Salir esta mañana de casa fue toda una odisea. Mi madre insiste en acompañarme a todas partes y en que aún hay muchos temas pendientes para la boda, como elegir la decoración de las mesas, pero me puse firme y le dejé claro que pienso retomar mi vida.Hubo llanto y hasta amenaza de desheredo, lo cual me parece ridículo. Puedo decir con la memoria que tengo y el trato de estos días, que los conozco muy bien y sé que esa es una amenaza vacía, no son los mejores padres del mundo, pero siempre a su manera han estado ahí para mí y tengo claro que aunque estén errados, todo lo hacen convencidos de que es lo mejor para mí.Llego con algo de tiempo al lugar de la cita y lo recorro con calma. Caminar aquí me da paz y tengo el impulso de comprar la colorida escultura de un galgo a tamaño real, lo cual hago sin pensarlo dos veces, así no sepa dónde ponerla.—Te ves mejor de lo que creí que estarías —me saluda Roberto con una sonrisa moderada.—Gracias por el halago —le devuelvo instintivamente
Despierto muy temprano, incluso unos minutos antes de que suene la alarma de mi celular, hago un pequeño estiramiento de brazos sobre mi cabeza, antes de poner en marcha todo lo que tengo que hacer el día de hoy.Tras tomar mi reglamentaria taza de café y desayunar, pido a uno de los muchachos del personal que remita mi hermosa escultura del galgo a nuestra residencia en San Antonio, leyeron bien, a nuestra residencia en San Antonio. Es muy importante que tenga un gran moño rojo y me aseguraré de tener una cámara en la mano, para grabar la cara que pondrá Richard al verlo.No es por nada, pero me miro al espejo y hoy estoy fabulosa, o tal vez me veo así, por lo bien que me siento en este momento, el peso sobre mis hombros ya no está y creo que el espíritu de maldad está fluyendo en mí.—Hola, cariño —le digo con voz melosa a Oliver, muy a las 7:00 am —ya decidí cuál será mi vestido de novia y tenemos aún minucias que discutir, cielo, además, tengo muchas ganas de verte ¿Puedes venir?
Aun con el celular en la mano, enciendo el televisor más cercano. La noticia está en todos los canales y parece que es el golpe a la delincuencia más grande que las autoridades han dado este año. Las imágenes muestran como llevan esposadas a un gran número de personas, entre las que se encuentran médicos e instrumentadores, intermediarios y los propios secuestradores.Están diciendo que desmantelaron la red de tráfico de órganos más grande que operaba en el país, pero que, infortunadamente, el organizador de todo logró escapar de la redada. El nombre de Iván Miller, sale a relucir por primera vez en un medio nacional, no como un visionario empresario del mundo farmacéutico, sino como el responsable del secuestro y desaparición de cientos de personas para tráfico de órganos y ahora se está poniendo en duda de dónde surgió su fortuna realmente.El celular cae de mi mano y gruesas lágrimas se deslizan por mi rostro. Mi mano cubre mis labios tratando de ahogar el sonido que ahora brota
Tomo su mano y salimos corriendo del lugar. Una vez dentro del vehículo, no me importa la presencia del personal de seguridad en la parte de adelante, mis labios buscan los suyos como queriendo recuperar en un instante, todo el tiempo que no pude disfrutar de ellos y los suyos, me responden con la misma animosidad.Su abrazo me envuelve y su olor termina de hacer su magia. Sé que está lastimado aún, así que soy cuidadosa con respecto a algunos movimientos. Debemos recuperar el aliento, aun así, muerde suavemente mi labio inferior estirándolo un poco y me mira con el deseo reflejado en el rostro. —No sabes cuanto te extrañé —me dice besando mi cuello, a lo que yo reacciono cerrando los ojos y echando mi cabeza para atrás, a fin de darle más espacio para que continúe haciéndolo.—También te extrañé, aunque no fuera consciente, por eso ahora, no nos vamos a volver a separar —enredo mis dedos en su cabello, haciendo que nos miremos a los ojos.Me lo como con la mirada, aunque sé, que
Mientras mis manos vuelven a la tarea de retirar su camisa, las suyas masajean mi trasero.—Has hecho que me preocupe mucho, así que necesito castigarte.—¿Perdón? —apenas termino la palabra, aprovecha que herido o no, es más fuerte que yo y al siguiente segundo estoy acomodada en sus piernas, con el trasero al aire —No, Richard, ¿qué vas a hacer? Suéltame.—No, esto es algo que me estás debiendo hace mucho y este es el momento.Dos de sus dedos masajean sobre mi intimidad a medida que habla y el traicionero de mi cuerpo, ya está reaccionando a su toque. —No bromees, ahh —siento una palmada contra mis nalgas y no puedo creer lo que está haciendo —perdiste el juicio —grito indignada por su acción, pero entonces siento la siguiente palmada con un poco más de fuerza y nuevamente el sonido resuena en la habitación, acompañado por el que emite mi garganta.Sus dedos vuelven a frotar sobre mi intimidad y descubren muy para mi sorpresa que estoy mucho más mojada. No estoy segura de como es
Lo mantuve en reposo solo veinticuatro horas y luego volvimos al rancho en Texas. —¿Y esto? —pregunta Richard al entrar a la casa y encontrar un regalo con un moño gigante en medio de su sala.—Un regalo mío —digo contenta, pues me había olvidado por completo de la encomienda.Se acerca y observa la gran escultura del galgo y luego me mira.—¿Te gusta? —pregunto tratando de validar que tan buena idea fue esa compra.—Me encanta, pero lo que más me gusta, es que oficialmente es lo primero que compras para nuestra casa, ya estás pensando en los dos, aunque sigo sin querer un perro en el cuarto.Río por el tonto comentario.—Su lugar es en el recibidor, ahí se debe ver fabuloso.—Es hora de mi regalo.Vamos a nuestro cuarto y nos arreglamos con ropa mucho más casual. Ingresamos a la habitación subterránea en la cual había estado aprisionado Simón, pero ahora descubro que se ha vuelto la residencia permanente de Iván Miller.No puedo creer lo que ven mis ojos, Miller está encerrado y n
Ya es de noche y estoy recostado contra el marco de la puerta observando a Lorena. Ella está tan concentrada en su trabajo y no se ha dado cuenta de la cantidad de veces que Oliver ha pasado por aquí, ni del tiempo que llevo observándola.Esa mujer me va a volver loco de verdad, entre más la conozco, más interesante me parece. Es una mujer bonita, sí, bien proporcionada, desde luego, pero es esa maldita personalidad retadora y en ocasiones ingenua la que me tiene así.Hace unas horas nos compartió que robaron una de sus galerías, así que desde ese momento la he escuchado tomar las riendas de la situación ella sola, llama, pregunta, organiza, delega y con cada acción, la condenada me parece más sexy.Las mujeres que conozco son bellas y casi todas terminan en mi cama, pero es muy raro que una mujer llame mi atención y no sea necesariamente por su físico, aunque no puedo negar que me muero por tenerla en mi cama y escucharla gritar mi nombre.Si esa noche en la discoteca no le hubiera
Mi contacto en la policía me informa que han reportado problemas de drogadicción en escuelas de mi zona. Mis instrucciones siempre han sido claras en ese sentido, no se le pueden vender drogas a menores de dieciséis años, punto. Con eso en mente, pido a Michael información de los dealer de los alrededores del colegio, encontrando tres chicos y extrañamente, a uno de ellos se le han disparado los ingresos por distribución en los últimos cuatro meses. No hay que ser un genio para saber cuál es su nueva estrategia. Estoy sopesando el castigo del chico, cuando mi celular suena y el nombre de Lorena se lee en la pantalla. —Hola, preciosa, ¿Tan pronto me extrañaste? —contesto complacido por escucharla tan temprano en la mañana, es madrugadora, eso me agrada. —Hola, Richard, eres justamente el hombre que está rondando mis pensamientos desde muy temprano —no puedo evitar reír ante el comentario. —Diría que me siento alagado, pero presiento que no es por placer que me piensas —me gustarí