La oscuridad la envolvía mientras las voces preocupadas se desvanecían en su inconsciencia. El dolor en su cabeza era muy fuerte, quería despertar, pero algo la mantenía con los ojos cerrados. Además, estaba esa voz que la llamaba: Mi Luna, despierta mi Luna. Te cuidaré una eternidad.
De pronto el silencio, ese cruel silencio que la envolvía y la hacía desaparecer en la soledad que la rodeaba. Su miedo se hizo grande, sobre todo cuando comenzó a transformarse en imágenes nebulosas, como si atravesara un velo entre dos mundos: Se vio correr desesperada sujetando su enorme vientre. El dolor la desgarraba por dentro mientras se ocultaba entre los matorrales. Su vientre, enormemente abultado, apenas le permitía moverse con sigilo. Las contracciones eran cada vez más frecuentes, pero no podía gritar. No debía hacerlo. Seth estaba ahí fuera, busc&aacutYa han pasado más de diez días desde que Isis se desmayara y no se recobra. Estoy muy impaciente. Hace una semana que debía estar en otro lugar para resolver un problema, pero me siento frustrado. Nunca quise encontrar a mi otra mitad, la destinada de la Luna.Es por eso, que mi lobo Mat está molesto, por no haberla reclamado cuando la encontré, ahora tampoco lo he hecho, a pesar de que la diosa luna, se empeña en ponerla en mi camino. Estoy decidido a escapar de esa relación.Y, aunque ya sé que Isis, posee un gran poder, que levanta en mí muchas sospechas porque es una simple humana. No he podido dilucidar el motivo de esa luz. Teka dice que es un conjuro que le puso alguien muy poderoso de protección. Pero quién, en su vida sólo hemos visto en sus memorias humanos, simples humanos.—Así que han estado husmeando en sus sueños—, dijo Teka-her, avanzando hacia
No sé qué hacer. Sé que me será muy difícil hacer que mi lobo renuncie a su mitad. No puedo obligarlo, tiene que tomar la decisión él mismo. He tratado de hacer que se olvide de ella, pero sé que no lo ha conseguido. Está muy furioso conmigo a pesar de que lo complací aquella vez en Francia.Cumplí con mi promesa de ir a la fiesta de quince años de Isis. Llegamos una hora y media después de haber comenzado. Entramos sin dificultad; había mucha gente. Mat localizó su olor inmediatamente. Se encontraba bailando sin parar en medio de la pista. Estaba vestida muy provocativamente: una falda muy corta que dejaba al descubierto sus hermosas piernas, y una pequeña blusa que apenas cubría sus exuberantes pechos, dejando ver su abdomen plano donde brillaba un piercing en el ombligo.Me acerqué despacio, esperando el mejor momento para abordarla. Pude darme c
Abro mis ojos y me encuentro en un lugar que desafía toda lógica terrenal. Nunca, ni en mis más fantasiosos sueños, podría compararse con lo que mis ojos están contemplando en este momento. A lo lejos, muy abajo, se extiende un horizonte teñido de rojo intenso, como si el mundo estuviera envuelto en llamas tenebrosas y amenazantes a las que nadie se atreve acercarse. Es una línea divisoria que marca el límite entre lo bueno y lo malo, entre la luz y la oscuridad eterna.Las llamas danzan en la distancia como lenguas hambrientas, creando sombras que parecen querer alcanzarnos. El calor que emana de ese abismo es apenas perceptible, como un recordatorio constante de lo que acecha más allá.Giro mi cabeza hacia el lado opuesto y el contraste es sobrecogedor. Una luz cálida y reconfortante baña el paisaje, tan pura que parece tener vida propia. Cerca, se extienden jardines eternos donde
Ella sufre una transformación ante mis ojos: su porte solemne se desvanece y adopta una actitud más juvenil, casi adolescente. Con un gesto inesperadamente infantil, se rasca la cabeza, despeinando algunos mechones de su cabello etéreo.— Pues, de eso no estoy muy segura —mi corazón se contrae dolorosamente ante sus palabras, como si una mano invisible lo estrujara. Ella, notando mi angustia, se apresura a continuar—. Pero una vez escuché que debes aferrarte a algo o alguien, por lo que valga la pena y desees vivir.— Pero no sé qué significa —murmuro, más para mí misma que para ella, mientras mi mente repasa las personas importantes en mi vida—. Tengo a mis padres, que claro, no quiero que sufran por mí.— Sí, eso es cierto, pero los abandonaste —dice ella con un tono de reproche que me molesta.— Solo me alejé un tiempo, ello
Isis respira aliviada al saber que terminó aquella pesadilla y suspira más calmada. El olor de Jacking la inunda y tranquiliza. Trata de incorporarse, pero una mano rodea su cintura y se asusta. Voltea su cabeza y ve a Jacking dormido a su lado. Se ve tan hermoso: sus gruesas cejas, sus largas pestañas, su nariz perfilada, y se detiene en sus hermosos labios húmedos.Sin darse cuenta de lo que hace, levanta su mano y comienza a acariciar con sus dedos el labio inferior de él. De pronto, Jacking toma su mano y abre sus ojos, que resplandecen de un color dorado. Ella salta asustada, pero al volver a mirarlo, él le sonríe y sus ojos tienen el azul oscuro de siempre. Respira aliviada. Debe haber sido el reflejo de la luz en ellos, se dice.—Al fin despertaste, Isis —dice él levantándose de la cama—. Disculpa por encontrarme aquí, es que no dejabas que me marchara. Y cuando te dejaba, siempr
Él levanta sus ojos y se queda anonadado. ¡Es preciosa! Isis está vestida con un hermoso conjunto de pantalón amarillo, muy entallado a su cuerpo que acentúa su belleza natural. Su corazón se acelera, y su amigo pugna por salir de su entrepierna. Es realmente hermosa su Luna, y tiene esa aura de niña buena e inocente que hace que sienta que quiere protegerla toda su vida.Su lobo Mat ronronea en su pecho, haciendo que su excitación sea mayor. Se acomoda detrás del buró para esconder su erección y para sentir que algo lo retiene para no reclamarla allí mismo. Su instinto animal se incrementa. Respira profundamente tratando de controlarse, pero Mat se la pone difícil, él está muy emocionado y excitado con su mitad.—Veo que, en realidad, te sientes mucho mejor. Sí, pasa por favor. ¿Qué puedo hacer por ti? —pregunta sin dejar de mirar a Isis
El campo de entrenamiento quedó sumido en un silencio sepulcral después de la visita y mensaje de la madre Luna. Los miembros de la manada permanecieron inmóviles, sus miradas alternando entre el lugar donde había desaparecido el imponente lobo negro de Jacking y el punto donde la voz de la Diosa Luna había resonado momentos antes.La incredulidad de los miembros de la manada se mezclaba con una alegría que parecía brotar desde lo más profundo de sus almas, una emoción tan intensa que casi podía palparse en el aire. ¡La Luna de la manada “La Maat Ra” había aparecido al fin! El momento que habían esperado durante generaciones finalmente se materializaba ante sus ojos.Ya eran la manada más poderosa del mundo, su dominio se extendía por territorios vastos y su supremacía era indiscutible, y eso que su Alfa estaba incompleto, funci
El doctor Ahá, después de acomodar cuidadosamente a Teka en su cama y asegurarse de que su esposa estaba estable, guió a los tres lobos atormentados hacia el salón, donde continuaron su reveladora conversación.—¿Y tú, Bennu? —preguntó el doctor, dirigiendo su mirada curiosa hacia el celta que había permanecido callado—. ¿También encontraste a tu mitad?—Creo que sí —respondió Bennu con una mezcla de timidez y satisfacción en su voz—. Aunque me parece que mi suerte ha sido mejor que la de ustedes, chicos.Amet y Horacio se giraron bruscamente hacia el jefe de seguridad de la manada. El siempre reservado celta los observaba con una sonrisa apenas contenida, mientras su pecho vibraba de felicidad y sus ojos comenzaban a teñirse de un rojo intenso, señal inequívoca de que Ben, su lobo interior, luchab