—¡La barrera está a punto de caer! —grito Giorgio, el beta de Bastian.El rugido de varios seres detrás de la barrera llamó la atención de los semidemonios. Alan miró a su hijo y a su sobrino. Entendieron que no eran los únicos con el poder de hacer aparecer miles de espectros poderosos y listos para matar.—Bastian has que tu ejército retroceda —pidió Alan—, vamos a llamar a la caballería pesada.Kerim apareció detrás de Bastian.—Debiste quedarte en la mansión —Bastian apretó la mano de su mate.—Jamás —lo besó brevemente—, ¿Qué demonios está pasando?Bastian le explicó lo poco que sabía mientras ordenaba a su ejército, del cual llegaban más de parte diferentes de la manada, para que los semidemonios tuvieran espacio para invocar a sus espectros.Los tres semidemonios hicieron aparecer a sus invocaciones de fuego y electricidad respectivamente.—Has caer de una vez la barrera Giorgio —exclamó Bastián—, hay que tomarlos aunque sea un poco por sorpresa.Giorgio empezó a quitar los com
—Aquí están —Jessy colocaba un plato para cada niño en la mesa—, panqueques con chispas de chocolate para los pequeñines. —¿No crees que es mucha azúcar demasiado temprano? —Gunnar miró con preocupación como Dantalian devoraba panqueques como si fuera la última comida de su vida—, van a estar muy activos hoy. —De vez en cuando no hace daño —dijo Jessy acariciando el cabello de su hijo con afecto—, creo que se merecen un gusto de vez en cuando. —Cocinas muy delicioso —Haniel derramaba toda la miel sobre los panqueques—, si un día ya no quieres a Bael, me puedo casar contigo. Jessy sonrió y Dantalian casi se atora con su panqueque. —¡Mi mamá no se va a casar contigo! —gruño el pequeño Dantalian—, ¡Tú eres un niño! —Pero voy a crecer —Haniel siguió pinchándolo—, qué pena que Bael no me escuchara. Gunnar negó con la cabeza mirando al pequeño Haniel con reprobación. Seguía preguntándose porque el niño era tan desarrollado de mente. A veces podía ser perfectamente un niño, en especial
Uno de los hechiceros soltó un alarido al ver a su amigo muerto en el suelo. Como si su cerebro recién procesará que esa demonio le había arrancado el corazón. Intentó correr hacia ella para matarla, pero lo detuvo otro de sus compañeros.—La hemos subestimado —dijo otro hechicero sujetando a su amigo desquiciado por el dolor—, no podemos atacar directamente. A pesar de estar preñada, es rápida y tiene fuerza sobrenatural. Seria suicidio ir cuerpo a cuerpo con ella.—¡Zepar! —grito otro hechicero—, ¡Acaba con ella!Gabriela sonrió al saber que el demonio se llamaba Zepar.Zepar hizo aparecer tigres de hielo que fueron por Gabriela. Esta no demoró en hacer aparecer sus propios espectros de fuego oscuro. Tan monstruosos y deformes como siempre, a diferencia de los espectros de Bael o Estefan. Los suyos eran más desastrosos y chillaban como hienas.Gabriela sintió una punzada en su vientre que intentó disimular. Se dijo a sí misma que todo estaría bien, vencería a los hechiceros, Liam v
—Te pones delante de mí después de abrir el cráter —hablo Gabriela—, es posible que entre en labor de parto ahí mismo o me muera, no lo sé.—No se preocupe mi señora —Gunnar asintió—, la protegeré con mi vida.Gabriela suspiro, se alzó en vuelo lo más alto que pudo. Sabía que en cualquier momento le lanzarían otra bola de fuego y debía actuar rápido porque el demonio ya debería estar sanándose y podría ir por ella para vengarse.Llegó a la cúspide de la cúpula y se lanzó como un rayo hacia el suelo, prendida en su propio fuego oscuro. Mando una punzada de su poder por el lazo de gemelos. Era su único modo de comunicarse con la sabandija mentirosa y traicionera de Bael, ojalá su cabeza hueca entendiera que quería decirle y que le estaba advirtiendo.Alzó su puño y cuando llegó al suelo, lo golpeó con toda su fuerza y con todo su poder. Formando un terremoto que empezó a abrir el suelo debajo de sus pies. Vio como el suelo se partía en dos mientras el cráter más grande que había hecho n
Seraniel sentía que esta era la familia más rara y diferente a todas. Él tenía casi 200 años, había observado y cuidado de todo tipo de humanos. De culturas y vidas diferentes. No obstante, creía febrilmente que nada lo habría preparado para esto.Era una cosa tras otra, un día el príncipe heredero podría estar trabajando junto a su padre él Rey y de pronto de un momento a otro se creaba la catástrofe donde parecía que el mundo iba a acabarse. Ahora entendía porque la diosa luna lo mandó a cuidarlo. Lo que no entendía es como el príncipe Liam seguía vivo.Ataques al medio día, intentos de asesinato por la tarde y en la noche se juntaba junto a su esposa embarazada para arrullarla para dormir como si no hubiera pasado nada.Seraniel solo iba unos días ahí y se sentía cansado, lo peor de todo era que la mayoría de los problemas lo causaban su propia familia. Era como si la desgracia los persiguiera y estaban tan acostumbrados a ese tipo de vida que no se daban cuenta que no era normal p
Liana caminaba por todo el desastre, con la cabeza aún nublada. El día del ataque había llegado a la puerta de su casa después de trabajar un rato con Auguste, el cual básicamente la despidió. Según su querido y ahora molesto novio, ella entraría a la universidad y empezaría a entrenar en serio como miembro del escuadrón del príncipe heredero. Así que no tendría mucho tiempo para seguir ayudando a Auguste.Ella se molestó en un principio, pero después entendió. Auguste tenía razón, estaba partida en muchos labores. Además, que el alfa francés le admitió que desde un principio solo pidió trabajar con ella porque quería pasar tiempo a solas y no porque realmente la necesitara.Se ganó una mirada furibunda y que se fuera enojada de su casa por ese comentario.Después llegó a la puerta de su casa, donde Angel, Junior, Timothee y el novio de este salían a trompicones porque al parecer Belial tuvo un colapso y su tío Alan se lo llevó al palacio. Timothee despidió a su novio y se fue junto a
Jessy temblaba en su cama, era la mitad de la noche y solo pestañeo un momento para poder al fin dormir, pero el recuerdo de esos sujetos atacándola volvían como pesadillas despertándola y quitándole la tranquilidad.Dantalian dormía a su lado y Gunnar dormía en la habitación conjunta. Había pasado un día desde el ataque y no le dejaban salir de esas habitaciones. Dantalian estuvo muy apagado el primer día por miedo. Sin embargo, ese día estuvo muy ansioso y Estefan tuvo que traer a Haniel para que lo distrajera.Bael los metió con mantas en el rostro, por pasillos donde ningún sirviente los viera. Él mismo o Estefan le traían comida y no dejaban que nadie entrara por esa zona del palacio.Jessy no podía mentirse, no se había sentido bien en lo absoluto, pero entendía que sucedía. Nadie además de su familia debía saber que ellos estaban ahí, un solo susurro y todos los enemigos de su vida pasada vendrían por ella. No obstante, de igual manera se sentía como si Bael renegara de ellos.
Gabriela abrió de a pocos los ojos, el cuerpo lo sentía muy pesado y algo pegajoso. Necesitaba un baño urgentemente, una expoliada general y un baño de burbujas con un delicioso olor a limón fresco y hierbas del bosque.Sintió un lengüetazo áspero como una lija en su cara, abrió por completo los ojos y vio a Zeus, el tigre que Estefan le regaló. Gabriela sonrió ampliamente sujetando al pequeño Zeus.—¿Extrañaste a mami? —Gabriela se sentó en su cama acariciando a Zeus que ronroneaba como un gato—, ¿Has estado cuidando de mamá mientras ésta dormía?Gabriela instintivamente se tocó el vientre, su cuerpo se puso totalmente rígido y empezó a temblar. Su vientre estaba un poco hinchado, pero ya no estaba abultado por el bebé. Puso a Zeus lentamente sobre la cama y empezó a recorrer la habitación.Intentaba recordar lo último que vio. Los recuerdos de la batalla vinieron a su mente, prácticamente fue un suicidio.¿Su hijo había muerto?Aterrorizada salió de la habitación, dándose cuenta de