Valentino sentía el pecho acelerado, estaba se podría decir en un estado de absoluto estupor, por un momento no fue consciente de lo que hacía, solo lo movía la inmensa rabia de hacerle pagar a Gian Piero, por haberse atrevido a meterse con su mujer, no obstante, lo que más lo descolocó fue la descripción hecha por el chico, donde le decía como iba a poseer a Macarena, eso lo logró enloquecerlo por completo.
Vio a su hermano tirado en el suelo, tratando de recuperarse, pero no sintió ni un ápice de lástima, todo lo contrario, la sangre se agitó de nuevo producto de la furia, si no, se apartaba de allí, sería capaz de reiniciar su ataque y esta vez con éxito.
Se giró y vio el rostro de todos, quienes lo miraban con miedo, eso lo hizo fruncir el ceño a la vez que una pregunta surgía en su mente. “&iqu
ejaron los autos a cinco kilómetros de distancia, de los galpones donde les habían informado permanecía Matías y de allí empezaron su caminata. Iban un poco a ciegas, porque no sabían que les esperaba, ni cuantas personas encontrarían para hacerles resistencia.Lo único claro, era la maldad incomparable de Jacques Fleury, quien había obtenido su fortuna a través de triquiñuelas y negocios turbios y aunque todos lo señalaban, nadie se atrevía a exhibir pruebas en su contra, porque temían ser sacados del camino, pues era un hombre a quien no le gustaba ser retado y cuando lo hacían, sus enemigos terminaban desapareciendo en extrañas circunstancias.Todos estaban sorprendidos, porque había dejado vivo a Matías, esa no era su forma de actual, normalmente no tenía piedad, ni tampoco cometía errore
Macarena sintió un olor a alcohol penetrante, abrió los ojos con lentitud, por un momento imaginó que la noticia sobre el accidente de Valentino había sido una pesadilla como la tenida unos días antes cuando estuvo enferma, sin embargo, al alzar la vista vio el rostro de preocupación de Gian Paul y de su hermana Melody, haciéndola caer en cuenta de que todo fue real, por muchas ganas de querer se tratara de una pesadilla.No pudo contener el llanto, últimamente no paraba de llorar, al parecer el controlar sus emociones por tanto tiempo, le provocó ahora un alto grado de sensibilidad, tomó a Gian Paul, por el brazo y con voz suplicante le preguntó.—¿Es un sueño verdad? ¿Valentino está bien? Por favor, dime que todo fue mentira.El chico posó la mano en la de ella, la vio con tristeza, la consol&oacu
Dos días después Macarena estaba en la sala de espera de la clínica, Valentino no se había despertado, por eso aún no hablaba con él y ese día daban de alta a Matías, tenía miedo de dejarlo solo, porque estaba deprimido, no dejaba de llamar y pedir hablar con Perla, eso le rompía el alma, temía que terminara haciéndose daño.Caminó al consultorio del médico, le pidió autorización de entrar para ver a Valentino, gracia a Dios, fue operado con éxito, pero aún se mantenía dormido; al entrar a su habitación y verlo pálido, tan indefenso, su corazón se encogió, acercó sus labios a los suyos y le dio un pequeño beso solo rozándole, para después hablarle con un suave tono de voz.—Mi amor, debo salir a llevar a mi hermano a l
Valentino se incorporó en la cama para levantarse, Miguel intentó acostarlo, mientras le pedía que se calmara. —¡Ya basta, hombre! —no puedes salir de esa manera, estás convaleciente. —¡Convaleciente un carajo Miguel! —exclamó exaltado—. Se trata de mi mujer y mi frijolita que tuvieron un accidente y debo estar con ellas. —¿Frijolita? ¿Macarena está embarazada? —preguntó Miguel extrañado. —Sí, aunque no se ha hecho los exámenes, para comprobarlo —respondió Valentino con tranquilidad. —¿Y cómo lo supieron? —preguntó el hombre por curiosidad. —Lo supimos antes de concebirla, porque Macarena soñó con ella, se llama Meliena y es hermosa —expuso con un suspiro, mientras Miguel lo veía como si estuviese mal de la cabeza, definitivamente esperaba jamás sufrir de semejante locura, pensó el hombre. —¡Están locos! ¿Cómo van a afirmar la existencia
Macarena se despertó un par de horas después en los brazos de Valentino y sonrió, se estiró de forma perezosa y cuando abrió los ojos vio a la enfermera, parada al lado de la cama, tratando de despertarlos. —¡Al fin se han despertados los bellos durmientes! —exclamó la enfermera bromeando. —Lo siento, no sabía que estaba tan agotada —se excusó la chica. —Y con semejante espécimen de almohada —habló señalando a Valentino—. Yo no duermo una siesta, si no las veinticuatro horas —expresó y ambas soltaron las carcajadas. » A propósito, el médico te ha firmado el alta, te ha dejado varios récipes con algunos medicamentos, vitaminas e instrucciones, si sientes mareos, dolor de cabeza, debes regresar de inmediato. —Muchas gracias —Macarena vio a los lados tratando de ver si su hermano estaba cerca, al no verlo le preguntó a la enfermera—. Disculpe, ¿Habrá visto a m
Los días fueron pasando convirtiéndose en semanas Macarena se fue a vivir al apartamento de Valentino y se llevó a Melody, mientras que Meredith, Rita y Matías se quedaron en el departamento de La Candelaria.Los nervios no la habían dejado ir a hacerse los exámenes para comprobar si estaba embarazada aunque ella estaba segura de que el resultado sería positivo, tenía previsto ir ese día, ya habían transcurrido tres semanas de haber salido del hospital, sin embargo, tenía los síntomas, dolor en los senos, náuseas matutinas, sentía asco por ciertos alimentos.Mientras terminaba de realizar un informe, no pudo dejar de pensar en su hermano Matías, la tenía preocupada porque había cambiado mucho, casi no reía, se volvió insensible, y cruel, más durante los últimos días.Para alivio de
Macarena salió de la oficina con Valentino, caminaban tomados de la mano caminó al consultorio médico, su rostro de preocupación era evidente.Valentino levantó su mano y le dio un beso, vio su expresión ceñuda, llevó su mano allí y la frotó suavemente.—No hagas esa cara, te saldrán líneas de expresión. ¿Te preocupa Matías? —preguntó sintiéndose inquieto por ella.—Demasiado, está lleno de un profundo odio, en contra de todo el mundo, como si la gente tuviera la culpa de lo sucedido, en verdad lo desconozco, mi hermano no era así —manifestó con pesar.—Y todo por culpa de esa mala mujer, quien la ve con cara de no romper un plato y destruye la vajilla completa —señaló Valentino molesto.—No la juzgues Vale
Perla miró la ropa que le había dejado Germaín en la cama, como si de una serpiente venenosa se tratara, le dio treinta minutos para bajar a uno de los salones de la casa, la cual acondicionó como si fuese un bar con tarima y todo incluido, ella debía subirse allí y modelar, lo cual sabía hacer bien, porque por un tiempo ese fue su sueño.Suspiró con impotencia al levantar las prendas, mucho más pequeña a su talla, el brasier apenas le cubriría los pezones y cómo sus senos estaban voluptuosos, producto del embarazo, quedarían expuestos para ser observados por los babosos amigos del hombre, el bikini no era mucho mejor, solo tenía un pequeño triángulo para cubrirle la parte delantera.Se miró por unos segundos en el espejo, tenía dos pequeñas bolsas oscuras debajo de sus ojos, pasó un dedo co