El cielo está despejado sobre mi cabeza, al menos, así es como lo siento. Las cosas con Oliver evolucionan perfecto, las galerías me estás dando no solo ganancia, sino satisfacción personal, pues siempre amé el arte y aunque parezca algo contradictorio, también amo el contacto con la comunidad.Mis pasos se escuchan suaves mientras recorro la galería y me acerco al hombre que observa con detenimiento un cuadro titulado Retazos. —Deberías comprarlo —le digo al hombre quien sigue sin despegar su vista de la colorida obra.—Tal vez, pero primero deberías ayudarme a definir en que parte ponerlo —alzo una de mis cejas, algo asombrada por la osadía de este hombre —con el valor de todo lo que vendes aquí, la asesoría debería estar incluida y darla la dueñaLadeo mi cabeza en señal de negativa.—¿Yo en tu casa? Eso es algo que no va a pasar, además, el dinero no es algo que realmente te afecte —debo obligar a mi vista a permanecer en el cuadro y no en esa mirada oscura que ahora me observab
Hace mucho no estaba tan ocupada, ha pasado casi una semana y aun así, toda esta situación es tan emocionante, que apenas estoy sintiendo el correr del tiempo.He revisado minuciosamente todo una y otra vez, incluso hasta cobré el favor al desconocido del billar, le pedí que me consiga uno de esos perros que están entrenados para detectar drogas, yo no sé dónde conseguir uno, así que es más fácil lanzarle el problema a alguien más.Oliver me está contando, muerto de risa, que el tal Pablo se atrevió a llamarlo para pedirle ayuda. Estaba estresado, por lo difícil que es conseguir uno de esos animales, así que quiere que Oliver me haga cambiar la petición. —¿Qué harás con ese perro después? —amo las videollamadas, me permite apreciar lo que es mío mientras hablamos.—No estoy segura —digo mientras organizo sobre la cama los diferentes aderezos que usaré con la ropa elegida para cada día —pero no lo puedo tener en el apartamento y tampoco en alguna de las galerías, eso llama mucho la a
La mercancía junto con las obras fueron despachadas hace catorce horas según mis planes, sin que por el momento se presenten contratiempos. El vehículo fue muy bien acondicionado con los químicos y la mercancía está dentro de los cuadros y grandes esculturas que serán exhibidas, así que pueden desvalijar el vehículo si quieren y no encontraran nada.Si alguien pregunta el motivo por el cual las obras se van por tierra cuando es un viaje tan largo, la respuesta que hay que dar es muy sencilla, apoyamos negocios pequeños en la ciudad de los ángeles.Eso nos vende como una empresa socialmente responsable, así que se decidió pagar a un negocio mediano el traslado de las obras, en lugar de hacerlo a una gran Aerolínea y el dinero sobrante se usa para cubrir la seguridad que acompaña el vehículo en este momento. Nuestro vuelo no presenta problemas, al menos así es hasta que llegamos y somos detenidos por unas horas en el aeropuerto de manera inexplicable. Nadie nos da razón de la demora
—No me mires así, yo no hice nada —le digo a Roberto quien vuelve la mirada a los chicos que están trabajando.—No estoy seguro de eso —lo veo acercarse a mí—de lo que si estoy seguro, es que cada vez que se encuentran ese hombre se interesa más en ti, es demasiado notorio.Mi vista contempla como todo es nuevamente cargado al camión, para ser entregado posteriormente en el lugar de exposición.—Eso lo tengo controlado, no te preocupes —en serio creo eso, no he cruzado la línea que el mismo me dibujó.Expulso sonoramente el aire de mis pulmones, permitiendo a mi cuerpo soltar parte de la tensión que había acumulado en los últimos días y permitiéndome pensar en otros temas.—¿Cómo sigue tu hijo? —veo como la mirada de Roberto se cristaliza —el médico dice que continúa estable por el momento.—Dime si necesitas algo —el hombre solo hace un movimiento de asentimiento con la cabeza y salimos del sitio.════ ⋆★⋆ ════Estoy de pie frente a mi cama del hotel, observando un hermoso vestido az
Ya se habían cumplido con todos los protocolos de la velada, así que los invitados deambulan libres por toda la galería, observando las obras y departiendo entre ellos.Agradezco la existencia de música suave de fondo, si no estoy segura de que el hombre parado a mi lado, habría escuchado nítidamente el sonido de mi corazón. Soy consciente que su mano firme en mi espalda puede detectar cualquier sobresalto que tenga mi cuerpo durante nuestra conversación, así que trato de regular mi respiración e imitar el porte neutro que usa él para el trabajo. — Supongo que se llama instinto de autoconservación — respondo queriendo huir de la tentación que representa este hombre.Richard se inclina un poco para hablarme más cerca al oído.— ¿En qué sentido te parezco peligroso, Lorena? — ladeo mi cabeza buscando su mirada.— De tantas formas y de todas ellas eres consciente — el brillo de su sonrisa alcanza sus ojos y creo que le acabo de confirmar algo que puede ser peligroso para mí.Su mano se
—Te queda bien —afirma tras observar por unos segundos el sombrero que acaba de poner en mi cabeza.Mi mirada se clava en él, tratando de entender lo que pasa por la mente de este hombre. Hoy debe quedarme claro que es lo que pasa realmente aquí, no creo que pueda tener una mejor oportunidad para averiguarlo.—Sígueme —me conduce hasta una especie de biblioteca.Se acerca a un escritorio grande de madera y destraba un cajón del cual saca un arma. Es una pistola de esas que muestran en las películas y con las cuales los tontos adolescentes juegan a la ruleta rusa. El hombre se toma en serio la parte de enseñanza, pues lo primero que me aclara es que no es una pistola, sino un revolver y me facilita un poco de datos que estoy segura en un par de días ya no recordaré. Me la entrega descargada para que sienta su peso, me enseña a desarmarla y me explica como se limpia y solo después de un rato, me deja ver la cajita en la cual tiene guardada la munición. —Yo quiero la práctica —digo
Una vez que en la casa, debo hacer acopio de toda mi fuerza de voluntad para no sucumbir a la tentación nuevamente. Sus labios y su delicioso olor, son la puerta de entrada a un placer que amenaza con ser más intenso que lo vivido hasta el momento y que, por lo tanto, está en contra de la línea de pensamiento que siempre he manejado.—¿Qué pasa? —su rostro muestra confusión. —Tenemos que hablar Richard, sabes que estoy con Oliver, no le puedo hacer esto —intento no perderme en esa mirada oscura que siempre amenaza con quebrar mi razón.—Hablemos, déjalo y quédate conmigo, fin —lindo resumen, pero no todo es tan fácil en mi mente.Por la cantidad de sensaciones anidadas en mi pecho, sé que su resumen es correcto, pero no puedo tener sexo con Richard, no sin haber terminado mi relación oficial con Oliver, me siento una traidora y soy muchas cosas, pero creo en la fidelidad entre las parejas.¿Contradictorio, verdad? Pero a mi juicio, mientras no tuviera una pareja oficial y mi corazón
—¿Por qué siento que no hemos terminado de hablar? —veo como se acomoda nuevamente en el sillón —y por la cara que tienes, creo que es la parte más importante de la conversación.Y no se equivoca, pues una cosa es que realmente mi relación con Oliver no tuviera futuro y él a su modo me lo hubiera hecho entender y otra cosa muy diferente, es aceptar a Richard, son dos temas completamente independientes.Por el momento aún no sé, si solo podemos tener buenos momentos o si de verdad puedo etiquetar lo que sea que hay entre nosotros, como en una relación.—¿Qué quieres de mi Richard? ¿Por qué yo? —Ya te lo dije, quiero que seas mi reina, tienes todo lo que busco y por eso tendré todo de ti, si es posible, tu alma también.Siento como la atmosfera de la habitación, se vuelve más densa.—Quiero una amante Lorena, quiero que calientes mi cama y mi cuerpo y me deje conocer todas las expresiones y sonidos de placer que ese cuerpo tuyo tiene para ofrecerme.Creo que olvidé como respirar por un