Dos días después
Macarena estaba en la sala de espera de la clínica, Valentino no se había despertado, por eso aún no hablaba con él y ese día daban de alta a Matías, tenía miedo de dejarlo solo, porque estaba deprimido, no dejaba de llamar y pedir hablar con Perla, eso le rompía el alma, temía que terminara haciéndose daño.
Caminó al consultorio del médico, le pidió autorización de entrar para ver a Valentino, gracia a Dios, fue operado con éxito, pero aún se mantenía dormido; al entrar a su habitación y verlo pálido, tan indefenso, su corazón se encogió, acercó sus labios a los suyos y le dio un pequeño beso solo rozándole, para después hablarle con un suave tono de voz.
—Mi amor, debo salir a llevar a mi hermano a l
Valentino se incorporó en la cama para levantarse, Miguel intentó acostarlo, mientras le pedía que se calmara. —¡Ya basta, hombre! —no puedes salir de esa manera, estás convaleciente. —¡Convaleciente un carajo Miguel! —exclamó exaltado—. Se trata de mi mujer y mi frijolita que tuvieron un accidente y debo estar con ellas. —¿Frijolita? ¿Macarena está embarazada? —preguntó Miguel extrañado. —Sí, aunque no se ha hecho los exámenes, para comprobarlo —respondió Valentino con tranquilidad. —¿Y cómo lo supieron? —preguntó el hombre por curiosidad. —Lo supimos antes de concebirla, porque Macarena soñó con ella, se llama Meliena y es hermosa —expuso con un suspiro, mientras Miguel lo veía como si estuviese mal de la cabeza, definitivamente esperaba jamás sufrir de semejante locura, pensó el hombre. —¡Están locos! ¿Cómo van a afirmar la existencia
Macarena se despertó un par de horas después en los brazos de Valentino y sonrió, se estiró de forma perezosa y cuando abrió los ojos vio a la enfermera, parada al lado de la cama, tratando de despertarlos. —¡Al fin se han despertados los bellos durmientes! —exclamó la enfermera bromeando. —Lo siento, no sabía que estaba tan agotada —se excusó la chica. —Y con semejante espécimen de almohada —habló señalando a Valentino—. Yo no duermo una siesta, si no las veinticuatro horas —expresó y ambas soltaron las carcajadas. » A propósito, el médico te ha firmado el alta, te ha dejado varios récipes con algunos medicamentos, vitaminas e instrucciones, si sientes mareos, dolor de cabeza, debes regresar de inmediato. —Muchas gracias —Macarena vio a los lados tratando de ver si su hermano estaba cerca, al no verlo le preguntó a la enfermera—. Disculpe, ¿Habrá visto a m
Los días fueron pasando convirtiéndose en semanas Macarena se fue a vivir al apartamento de Valentino y se llevó a Melody, mientras que Meredith, Rita y Matías se quedaron en el departamento de La Candelaria.Los nervios no la habían dejado ir a hacerse los exámenes para comprobar si estaba embarazada aunque ella estaba segura de que el resultado sería positivo, tenía previsto ir ese día, ya habían transcurrido tres semanas de haber salido del hospital, sin embargo, tenía los síntomas, dolor en los senos, náuseas matutinas, sentía asco por ciertos alimentos.Mientras terminaba de realizar un informe, no pudo dejar de pensar en su hermano Matías, la tenía preocupada porque había cambiado mucho, casi no reía, se volvió insensible, y cruel, más durante los últimos días.Para alivio de
Macarena salió de la oficina con Valentino, caminaban tomados de la mano caminó al consultorio médico, su rostro de preocupación era evidente.Valentino levantó su mano y le dio un beso, vio su expresión ceñuda, llevó su mano allí y la frotó suavemente.—No hagas esa cara, te saldrán líneas de expresión. ¿Te preocupa Matías? —preguntó sintiéndose inquieto por ella.—Demasiado, está lleno de un profundo odio, en contra de todo el mundo, como si la gente tuviera la culpa de lo sucedido, en verdad lo desconozco, mi hermano no era así —manifestó con pesar.—Y todo por culpa de esa mala mujer, quien la ve con cara de no romper un plato y destruye la vajilla completa —señaló Valentino molesto.—No la juzgues Vale
Perla miró la ropa que le había dejado Germaín en la cama, como si de una serpiente venenosa se tratara, le dio treinta minutos para bajar a uno de los salones de la casa, la cual acondicionó como si fuese un bar con tarima y todo incluido, ella debía subirse allí y modelar, lo cual sabía hacer bien, porque por un tiempo ese fue su sueño.Suspiró con impotencia al levantar las prendas, mucho más pequeña a su talla, el brasier apenas le cubriría los pezones y cómo sus senos estaban voluptuosos, producto del embarazo, quedarían expuestos para ser observados por los babosos amigos del hombre, el bikini no era mucho mejor, solo tenía un pequeño triángulo para cubrirle la parte delantera.Se miró por unos segundos en el espejo, tenía dos pequeñas bolsas oscuras debajo de sus ojos, pasó un dedo co
Un año despuésMacarena arreglaba los últimos toques de los pasteles, uno color rosa y otro azul, en el jardín de la casa del padre de Valentino. Ambos pequeños cumplían su primer año de edad, y habían dado alegría y felicidad a todos en la familia, tanto a los Pagliuca como a los Mendoza, claro con sus contadas excepciones.—¿Por qué debes darle la misma importancia a ese bastardo que a Meliena? Ella es una auténtica Mendoza, en cambio él es un recogido al cualdejaron tirado en… —Macarena no la dejó hablar la tomó por el brazo y se lo apretó con fuerza, marcándole los dedos.—¡Ya basta Meredith! No seas tan cruel y miserable, ¿Qué clase de ser humano eres? ¿Cuándo aprenderás a ser diferente? &iques
Valentino se quedó a la expectativa, en la espera de la respuesta por parte de su mujer, tal vez estaría un poco loco, porque ya Macarena y en él tenían más de diecinueve meses juntos, viviendo como pareja, pese a ello no pudo evitar sentir un sudor frío recorrer su espalda, su corazón palpitaba como los sonidos del tambor en las fiestas de San Juan, con fuerza y de forma incesante, porque temía ella lo rechazara, su alivio llegó cuando la chica se le tiró encima, con tanta energía, que los dos terminaron en la hierba riéndose a carcajadas.—Si mi amor hermoso, te digo un millón de veces que sí, porque te amo hasta el infinito y más allá —expuso emocionada, mientras en sus ojos comenzaban a brillar dos cristalinas lágrimas.—Amor, ¿Por qué estás llorando? Pensé que mi propu
La pareja, luego de despedirse de los últimos invitados,recogieron algunas cosas y subieron a la habitación de los niños, mandrón a dormir a la niñera y ellos bañaron a los niños, porque Matías Alejandro se había quedado con ellos. Después de haberlos bañado les colocaron las pijamas, los acostaron en las camas y les leyeron un cuento. Un par de minutos posteriores los pequeños se quedaron dormidos, encendieron la luz de la lámpara y salieron abrazados para su habitación, mientras Macarena posaba su cabeza en el hombro de su amado. —¿Estás muy cansada? —preguntó Valentino mientras comenzaba a masajearla en el cuello, cercano a la base de su cabeza, provocando que un ruidito saliera de sus labios de la chica por tan placentera caricia. —Si ha sido un día demasiado agotador, aunque todo ha salido como lo habíamos planificado. Sin embargo, aún tengo un poco de energía para hablar de nuestra boda