Matías estaba acostado con Perla, la abrazaba, oliendo el fragante olor de su cabello, le parecía un sueño tenerla así a su lado, estaba feliz, sobre todo porque habían pasado tres días desde el momento cuando la ayudó a huir y se la llevó con él. Se habían ido al apartamento de La Candelaria, para su buena suerte, nadie había ido a buscarlos, a pesar de la negativa de Meredith por temor a las represalias de Jacques Fleury.
Tuvo un enfrentamiento con ella, cuando los vio llegar, no pudo evitar recordar lo sucedido.
“—¿Qué diablos hace ella aquí? ¿Acaso te volviste loco? ¿Quieres ponernos en peligro a nosotras? Hay que ver mijo, ¡Eres un bruto! Este es el primer lugar donde el padre de esta niña va a venir, si estuviese Macarena aquí, ni siquiera los dejaría entrar —expresó furiosa.
—¡Ya basta Meredith! No tienes autoridad para hacerme ningún tipo de reclamo, te lo recuerdo porque al parecer lo has olvidado, soy el
Matías se despertó sintiendo un intenso dolor de cabeza, tenía la impresión de que en cualquier momento le estallaría. Se dio cuenta de que era conducido en un vehículo con una especie de cajón, por la cual dedujo se trataba de una furgoneta. No podía visualizar bien, porque estaba completamente en la penumbra, ni siquiera un rayito de luz se filtraba por alguna rendij4, al parecer las habían sellado con intención, para evitar el paso de la claridad.Su cuerpo bamboleaba de un lugar a otro, haciéndolo golpear con las paredes de metal del vehículo, sin poder hacer nada para evitar hacerse daño, porque estaba atado de pies y manos. No podía sostenerse para equilibrarse bien, por lo cual prefirió mantenerse en el suelo, en la posición más cómoda para tratar de protegerse y no seguir golpeándose.De repente, no pudo evitar centrar sus pensamientos en Perla, su rostro de angustia, sus ojos húmedos, su expresión de miedo, de solo recordarla era inevit
Rita y las dos jovencitas, fueron a preparar la ropa y demás enseres que se llevarían a casa del padre de Valentino, mientras tanto luego de preguntar los detalles de lo sucedido y recibir la explicación por parte de las tres, Macarena en compañía de su novio caminaron a la habitación de Matías, el aspecto del recinto, no estaba mejor al resto de la casa, estaba destrozada, la ropa regada en el suelo, los cajones del closet tirado, el colchón fue roto con un objeto punzante, la puerta del balcón permanecía abierta, dejando colar el frío de la noche.Macarena se fue a asomar, seguida de cerca por Valentino, cuando se acercó escuchó unos sollozos, proveniente del apartamento vecino, sin embargo, estaba separado por una pared un poco más alta de un metro cincuenta, frunció el ceño y enseguida le pidió al hombre asomarse.&mdash
Macarena se sintió tan reconfortada al escucharlo hablar de esa manera, su corazón percibió la calidez de sus palabras y brincó de alegría en su pecho, cuando Valentino la abrazó acunándola junto a él, se sentía tan protegida como nunca en su vida.—Mi hermosa muñeca, no sabes cuánto dolor siento el saberme el responsable de tu infelicidad aunque sea en un sueño,nunca quisiera verte sufrir, todo lo contrario me agrada verte reír, tu sonrisa es para mi mayor regalo.—No te preocupes, ahora contigo a mi lado todo estará bien, además juntos estamos preparados para enfrentar todo cuanto venga.Valentino la tuvo abrazada por un rato, sin embargo, estaba muy inquieto. No dejaba de pensar en ese sueño, era como un tormento para él, cerraba los ojos y allí estaban esas im
Valentino sentía el pecho acelerado, estaba se podría decir en un estado de absoluto estupor, por un momento no fue consciente de lo que hacía, solo lo movía la inmensa rabia de hacerle pagar a Gian Piero, por haberse atrevido a meterse con su mujer, no obstante, lo que más lo descolocó fue la descripción hecha por el chico, donde le decía como iba a poseer a Macarena, eso lo logró enloquecerlo por completo.Vio a su hermano tirado en el suelo, tratando de recuperarse, pero no sintió ni un ápice de lástima, todo lo contrario, la sangre se agitó de nuevo producto de la furia, si no, se apartaba de allí, sería capaz de reiniciar su ataque y esta vez con éxito.Se giró y vio el rostro de todos, quienes lo miraban con miedo, eso lo hizo fruncir el ceño a la vez que una pregunta surgía en su mente. “&iqu
ejaron los autos a cinco kilómetros de distancia, de los galpones donde les habían informado permanecía Matías y de allí empezaron su caminata. Iban un poco a ciegas, porque no sabían que les esperaba, ni cuantas personas encontrarían para hacerles resistencia.Lo único claro, era la maldad incomparable de Jacques Fleury, quien había obtenido su fortuna a través de triquiñuelas y negocios turbios y aunque todos lo señalaban, nadie se atrevía a exhibir pruebas en su contra, porque temían ser sacados del camino, pues era un hombre a quien no le gustaba ser retado y cuando lo hacían, sus enemigos terminaban desapareciendo en extrañas circunstancias.Todos estaban sorprendidos, porque había dejado vivo a Matías, esa no era su forma de actual, normalmente no tenía piedad, ni tampoco cometía errore
Macarena sintió un olor a alcohol penetrante, abrió los ojos con lentitud, por un momento imaginó que la noticia sobre el accidente de Valentino había sido una pesadilla como la tenida unos días antes cuando estuvo enferma, sin embargo, al alzar la vista vio el rostro de preocupación de Gian Paul y de su hermana Melody, haciéndola caer en cuenta de que todo fue real, por muchas ganas de querer se tratara de una pesadilla.No pudo contener el llanto, últimamente no paraba de llorar, al parecer el controlar sus emociones por tanto tiempo, le provocó ahora un alto grado de sensibilidad, tomó a Gian Paul, por el brazo y con voz suplicante le preguntó.—¿Es un sueño verdad? ¿Valentino está bien? Por favor, dime que todo fue mentira.El chico posó la mano en la de ella, la vio con tristeza, la consol&oacu
Dos días después Macarena estaba en la sala de espera de la clínica, Valentino no se había despertado, por eso aún no hablaba con él y ese día daban de alta a Matías, tenía miedo de dejarlo solo, porque estaba deprimido, no dejaba de llamar y pedir hablar con Perla, eso le rompía el alma, temía que terminara haciéndose daño.Caminó al consultorio del médico, le pidió autorización de entrar para ver a Valentino, gracia a Dios, fue operado con éxito, pero aún se mantenía dormido; al entrar a su habitación y verlo pálido, tan indefenso, su corazón se encogió, acercó sus labios a los suyos y le dio un pequeño beso solo rozándole, para después hablarle con un suave tono de voz.—Mi amor, debo salir a llevar a mi hermano a l
Valentino se incorporó en la cama para levantarse, Miguel intentó acostarlo, mientras le pedía que se calmara. —¡Ya basta, hombre! —no puedes salir de esa manera, estás convaleciente. —¡Convaleciente un carajo Miguel! —exclamó exaltado—. Se trata de mi mujer y mi frijolita que tuvieron un accidente y debo estar con ellas. —¿Frijolita? ¿Macarena está embarazada? —preguntó Miguel extrañado. —Sí, aunque no se ha hecho los exámenes, para comprobarlo —respondió Valentino con tranquilidad. —¿Y cómo lo supieron? —preguntó el hombre por curiosidad. —Lo supimos antes de concebirla, porque Macarena soñó con ella, se llama Meliena y es hermosa —expuso con un suspiro, mientras Miguel lo veía como si estuviese mal de la cabeza, definitivamente esperaba jamás sufrir de semejante locura, pensó el hombre. —¡Están locos! ¿Cómo van a afirmar la existencia