Ay no, esperemos que ese enfermo no cumpla su cometido esta vez. Pobre Giulia. Pasar dos veces por lo mismo. Espero les guste como va la historia, recuerden comentar, reseñar y dar like.
"Capitulo 26: Giulia se confiesa con Ares"Todo ocurrió demasiado rápido.— ¿Qué fue eso? — preguntó Ares.— Fue un grito señor — contestó Cantera. Los dos salieron enseguida de la oficina.Fuera, todo el mundo se miraba las caras haciéndose la misma pregunta. ¿Quién había gritado y de dónde provenía?Ares tuvo un presentimiento.— Giulia — musitó para sí mismo.Cantera lo miró.— Señor.— ¡Giulia! — exclamó de pronto y miró el reloj en su muñeca —. Ha pasado un tiempo desde que me dijo que iría al tocador.— ¿Crees usted que…? — pero antes de que pudiera formular su pregunta, se escuchó otro grito. No huno dudas.Se trataba de Giulia.Ares corrió con el pulso disparado. Cantera lo siguió, siguiendo todos los protocolos de seguridad de la empresa.— Señor, espere, puede ser peligroso.Pero Ares no se detuvo. Y tan pronto llegó al tocador, tiró del pomo. Tenía el seguro.Comenzó a ejercer fuerza y presión, importándole poco las llamadas de Cantera para que les hicieran llegar la llave.
Capitulo 27: "Una dolorosa confesion" Giulia se quedó largos segundos en silencio, incapaz de pronunciar una nueva palabra. La mirada de Ares la traspasó de forma que le quemó la piel y, por un momento, no supo lo que estaba pasando por su mente.Lágrimas humedecieron sus ojos.— ¿Qué has dicho? — insistió Ares al ver que ella no hablaba.Giulia negó con la cabeza y se giró, dándole la espalda. Se sentía avergonzada. No podía mirarlo a la cara.¿Qué carajos? Se preguntó Ares, todavía incrédulo.No, no podía ser.No podía ser cierto.— Giulia…— Ares, lo siento, es que yo…En menos de nada, y sin dejarla terminar, Ares rompió aquella distancia que los separaba y la estrechó en sus brazos.Giulia ahogó un jadeo, y rompió a llorar sin poder contenerse.— Lo siento, lo siento, Ares…— No, joder, tú no, Giulia. Tú no tienes que disculparte absolutamente por nada.Ella se aferró a todo de él. Le dolía el alma, y Ares quería hacer cualquier cosa para tomar su dolor y convertirlo en suyo.— M
Capitulo 28: "El juicio, Ares nota rara a Giulia y descubre algo"Durante los días siguientes, Ares no la dejó sola ni un segundo. Se aseguró de que comiera, de que descansara, de que supiera que no tenía que cargar con esto sola. La cuidaba con una devoción que ella nunca había visto en nadie. No era el hombre frío y calculador que había conocido al principio, sino alguien que la protegía con todo su ser.Estaba enamorándose profundamente.Giulia tuvo que levantar oficialmente la denuncia, y es que se no haber sido por Ares, no se hubiese atrevido. ¿Qué pasaba con ella? El miedo que despertaba ese hombre en ella la paralizaba. ¿Qué había de todas esas veces que se imaginó enfrentándolo? Se desconocía a sí misma. Era como si… ese monstruo hubiese bloqueado todo su sistema.Una tarde, después de que agentes de la policía les confirmaran que la orden de detención de Damián iba a ser un hecho en cuanto saliera del hospital, Elena Salvatierra se presentó en la mansión, atormentando la paz
Capitulo 29: "Ares y Ramses se conocen"Tras darse cuenta de que Cantera estaba con ella y ninguno de los dos dijo nada, decidió llamarla.Cuando le preguntó dónde estaba, Giulia mintió sin querer hacerlo. Confundido y con una sensación de incertidumbre, Ares decidió ingresar al hospital. Preguntó por ella en recepción y cuando la encontró, la vio conectada a una vía en una camilla.La visión lo paralizó por un momento. Giulia, tan fuerte e inquebrantable, se veía frágil bajo la lógica impersonal del hospital. Su rostro estaba pálido, pero sus ojos reflejaban sorpresa y una preocupación oculta.— ¿Ares? ¿Qué… estás haciendo aquí? — preguntó Giulia, desconcertada, nerviosa.Rápido, Ares acortó la distancia y se acercó a ella, tomando su mano, notablemente preocupado.— ¿Por qué no me dijiste que estabas aquí? Giulia, ¿Qué estás pasando? ¿Estás enferma? ¿Es eso?Giulia negó, nerviosa, no sabía que decir en ese momento. Y no, no estaba enferma, pero las razones por las que estaba allí era
Capitulo 30 "La señora esta embarazada"La recostó sobre la cama y apartó varios mechones rebeldes de su rostro.Giulia abrió los ojos de a poco.— ¿Ares? — musitó levemente.Él tomó su mano entre la suya y le besó el dorso con cariño y anhelo.— Sí, cariño, soy yo.— ¿Qué pasó?— Te desmayaste — dijo con preocupación —. Ordené que te cocinaran algo caliente. También hay agua caliente en la tina. ¿Te gustaría tomar un baño?Giulia asintió ligeramente. Él la ayudó a incorporarse, pasando la mano por debajo de sus caderas, y la llevó al cuarto de baño. No le gustaba nada su aspecto, ya lo había dicho. Tenía ojeras y su semblante lucía completamente descompuesto.La metió al agua y la rodeó desde atrás, cómo solía hacerlo. La intimidad que compartían en esos momentos era única.Ares le besó el hombre y Giulio cerró los ojos. Una lágrima se derramó por su mejilla.Largos minutos más tarde, envueltos en una toalla cada uno, Giulia se sentó al borde de la cama y miró sus pies.— Sé que tiene
Capitulo 31 "Ares se enfrenta a Ramses" Ares Salvatierra se quedó completamente.No, no podía ser cierto.Giulia estaba embarazada.Embarazada de él.¡Dios, un hijo! ¡Su hijo!Y ella… ¿ella lo sabía?Un sudor frío empañó su frente.— ¿Está segura de lo que está diciendo? — consiguió preguntar después de un largo rato.La joven enfermera asintió.— Completamente, señor. Ares no lo podía creer. Negó con la cabeza y se pasó la mano por el rostro buscando procesar aquello.— ¡Por favor no diga que yo se lo dije! ¡Tengo dos hijos y no puedo perder mi trabajo! ¡Pero… precisamente porque tengo dos ojos, creo que… esto no debería hacerse porque una pequeña vida que viene en camino!Ares asintió.— Tiene mi palabra.— Espero usted si pueda parar todo esto. Con permiso.En cuanto la mujer desapareció, Ares volvió a la habitación. Allí parecía estar finiquitándose todo.Sintió su pulso detenerse.— Aquí no va a llevarse a cabo ningún trasplante — interrumpió con autoridad.Todos se giraron. Giu
Capirulo 32: "Una verdad a punto de ser revelada" Mientras tanto, todavía en el hospital, Gala despertó luego de un largo rato, y al ver a Ramsés con la cabeza escondida en sus manos, se incorporó pegándose a la espalda del sofá.Ramsés la sintió y enseguida alzó el rostro. La mirada de desconcierto, temor e incertidumbre que le dedicó su esposa, lo desarmó por completo. Ella era su vida entera.— Gala, mi amor, no me mires así.— ¿Y cómo esperas que lo haga? No eres el hombre del que me enamoré. No eres el hombre con el que me casé.Ramsés sintió el peso de aquellas palabras como un cuchillo afilado.— No me digas eso, por favor — rogó —. Solo… estaba desesperado. Necesitaba encontrar una forma de salvarte, de curarte.— ¿Y esa forma era poniendo la vida de un inocente en riesgo?— Giulia es todo menos una inocente, lo sabes.Gala negó.— No hablo de Giulia, sino del bebé.Ramsés frunció el ceño.— ¿De qué bebé hablas?Gala entornó los ojos.— Del bebé de Giulia, Ramsés. Ese que iba
Capitulo 33: "Un buen hombre" La mirada de Giulia fue de completo miedo y desesperación. Entonces Ramsés lo supo. Él no tenía completa idea de lo que ella había en el pasado, del daño que había causado.Y al volver la vista a Ares, abrió la boca, pero Gala entró en ese momento al despacho.— ¿Ramsés? — lo llamó, impidiendo que él dijera algo que no le pertenecía revelar en ese momento.— Gala, mi amor ¿Qué haces levantada? — le preguntó él con preocupación, tomándola de la cintura.— Escuché voces — respondió ella, con voz tímida, mirando a Giulia y a Ares con intriga. ¿Qué hacían allí?Ares la puso al tanto de su visita. Giulia todavía estaba sin habla. Nerviosa. Recuperando el aliento.Los ojos de Gala brillaron, y se aferraron a la mano de Ramsés.— Estoy dispuesta a someterme a lo que sea.— No es así de fácil, además, no sé si… pueda confiar en ellos — respondió Ramsés con intriga.Gala sonrió. Había algo en ese hombre que le inspiraba confianza, y la forma en la que miraba a su