—No, no necesito tu ayuda. Agradezco que hayas venido hasta aquí, sin embargo, no puedes hacer nada para solucionar mi problema. Me haré cargo de ello, no debes preocuparte —intentó sonar firme, pero su voz la delataba. Estaba muerta de miedo, sin embargo, logró formular la pregunta—. ¿A qué has venido?
Malcom soltó un chasquido, haciendo un gesto con la mano.—Estoy en graves problemas, y creí que si recurría a mi hijita me daría lo que necesito. No permitirás que le hagan daño a tu padre, ¿verdad? —sabía que algo quería, sin embargo, Celine se mantuvo firme ante la imploración de su padre, sabiendo en lo más profundo de su ser que no debía sucumbir a sus manipulaciones una vez más. Había aprendido de sus errores y estaba decidida a no caer en la misma trampa.—Depende de qué se trate —su respuesta no pareció satisfacer a Malcom, pero se contuvo de decir algo al respecto y mantuvo una expresión triste que no convenció a Celine, era obvio lo actuado que eEsa mañana, Celine había decidido tomar el desayuno en su habitación. No tenía ánimos de enfrentar el día después de lo ocurrido con su padrastro el día anterior. Aceptar que cualquier vínculo que los unía se había roto por culpa de las malas decisiones de él la había afectado profundamente. En el fondo, esperaba que Malcom se arrepintiera de sus acciones, ya que no solo le había causado daño físico, sino también emocional. Cada una de sus palabras quedaron grabadas en su memoria, siendo imborrables.Observó por la ventana, con la mirada perdida en el exterior. El otoño ya había llegado, y las hojas de los árboles decoraban el jardín, impidiendo ver el césped. El panorama era un tanto deprimente, y el clima parecía reflejar su estado de ánimo. Pronto comenzó a llover, y el sonido de las gotas golpeando el cristal inundó la habitación como una suave melodía.Celine apartó la mirada de la ventana al escuchar golpes en la puerta, se levantó de la cama y la abrió,
En el vídeo, se veía a Celine en el pasillo, claramente sorprendida al encontrarse con su padrastro. La expresión de Celine denotaba incomodidad y tensión, mientras su padrastro se mostraba serio y amenazante. Enzo podía notar la tensión en el ambiente, como si hubiera algo más detrás de ese encuentro fortuito.Pero lo que realmente impactó a Enzo fue el mensaje que apareció en la pantalla al final del vídeo. Las palabras resonaban en su mente una y otra vez."Deberías cuidarte de los que te rodean, no son cómo realmente crees". Esas palabras resonaban en su mente como una advertencia, como si alguien estuviera tratando de decirle algo importante. Enzo se preguntaba quién podría ser el emisor de ese mensaje y qué significaba en realidad. ¿Estaba Celine en peligro? ¿Su padrastro la había amenazado? Las dudas invadieron su mente, sabía que debía investigar más a fondo para descubrir la verdad detrás de todo esto.Sin d
La estupefacción pintó los rostros de Enzo y George, quienes compartieron una mirada antes de dirigirse al rubio frente a ellos que sonreía con soberbia. Parecía muy orgulloso de lo que hacía para arruinar la imagen de los Ivanov. Enzo acortó la distancia que los separaba y lo enfrentó, harto de las artimañas que Jake perpetraba en su contra.—¿Por qué estás haciendo esto? ¿Qué es lo que buscas? —espetó con los puños entrecerrados a los lados—. ¿No te bastó con dañar el negocio? ¿Por qué te empeñas en acabar conmigo, eh?Sus palabras estaban llenas de reproche. Enzo estaba cansado de soportar los problemas causados por Jake y de no poder hacer nada para evitarlos. En esta ocasión, su paciencia había llegado a un límite y no pensaba quedarse de brazos cruzados.—¿No es obvio? Lo hago por diversión, es injusto que tengas todo lo que yo no poseo. Dinero, un negocio, una familia —enumeró cada uno con los dedos, y luego hizo un gesto de indiferencia con la mano—. Aunque ahora que lo pienso
—Cariño, entiendo que hayas tenido miedo —dijo, acariciando su mejilla—. Pero sabes que puedes confiar en mí. Yo estoy aquí para protegerte, sin importar lo que pase.Celine asintió, recostando la cabeza en el pecho de Enzo.—Lo sé, y te lo agradezco. Pero también sé que Malcom puede ser peligroso, y no quería que te hiciera daño.—Nada ni nadie va a lastimarme, cariño —aseguró Enzo, con firmeza—. Yo me encargaré de Malcom, y de Jake también. Cualquier plan que hayan tramado juntos, no funcionará.Celine lo miró, en sus ojos había una mezcla de intriga y confusión.—¿Qué es lo que has descubierto sobre Jake y Malcom? —preguntó, ansiosa por saber más.Enzo suspiró, tomando las manos de Celine entre las suyas.—Encontré un video que Jake me envió —explicó—. En él, apareces junto a Malcom hablando pero apenas y se escucha lo que dicen. Parece que Jake se ha reunido con él, y están detrás de todo esto.Celine abrió los ojos, sorprendida.—¿Cómo es posible que estén haciendo esto? —exclamó
Enzo suspiró mientras doblaba cuidadosamente una camisa y la colocaba en su maleta. Después de meses de escándalos y presión mediática, finalmente podría escapar junto a Celine, hacia un sitio lleno de tranquilidad y paz. Italia siempre había sido su lugar preferido, solía ir cuando deseaba estar alejado de todo y pasar tiempo consigo mismo. —¿Estás seguro de que no te olvidaste nada? —preguntó Celine, observando a Enzo con una sonrisa cálida. Sus ojos claros brillaban con emoción anticipada.Estaba emocionado de ir a Italia, siempre había querido viajar, recorrer el mundo entero. —No, creo que lo tengo todo —respondió él, cerrando la maleta con determinación—. Solo quiero desconectarme por un tiempo de todo este caos.—Ya verás que pronto las cosas se calmarán.La empresa familiar de los Ivanov había sido el blanco de intensos escrutinios públicos después de su reciente escándalo. Aunque lograron superar los problemas, la sombra del escándalo aún los acosaba. Enzo esperaba que este
—Sabemos que para tu padre no ha sido fácil, pero estoy segura de que que tomará la mejor decisión pensando en ambos. Por el momento, lo mejor será no presionarlo y darle tiempo. Enzo esbozó una sonrisa y llevó la mano de Celine a sus labios para besarla.—Tienes razón.La pareja se sumergió en una conversación animada, riendo y compartiendo planes para los próximos días. Mientras la noche avanzaba, Enzo logró alejar sus preocupaciones y entregarse por completo a la compañía de Celine. Aunque era inevitable no pensar en su padre. Al regresar al hotel, se encontraron con una habitación iluminada por suaves velas y pétalos de rosa dispersos sobre la cama. Enzo rodeó a Celine con sus brazos, perdiéndose en la profundidad de sus ojos claros.—Sorpresa —susurró con voz ronca.—¿Qué es esto? ¿Tú...? —él asintió mientras observaba como la joven quien estaba estupefacta, recorría la mirada en la habitación decorada tal como él había pedido—. Es hermoso, Enzo.Él sonrió ampliamente, sintiénd
Horas después...—¿Y mi padre? —preguntó Enzo, recordando la condición de Emir—. ¿Cómo está él?El doctor hizo una pausa antes de responder.—Emir ha tenido una noche complicada. Hemos tenido que realizar algunos exámenes adicionales, pero por el momento se encuentra estable. Uno de los médicos estará contigo en un momento para actualizarte sobre su estado.Enzo asintió, sintiéndose preocupado por su padre. Celine apretó su mano con suavidad, brindándole su apoyo.—Ve a ver a Emir, Enzo —dijo Celine con una mirada comprensiva—. Necesitas estar con tu padre en este momento.Enzo dudó por un instante, pero sabía que Celine tenía razón. Debía asegurarse de que su padre también estuviera bien.—Está bien, mi amor. Volveré pronto, lo prometo —dijo Enzo, besando la frente de Celine antes de marcharse. Celine observó a su esposo mientras se alejaba, sintiendo una mezcla de preocupación y orgullo por la fortaleza que Enzo estaba demostrando. Sabía que su familia estaba pasando por un moment
9 Meses después...La luz tenue de la mañana se filtraba por las ventanas de la habitación del hospital, iluminando suavemente el rostro de Celine. Sus ojos se abrieron lentamente, adaptándose a la claridad. Sintió un leve dolor y un cosquilleo en su abdomen, recordándole la cirugía que acababa de atravesar.Enzo, quien había pasado la noche en vela a su lado, apretó su mano con delicadeza al notar que su esposa había despertado.—Hola, cariño —susurró Enzo, con una mezcla de alivio y emoción en su voz—. ¿Cómo te sientes?Celine le dedicó una sonrisa débil, pero llena de gratitud. —Estoy bien, solo un poco cansada —respondió, su voz sonando rasposa—. ¿Y el bebé? ¿Todo salió bien?Enzo asintió, con lágrimas de alegría en los ojos.—Sí, mi amor. El bebé está perfectamente bien. Es un niño precioso.Celine soltó un suspiro de alivio, y una sonrisa iluminó su rostro. Extendió su mano, y Enzo entrelazó suavemente sus dedos con los suyos.—Gracias a Dios —murmuró Celine, apretando la mano