Yo siento que esto va a estar muy muy bueno. Espero le den una oportunidad a esta historia. Les prometo que las hará sentir todas las emociones. Recuerden que si les gusto pueden comentar, reseñar y dar like.
Capitulo 3: "¿Quién te crees para hurgar entre mis cosas?"Después de esa noche, Fausto le dedicó a Giulia un gesto amable y conciliador, casi paternal.— Es tarde, ¿por qué no vas a descansar?Pero Giulia frunció ligeramente el ceño, preocupada por él.— Pero tú… ¿no quieres que llame al médico?— Yo estoy perfecto. Tomaré mi medicamento después de esta copa y luego iré a la cama.— ¿Medicamento? ¿Estás enfermo? ¿De qué?— De nada por lo que debas preocuparte. Ahora ve, no te preocupes por mí. Tu habitación ya está lista. A la derecha después de las escaleras.— ¿Estás seguro? Podría quedarme y…— Giulia, agradezco que te preocupes, pero no soy un niño.Resignada, Giulia exhaló y se retiró lentamente, siguiendo las indicaciones de su esposo hasta llegar a la habitación. Al abrir la puerta, se encontró con una luz encendida que iluminaba el espacioso lugar. Los colores neutrales y los detalles cálidos del diseño invitaban al descanso. Se quitó los tacones con un suspiro de alivio y co
Capitulo 4: "¿Cuánto quieres para que desaparezcas de nuestras vidas?"La mañana llegó demasiado rápido para Giulia. Apenas había dormido unas pocas horas. Las emociones de la noche anterior seguían pesando en su pecho: la discusión con Ares, su arrogancia, y esa chispa de atracción innegable que la descolocaba.Unos toques suaves a la puerta la sacaron de sus pensamientos. Se trataba de Fausto.— Buenos días — saludó ella. Se había despertado hace casi dos horas.— ¿Cómo dormiste?— Bien — mintió, pero como decirle que… la presencia de Ares la tenía al borde del aliento.— Me alegra, porque ya nos vamos. Hoy te incorporaras al corporativo. Creí que podrías irte con Ares pero él…— Ya se fue — adivinó ella con una media sonrisa.— Eso ya no importa. El chofer nos llevará. Tomate tu tiempo. Te espero abajo.Minutos más tarde, ya lista, Giulia bajó. Fausto terminaba su café. Ella se negó a desayunar. Tenía malos recuerdos con esa comida del día en prisión, así que prefería evitarla, por
Capitulo 5: "Ares y Giulia se quedan solos en el corporativo"Ares Salvatierra era esa clase de hombre que no solo se dedicaba entero al trabajo, sino que las horas que pasaba sumido en papeleos era a veces preocupante, pues perdía la noción del tiempo, y a veces, sin darse cuenta, se quedaba prácticamente solo en el corporativo.Ese fue uno de sus días.Reaccionó al echar un rápido vistazo a su reloj.Era tarde.Casi las once de la noche.Se pellizcó el entrecejo y apagó el ordenador antes de tomar su saco y salir de la oficina, sin advertir con lo que iba a encontrarse fuera de ella.— ¿Qué carajos? — expresó para sí mismo, al ver a Giulia todavía allí. Su cabeza reposaba sobre el escritorio y una pequeña lámpara encendida daba luz a la pila de documentos que seguramente ni siquiera terminó. Se aclaró la garganta en un intento por despertarla, pero ella no reaccionó — ¿Y ahora qué?Exhaló, fastidiado, y tocó su hombro.— Giulia, Giulia… — llamó en voz baja. No tenía ánimos de asusta
Capitulo 6: "Ares besa a Giulia"Al llegar al hospital, los dos corrieron a recepción.— El señor Salvatierra acaba de ingresar, pero aún no tenemos información de su estado. Debemos esperar a que los médicos hagan su trabajo.Ares soltó una maldición y se pasó la mano por el rostro, mientras Giulia permanecía asustada.— ¿Qué crees que pudo haberle pasado?— Es su corazón, Giulia.— ¿Su corazón? — preguntó.Ares la miró.— ¿Cómo es que eres su esposa y no sabes ni siquiera ese tipo de cosas? — la atacó él, de pronto de mal humor.Giulia parpadeó. Ares tenía razón.— Si me lo dijo, es solo que…— Ay, por favor, Giulia. No trates de engañarme — la cortó él.Giulia apretó los labios.— De acuerdo, tienes razón, no lo sabía, pero eso no quiere decir que no esté preocupada por su estado.— ¿Y qué es lo que te preocupa realmente, Giulia? — la miró directo a los ojos. Giulia sintió estremecerse — ¿Qué no haya tenido tiempo de poner tu nombre en el testamento o…? — antes de que pudiera termi
Capitulo 7: "Alguien ataca a Giulia"La besó con fuerza, pasión y desespero. La besó borrando cualquier rastro de discusión que hubiesen tenido, y lo hizo sabiendo perfectamente que era prohibido.Giulia reaccionó abriendo los ojos, tomada por sorpresa, pero, al sentir la calidez de los labios de Ares sobre los suyos, su cuerpo fue empujado por un motor, y enterró los dedos en su cabello, trayéndolo más contra ella.Al darse cuenta de lo que estaba ocurriendo, los dos respondieron alejándose de inmediato, y se miraron como si hubiesen cometido el peor de los crímenes.Por la cabeza de Ares pasaron cientos de escenarios, y uno de ellos, fue imaginar como se iba a sentir su padre al saberse traicionado. No, no. ¿Qué había hecho? ¡¿Qué carajos había hecho?! Pero, por otro lado, estaba eso que sintió al besar a Giulia. Algo inexplicable. Algo que jamás había experimentado antes. Algo que…— Giulia…— No — ella lo silenció negando con la cabeza —. Fue un impulso. Tú me odias y tú me das co
Capitulo 8: "Giulia y Ares deben viajar juntosDespués de que todo el mundo se hubiese ido a la cama y esa noche no quedara más que en un susto al que evidentemente Ares Salvatierra le iba a poner completa atención, el joven brasileño despidió a los agentes que seguirían el caso a tiempo completo y subió a su habitación, sin embargo, no pudo evitar detenerse frente a la de Giulia al escuchar sus pasos andar de un lado a otro.— Vamos, Ares. ¿Qué te pasa? — se regañó a sí mismo. Entonces sacudió la cabeza y se dio la vuelta. Lo mejor era dejar las cosas como estaban. Lo mejor era poner distancia y… y…Carajo.Regresó a la habitación y llamó¿ en un suave toque.Giulia abrió instantes más tarde, y se le cortó el aliento al ver a Ares allí.— ¿Ares? ¿Qué… estás haciendo aquí?Ares pasó un trago. Sí, ¿Qué diablos estaba haciendo allí? ¿Qué pretendía?— Quería asegurarme de que estuvieses bien — dijo en un tono serio, y bajó ligeramente la mirada hacia sus brazos, donde tenía un pequeño cor
Capitulo 9: "Esposos"Un jet privado los esperaba en el hangar. Giulia había empacado lo suficiente para tres días. Dios, tres días. Ares se encargó de todo y minutos más tarde, despegaron.Durante todo el trayecto que se les permitió quitarse los cinturones de seguridad, Ares le mostró a Giulia con quienes harían negocios, desde nombres hasta cuantos millones valía cada uno de ellos. Su trabajo básicamente era apoyarlo en lo que hiciera falta, y mostrarse amable.Giulia agradeció que, lejos de la tensión que emanaba del otro, la situación se mantuviese profesional.Al llegar, un auto enviado por los jeques los esperaba.— No te sorprendas por la ostentosidad de estas personas — le aconsejó Ares, mirando la pantalla de su computador, mientras Giulia miraba por su ventana como el auto serpenteaba la ciudad.Al llegar, fueron recibidos personalmente por el jeque y su esposa. La bienvenida fue bastante amena y trivial, hasta que el jeque y Ares acordaron que era la hora de hablar de nego
Capitulo 10: "Quédate, por favor"Fue un beso hambriento, cargado de pasión y deseo. Era como si hubiesen estado esperando por ese momento durante décadas.Él la invadió con su lengua y ella se dejó hacer entera, siguiéndole el ritmo. No hubo delicadeza en tal acto. Ninguno de los dos la buscaba.Sin darse cuenta, tropezaron con las patas de una mesa. Estaban moviéndose por la habitación, y no fue hasta que llegaron a la cama cuando se dieron cuenta de ello.Giulia fue entonces más consciente de lo que pasaba, y se separó buscando el aire, mirándolo directo a los ojos.Ares correspondió a ese encuentro, y pasó un trago. Los dos sabían el peligroso límite que estaban cruzando. Por supuesto que lo sabían.— Ares… — musitó Giulia, sin poder articular una frase correcta, así que fue él quien lo hizo por ella.— No es correcto, lo sé.Ella asintió.— Creo que… deberías irte.— No puedo. Si duermo en otra habitación quedaremos como unos mentirosos.Giulia jugó con sus dedos.— Eso es lo que