—Nada de eso salió como quisimos —Alan se sentó en un gran sofá en el despacho de Oliver—, ¿Alguien me repite porque estamos dejando que lo piensen? ¡Somos sus gobernantes!

—Los estoy dejando yo, que soy TU gobernante —Oliver se sentó en su escritorio mirando a los dos escuadrones que lo miraban expectantes—, nos equivocamos, cuestionarlos así no fue una buena estrategia.

—Oliver —Jaime mostraba claramente que estaba reteniéndose de gritarle al Rey—, se que a ti no te gusta las discusiones y que parecía que todo se estaba descontrolando. No obstante, yo preveía todo eso, sabíamos que responderían así y también practicamos nuestras contrapartes. Debíamos tomar una decisión sin dejar que ellos lo pensaran tanto.

—Creo… creo que papá tiene razón —Liam habló defendiendo a su padres—, las forma en que me miraron.

—Pobre de ti —Bael masajeaba sus sienes—, se supone que yo me quedaría callado, que ustedes manejarían todo, estuve escuchando como quieren colgar a mi mate por nada.

—Su respuest