Valentino observó a Gian Piero, aparentando indiferencia, no sabía a qué venía la actitud de su hermano, pero estaba equivocado si pensaba que iba a poderlo manipular, jamás iba a renunciar a Macarena, nunca interpondría la cosmética ante ella.
—Para información de todos, desde hace mucho tiempo presenté mi renuncia a la dirección de la cosmética, la puse en la mesa del presidente de empresas Pagliuca, solo debe aceptarla y surtirá efecto en el mismo momento.
» Por otra parte, ninguno de ustedes, tiene la autoridad para mandarme a cortar mi vínculo con Macarena Mendoza, porque como se los indiqué con anterioridad, se trata de mi vida privada. Aunque no tenga por qué darles explicaciones, lo haré solo para mi satisfacción, como no lo sabían, se los anuncio, ella no es cualquier mujer o relación fortu
Macarena estaba sorprendida, pese a haberlo planificado todo, desde el mismo momento cuando lo vio entrar al restaurante, solo pretendía probarlo, no obstante, jamás se imaginó esa vena posesiva de Valentino, porque nunca antes se presentó la oportunidad de verlo bajo esa óptica.No obstante, no sabía cómo sentirse respecto a eso, por una parte la hacía sentir importante, porque demostraba cuánto era su interés por ella, aunque por otra, era cierto, que ese tono y esa expresión corporal agresiva, también le causaba un poco de molestia, pues siempre había detestado ser objeto de miradas curiosas de la gente, como consecuencia, de escándalos públicos, sin embargo, este sentimiento, fue quien terminó dominando, pues en ese momento estaba tan cabreada por la actitud de Valentino, que se creía capaz de gritar y hacer un espectáculo el doble de
Macarena lo alejó de su cuerpo y se levantó del sofá, sin mostrar ninguna expresión, otra vez se estaba comportando de forma fría y él no pudo evitar preocuparse. La tomó del brazo y la sentó en su regazo.—Mi amor, no me gusta esa actitud de chica fría, quiero a la versión ardiente de ti, sé que mi forma de comportarme fue errada, te avergoncé, pero me sentí celoso, no pude evitarlo —. Se justificó mientras le daba pequeños besos en sus hombros, provocándole erizamiento en su piel.» Te amo tanto, jamás podría vivir sin ti —le tomó el mentón y la besó.Aunque se sentía nervioso, porque ella no respondía a sus besos, no obstante, segundos después, sintió alivio al verla girarse, colocar sus manos en el cuello, atraerlo hacia
Macarena empezó a temblar ante la presencia del hombre, un gemido de lamento salió de su boca, se giró y se abrazó de Valentino, aferrándose a su cuerpo, como si se tratara de un salvavidas arrojado en medio del tormentoso mar para salvarla.El hombre se dio cuenta de la tensión en su novia, la sostuvo con fuerza, acercándola más a él para protegerla, sin dejar de mirar a su hermano con profundo desagrado.—¡Hazme el favor y cierra tu maldita boca! ¿O acaso andas buscando otro puño de mi parte, para poder uniformizar tu rostro? Porque de buen gusto te hago el favor de dártelo —espetó sin poder ocultar el enfado.—No sé por qué te molestas, aunque si lo pienso bien, lo entiendo, “la verdad duele”, pero no estoy mintiendo, mis palabras son ciertas. Además, todos quienes estamos
Matías estaba acostado con Perla, la abrazaba, oliendo el fragante olor de su cabello, le parecía un sueño tenerla así a su lado, estaba feliz, sobre todo porque habían pasado tres días desde el momento cuando la ayudó a huir y se la llevó con él. Se habían ido al apartamento de La Candelaria, para su buena suerte, nadie había ido a buscarlos, a pesar de la negativa de Meredith por temor a las represalias de Jacques Fleury. Tuvo un enfrentamiento con ella, cuando los vio llegar, no pudo evitar recordar lo sucedido. “—¿Qué diablos hace ella aquí? ¿Acaso te volviste loco? ¿Quieres ponernos en peligro a nosotras? Hay que ver mijo, ¡Eres un bruto! Este es el primer lugar donde el padre de esta niña va a venir, si estuviese Macarena aquí, ni siquiera los dejaría entrar —expresó furiosa. —¡Ya basta Meredith! No tienes autoridad para hacerme ningún tipo de reclamo, te lo recuerdo porque al parecer lo has olvidado, soy el
Matías se despertó sintiendo un intenso dolor de cabeza, tenía la impresión de que en cualquier momento le estallaría. Se dio cuenta de que era conducido en un vehículo con una especie de cajón, por la cual dedujo se trataba de una furgoneta. No podía visualizar bien, porque estaba completamente en la penumbra, ni siquiera un rayito de luz se filtraba por alguna rendij4, al parecer las habían sellado con intención, para evitar el paso de la claridad.Su cuerpo bamboleaba de un lugar a otro, haciéndolo golpear con las paredes de metal del vehículo, sin poder hacer nada para evitar hacerse daño, porque estaba atado de pies y manos. No podía sostenerse para equilibrarse bien, por lo cual prefirió mantenerse en el suelo, en la posición más cómoda para tratar de protegerse y no seguir golpeándose.De repente, no pudo evitar centrar sus pensamientos en Perla, su rostro de angustia, sus ojos húmedos, su expresión de miedo, de solo recordarla era inevit
Rita y las dos jovencitas, fueron a preparar la ropa y demás enseres que se llevarían a casa del padre de Valentino, mientras tanto luego de preguntar los detalles de lo sucedido y recibir la explicación por parte de las tres, Macarena en compañía de su novio caminaron a la habitación de Matías, el aspecto del recinto, no estaba mejor al resto de la casa, estaba destrozada, la ropa regada en el suelo, los cajones del closet tirado, el colchón fue roto con un objeto punzante, la puerta del balcón permanecía abierta, dejando colar el frío de la noche.Macarena se fue a asomar, seguida de cerca por Valentino, cuando se acercó escuchó unos sollozos, proveniente del apartamento vecino, sin embargo, estaba separado por una pared un poco más alta de un metro cincuenta, frunció el ceño y enseguida le pidió al hombre asomarse.&mdash
Macarena se sintió tan reconfortada al escucharlo hablar de esa manera, su corazón percibió la calidez de sus palabras y brincó de alegría en su pecho, cuando Valentino la abrazó acunándola junto a él, se sentía tan protegida como nunca en su vida.—Mi hermosa muñeca, no sabes cuánto dolor siento el saberme el responsable de tu infelicidad aunque sea en un sueño,nunca quisiera verte sufrir, todo lo contrario me agrada verte reír, tu sonrisa es para mi mayor regalo.—No te preocupes, ahora contigo a mi lado todo estará bien, además juntos estamos preparados para enfrentar todo cuanto venga.Valentino la tuvo abrazada por un rato, sin embargo, estaba muy inquieto. No dejaba de pensar en ese sueño, era como un tormento para él, cerraba los ojos y allí estaban esas im
Valentino sentía el pecho acelerado, estaba se podría decir en un estado de absoluto estupor, por un momento no fue consciente de lo que hacía, solo lo movía la inmensa rabia de hacerle pagar a Gian Piero, por haberse atrevido a meterse con su mujer, no obstante, lo que más lo descolocó fue la descripción hecha por el chico, donde le decía como iba a poseer a Macarena, eso lo logró enloquecerlo por completo.Vio a su hermano tirado en el suelo, tratando de recuperarse, pero no sintió ni un ápice de lástima, todo lo contrario, la sangre se agitó de nuevo producto de la furia, si no, se apartaba de allí, sería capaz de reiniciar su ataque y esta vez con éxito.Se giró y vio el rostro de todos, quienes lo miraban con miedo, eso lo hizo fruncir el ceño a la vez que una pregunta surgía en su mente. “&iqu