiércol y la mala atención. Yo solo estoy de pasada humanos. Déjenme en paz o haré que un terremoto destruya a todo el pueblo entero.El sacerdote empezó a gritarle cosas, intentó acercarse a Belial enseñándole la cruz para desterrarlo. Él se burló, era un ángel caído y la cruz tan mal empleada no podía hacerle daño. Tal vez el agua bendita lo haría, pero el sacerdote que está frente suyo no podría bendecir ni una gota de agua de manera decente.Así que alzó su mano y con un simple movimiento hizo que el sac
—De verdad no fue mi intención incomodarte Joon —habló Gerard con los brazos cruzados—, pero debes entender que debía sacarla de ahí de inmediato.—Lo entiendo —respondió Joon con calma—, ya estoy mejor. Solo sobre reaccioné.Estefan alzó una ceja. Joon estaba actuando algo extraño, pero debía dejarlo así. Sabía que era una máscara que ponía sobre él porque estaba protegiéndose. Cuando todo terminara, sabía que esa mascara se rompería y su dolor saldría a flote, entonces él podría consolarlo.—¿Ya hablaron con Daeho? —siguió Gerard—, sé que ella debe estar conmocionada, pero debe hablar más para saber exactamente que paso. Al parecer Elizabeth también estuvo involucrada aquí.Estefan soltó un bufido.—Por supuesto —gruñó el semidemonio—, por supuesto que la perra esa está involucrada. Todo lo que toco se pudrió y al parecer esta manada no fue la excepción. Ni muerta nos deja en paz.Gerard miró al príncipe con severidad.—Esto es más grande de lo que parece —Gerard sacó su celular par
—Joon por favor —intento calmarlo Daeho—, no ganaras nada alterándola.—Cállate —Joon miró con tal frialdad a Daeho, que este tuvo el impulso de retroceder—, que siga hablando entonces, pero que no se refiera a mí de ningún modo. A penas soporto estar en la misma habitación con ella.Gerard estaba arrodillado al lado de Um-ji, haciendo que esta se calme nuevamente. Estefan estaba sombrío parado al lado de una pared. Los dos ingresaron a la habitación después de Joon, encontrando a Daeho entre Joon y su madre.Joon camino al costado de Estefan.—Más rápido hacemos esto y más rápido terminará —Estefan le acarició el rostro—, acabaré con todos y entonces ya no podrán atormentarte nunca más.Joon cerró los ojos unos segundos para después asentir. Se dio la vuelta e increpó.—Prosigan —hablo con un tono que demostraba el asco que sentía por la mujer ahí presente—, necesitamos saber toda la historia.Um-ji solo miraba al suelo ahora, el odio que profesaba su hijo menor era demasiado para el
—¿Estás seguro de esto? —pregunto Bael—, ¿Si te das cuenta de que nos estás pidiendo exterminar con casi la mitad de tu manada, verdad?Estefan y Gabriela pusieron los ojos en blanco, Estefan le pregunto al cielo porque tenía un primo tan estúpido.—No seas aguafiestas Bael —Gabriela miró sus uñas con interés, tendría que ir al salón de nuevo después de que seguramente terminen con sangre—, esos bastardos se lo merecen.—Tú no sabes que exactamente hicieron —le increpó el semidemonio a su gemela.—No me importa lo que hicieron, han hecho enojar a Joon y eso es suficiente para mí —replicó Gabriela—, tú vas por el mundo quemando y matando a cualquiera que se te cruce en nombre del Reino ¿Por qué estás siendo tan melindroso ahora?Bael resopló y miró a Joon que estaba observando el área donde se encaminaban. Los cinco, incluyendo al cazador, paseaban por una zona de una provincia de Corea que Bael no tenía idea como se llamaba.—Solo quiero cerciorar que esto realmente sea decisión de Jo