—¿Por qué siento que no hemos terminado de hablar? —veo como se acomoda nuevamente en el sillón —y por la cara que tienes, creo que es la parte más importante de la conversación.Y no se equivoca, pues una cosa es que realmente mi relación con Oliver no tuviera futuro y él a su modo me lo hubiera hecho entender y otra cosa muy diferente, es aceptar a Richard, son dos temas completamente independientes.Por el momento aún no sé, si solo podemos tener buenos momentos o si de verdad puedo etiquetar lo que sea que hay entre nosotros, como en una relación.—¿Qué quieres de mi Richard? ¿Por qué yo? —Ya te lo dije, quiero que seas mi reina, tienes todo lo que busco y por eso tendré todo de ti, si es posible, tu alma también.Siento como la atmosfera de la habitación, se vuelve más densa.—Quiero una amante Lorena, quiero que calientes mi cama y mi cuerpo y me deje conocer todas las expresiones y sonidos de placer que ese cuerpo tuyo tiene para ofrecerme.Creo que olvidé como respirar por un
La mañana me ha encontrado más calmada. Los primeros rayos del sol, se filtran tímidos por el blackout a medio cerrar de mi habitación de hotel, descubriendo a una Lorena con la vista en el futuro.Aunque en mi rostro aún se puede apreciar rastros del punto de inflexión vivido, mi estado de ánimo está ahora elevado.El calor de San Antonio me recibe con toda su intensidad, cuál si fuera un presagio de tiempos mejores. Desde el fondo de mi bolso, el replique de mi celular, anuncia la llamada de Richard y con ello, el comienzo de una relación, que por primera vez en mi vida, amenaza con ser igual de intensa por ambas partes.—Hola Reina, ¿Qué tal tu viaje? — que lindo, una pregunta disfrazada.—Fue un buen viaje, todo quedó claro entre Oliver y yo —el motivo del viaje se ha cumplido, —así que terminaré los procesos con la galería local y luego soy toda tuya.—Me gusta escuchar eso, así que esta noche pasaré por ti para que vayamos a cenar, nada muy formal, así que usa zapatos cómodos.
Me gusta que me diga de frente lo que quiere y esas palabras, enviaron una punzada a mi centro acrecentando el deseo que tengo por él. Lo deseo con locura hace mucho, así que mis piernas abrazan su cadera, eliminando por completo el poco espacio existente entre nosotros.—Entonces ya es hora de irnos — Richard sonríe y se quita la venda de los ojos.Deshacemos nuestros pasos para volver al vehículo, pero ahora con una urgencia mucho más marcada. Es una lástima que el vehículo no ofrezca la privacidad que necesitamos en la parte trasera, para dar algo de alivio a lo que el cuerpo y la mente exige. El tiempo de desplazamiento se siente eterno.Espero llegar a un hotel, pero en su lugar, ingresamos a un lujoso edificio de departamentos, cuyas dimensiones rebasan con creces el mío. Tras cruzar el umbral del apartamento, siento que me abraza por la espalda y que besos caen sin tregua por el lateral de mi cuello y nuca, haciendo que pequeños sonidos como los ronroneos de un gato, vibre
Esta también es mi casa, al menos, esas fueron sus palabras. Recorro el lugar con ojo crítico y concluyo que me agrada y solo pienso en cambiar dos cuadros e incluir una escultura de un perro en tamaño real y el lugar quedaría perfecto.Aún no le he tocado el tema de Tyson, mi perro antidrogas, así que saltaré del tema de la escultura al perro de verdad. Tyson es un animal extremadamente inquieto, un hermoso labrador dorado que me robó el corazón con esos hermosos ojitos que gritan, quiéreme, pero Roberto no puede seguir ayudándome con él.Mis pasos se dirigen a su estudio para encontrarlo enfrascado en una acalorada discusión telefónica, de la cual, solo puedo captar fragmentos.Escucho cuando le dice a un tal Giovanny que ya está atrasado en cumplir el trabajo encomendado y que muy pronto se deben empezar a mover.Su mirada deja de centrarse en la ventana, para encontrarme recostada al marco de la puerta; estira la mano indicando que me acerque y me da un beso suave para luego conti
El ambiente se siente cargado de energías negativas, pero una vez mis pasos llegan a la mesa, tanto la mirada de mi padre como la de Richard cambia a una amigable e incluso, sueltan una risa forzada, de esas que nadie en su sano juicio puede tomar como real.Mi madre llega pocos segundos después y se ubica al lado de mi padre, quien inmediatamente se pone en pie, le regala una sonrisa y toma su mano.—Ya no somos tan jóvenes, así que debemos ir a descansar — luego me mira y continúa hablando —recuerda que te amamos y siempre todo lo hacemos pensando en tu bienestar.Con esas palabras una chispa de culpabilidad se anida en mi pecho y me hace recordar una época de mi vida que no puedo olvidar y que formaron las bases para forjar a la Lorena que soy hoy.FLASHBACK—Es solo una niña — grita un hombre de edad avanzada cuyo rostro fue el único, que conocí después.—¿Y qué? ¿Acaso en el mundo no hay muchos niños que aguantan hambre y viven en condiciones precarias toda la vida? No te encariñ
Tenía catorce años cuando mi cuerpo inició a tomar forma de mujer y empezaron a llegar las famosas invitaciones a las fiestas de quince, aquella dulce época de la vida en que una chica es presentada en sociedad. Por aquellos días, nunca se me había ocurrido pensar en lo que significaba ser presentada en sociedad.Muchos conocidos y amigos de mis padres tenían hijos de más o menos mi edad, así ese tipo de invitaciones abundaron por aquellos días.El evento fue tan formal y elegante como se podía esperar y me habría parecido tan aburridor como todos, de no ser porque el apuesto Henry Grace, captó mi atención, solo por saludarme con una sonrisa. Los chicos me saludaban últimamente y trataban de hablar conmigo y eso era algo que me parecía extraño, incluso forzado. Mamá decía que esos cambios de actitud era algo normal en los chicos y que eso quería decir que estaban madurando y se estaban volviendo hombres.La atención de Henry, estuvo repartida entre un grupo de chicas, incluida la q
El hombre sonríe levemente y me da lo que pido.—Julieth Cohen, es la hija de los proveedores más grandes que tengo de cebada —su rostro está serio, pero si lo que quiere es usar esa seriedad en mi contra, eso no funcionará en este momento, no en esta situación —No seas extrema, es todo lo que pido.No la atacaré de frente, mi lección fue muy bien aprendida, así que no repetiré los errores de juventud. No creo que me esté diciendo mentiras, la mujer sí puede ser hija de un proveedor, aun así, la mirada de ella, aun cuando nos vio besarnos, me irrita y algo tengo que hacer para marcar con mayor firmeza mi territorio. Es una lástima que hace años no cargo chicles en el bolso, así que debo recurrir a un último recurso y es meter mi mano bajo la mesa y disimuladamente arrancar algunos de los que siempre hay pegados. ¿Pensaban que eso no pasaba en lugares finos? Sorpresa, en todos lados pasa, solo que aquí es en menor medida que en otros.—Pero qué cosas dices corazón —le digo con una
Esta noche, fue toda una montaña rusa de sensaciones, primero fue la cena con mis padres, tras la cual creí que mi humor decaería, pero cuyo manejo de la situación por parte de Richard, termina por sorprenderme y luego está el encuentro con la tal Julieth.Espero que esté contenta por la gran oportunidad que le di, para cambiar su estilo. Las mujeres necesitamos de vez en cuando un cambio en el cabello para sentirnos bien y que mejor motivación que el regalo que dejé enredado en su oxigenado cabello.¿Infantil? No me importa, pues aunque le seguiré cobrando, soy sin duda de aquellas personas que también necesitan hacer algo físico e inmediato para sacarse la espinita y para desgracia de esa chica, lo que me clavó, no lo considero espinita sino un arpón.Duermo plácidamente entre los brazos de Richard y tengo un sueño feliz. Sueño nuevamente con la gran mansión y el baile, pero todo está a color, el corsé me permite respirar y Richard me espera en el segundo piso al cual siempre quis