Me desperté con un fuerte dolor de cabeza y aturdida, pensando en que la noche anterior seguramente había bebido demasiado, fue lo que pensé en primer lugar, ya que en esos momentos no podía ver bien donde me encontraba, aunque intente varias veces abrir los ojos para mirar los techos, las cortinas, la cama, ya que sentía que donde estaba no podía ser mi dormitorio, levántate las sábanas de aquella cama porque las notaba demasiado suaves y me pude fijar en que yo estaba totalmente desnuda. Intenté enseguida y muy nerviosa levantarme de donde estaba varias veces, pero los mareos y el dolor de cabeza que tenía, me hacían volver a tumbarme en aquella cama una y otra vez, hasta que por fin y como mucho esfuerzo me pude sentar en la cama. Escuché un ruido muy extraño detrás de mí y al girarme para ver qué era, me di cuenta de que había un hombre durmiendo en la misma cama que yo estaba, Nerviosa empecé a mirar por toda la habitación preguntándome ¿qué había pasado la noche anterior? y ¿Dónde estaba toda mi ropa? ya que aun no me acordaba de nada. Pero al final y con mucho esfuerzo, conseguí ponerme de pie, busque mi ropa por toda aquella habitación fijandome en que estaba esparcida por todos los lugares de aquella suite, por el suelo, por el sofá que había, el mueble, por todos los sitios preguntándome mientras la iba recogiendo qué narices había pasado la noche anterior y porque estaba ese hombre durmiendo a mi lado en esa cama, aunque lo poco que le vi, se notaba que era muy guapo aunque no lo pude ver muy bien,pero si me pude dar cuenta de que tenía buen cuerpo, pero yo sabia que tenia que salir de allí antes de que él se despertara, Con la tensión que tenía y los nervios, mis manos me temblaban sin poder evitarlo, empecé a vestirme, hasta que me di cuenta de que aquel hombre acababa de despertar, escondiéndome en un armario que había para que no me viera y así poder terminar de vestirme y marcharme.
Escondida en aquel armario y mirando por una minima obertura, me fije en aquel hombre que se acababa de levantar mirando a todos los lados, entrando primero en aquel cuarto de baño de ensueño que habia en esa suite,Mientras miraba por aquella obertura, pude fijarme mas en aquel hombre, su pelo era de color negro,su abdomen lo tenia bien marcado, muslos gordos y musculosos, pero aunque estaba muy bien, lo que yo deseaba era salir de aquel lugar cuanto antes, pero con la mala suerte de que se me callo uno de mis zapatos al suelo cuando me lo iba a poner, haciendo ruido, viendo como el desconocido se quedo mirando hacia el armario, mientras se iba acercando, haciendo que mi cuerpo aun temblara mas como si fuera gelatina, abriendose un poco mas la puerta de aquel maldito armario, él se fue acercando a donde yo estaba escondida, abriendo de pronto la puerta mirandome algo extrañado por encontrarme en aquel lugar
— ¿Se puede saber qué coño haces ahí dentro? — me pregunto enfadado, mientras yo me fijaba en los bonitos ojos verdes que tenía,
— Yo ____ intente decir algo, pero no me salían las palabras, cogiendome el hombre de la mano, me sacó de aquel armario, poniendome enfrente suya
— ¿Dónde te pensabas ir? sabes que no puedes marcharte ahora, estamos casados y ahora eres mí esposa — me dijo
— Eso no puede ser, me estás mintiendo para que me quede — le grite
— No estoy mintiendo, mira el certificado de matrimonio, anoche nos casamos y me perteneces, compórtate como mi esposa — me dijo algo alterado
— No me lo creo, deja que me marche, mis padres me estarán esperando en mi casa — le dije casi a punto de llorar
— Ven aquí — me dijo sintiendo la fría puerta en mi espalda, ya que aquel desconocido estaba demasiado cerca de mi.
Acerco sus labios a mi cuello, sintiendo su calido aliento mientras me susurraba palabras algo incoherentes, ya que aunque no estaba borracha, el dolor de cabeza y las nauseas que tenia, me hacian ser debil, ante aquel Adonis que tenia delante,intento volver a quitarme la ropa mientras sus labios estaban pegados a los míos y sus manos recorrían cada centímetro de mi cuerpo, mientras yo intentaba apartarme de el como podia, con mis manos empujando su pecho, mis piernas. Pero cogio mis pómulos con fuerza haciendo que lo mirara.
— Estamos casados, compórtate como mi esposa — me dijo muy serio
— Dejame, quiero marcharme, no te conozco, no se tu nombre y puede que hasta seas un violador, pero lo que sé es, que no soy tu esposa — le dije gritando, mientras y por un momento me vino a la cabeza como una especie de flashback, recordando lo que la noche anterior había sucedido
LA NOCHE ANTERIOR
Las tres amigas, Loren, Alice y yo decidimos divertirnos, aunque yo soy algo más introvertida que mis amigas, me convencieron para ir con ellas a un club que estaba de moda Y donde según ellas, se iba a ligar, a beber, bailar y divertirse o sea una noche fantástica para mis amigas que estaban más locas que yo. Cuando llegamos al Club, nos acercamos las tres a la barra silvandole al camarero ya que no estaba nada mal, aunque tampoco iba muy vestido, pero los músculos de su abdomen y de sus brazos lo hacían atractivo y demasiado deseable para mi gusto
Cuando el buenorro del camarero nos preguntó qué queríamos beber, decidimos las amigas, empezar a beber con algo suave, ya que enseguida el alcohol se nos subía a la cabeza y empezábamos a hacer tonterías. Así que decididas pedimos tres cosmopolitans, pero al dar el primer sorbo, enseguida notamos que tenía demasiado alcohol y aunque estaba muy buena la bebida, nos quedamos las tres mirando al camarero, viendo una pícara sonrisa en sus labios mientras nos miraba él a nosotras— Chicas ¿os habeis fijado como nos mira ese grupito de hombres? — nos preguntó Loren, que era la más alegre de las tres— Buenos si que estan, pero creo que son algo mayores para nosotras — le dije— Tu siempre igual, nena, despierta o te quedarás para monja, ya me gustaría pasar una sola noche con uno de ellos — me respondió mi amiga— ¿Hacemos una apuesta chicas? pago los gastos de esta noche si Noelia se acerca a ese grupo y le pide a uno de ellos salir a bailar ¿qué os parece? ..-- dijo Alice, haciendonos re
Nos marchamos de aquel local, abrazados mientras seguiamos riendo y bebiendo el champagne que aquel Elvis nos regaló, estuvimos andando un buen rato entrando en uno de los casinos, ya que deseábamos que siguiera la noche. Jugamos una o dos horas en la ruleta, pero no tuvimos suerte, marchandonos hacia la calle donde estaba el coche esperándonos, el chofer con la puerta abierta. Entramos en el vehículo y me quedé mientras miraba las luces que se encendían y se apagaban de los casinos y las luces de neón de los clubs nocturnos, hasta que volvimos a llegar al aeropuerto más borrachos que cuando bajamos. Lo siguiente que paso, lo tengo nublado, solo me acuerdo de que llegamos a una suite, comiéndonos los dos, nuestras bocas, quitandonos la ropa deprisa, tirandome Cristofer a la cama, riendo y bebiendo champagne, ACTUALMENTE—- ¿Qué te parece si te quedas a vivir conmigo? yo necesito una esposa y tu seguramente un trabajo ¿que me dices Noelia? — me pregunto Cristofer muy serio— ¿Estás loc
Aunque estaba en mi casa y en mi cama, me desperté algo sobresaltada por culpa de una pesadilla, abri los ojos por un momento, mirando todo lo que había a mi alrededor, como si quisiera estar segura de que era mi dormitorio. Me levanté de la cama, me fui de mi habitación hasta el cuarto de baño, al entrar preparé el agua de la ducha, ya que necesitaba que estuviera más caliente que fría ya que necesitaba relajarme, metiendome dentro de la ducha cuando me quite el pijama. Después de ducharme, me tape el cuerpo con una toalla volviendo a mi dormitorio para vestirse, escuchando a los pocos segundos el sonido de mi móvil,fijandome por la pequeña pantalla de que quien me estaba llamando eran mis amigas Loren y Alice— Holy, ¿que tal Noelia con el tío bueno? cuéntanos, Loren está escuchando aquí a mi lado — me dijo mi amiga— Todo bien chicas, nos emborrachamos, me levanté esta mañana con una fuerte resaca — respondí— Pero cuéntanos algo más, ¿te llevó a la cama? el hombre estaba muy bueno
En el funeral de mis padres, estuvieron mis dos amigas y sus padres, así como algunos conocidos del barrio donde vivíamos, yo estaba completamente destrozada, aunque sabía que ahora tendría que ser yo la que cogiera fuerzas y tratar de vivir, aunque más que vivir era sobrevivir, Mis padres me dejaron solamente el piso que encima era de alquiler, ya que dinero no tenían porque vivíamos solo de la pensión de mi padre y no nos quedaba ni para ahorrar nada mas, solo comer, recibos y el alquiler. Mis amigas quisieron ayudarme, pero más o menos estaban en la misma situación que yo cuando vivían mis padres. Busque desesperadamente trabajo, pero siempre me encontraba con alguna excusa, mientras los gastos y el alquiler se iban acumulando, hasta que un dia que regrese a mi casa después de recorrer casi toda la ciudad buscando trabajo, me encontré con el dueño de mi casa, que me estaba esperando en la puerta— Hola señor William, ¿cómo está? – pregunte— Hola Noelia, lo siento niña, pero te trai
Iba a girarme para ir a la zona de los ascensores, pero por un momento me quede inmovil, ya que no sabía exactamente en qué planta debía de bajarme, me quede mirando otra vez a la recepcionista, sonriendome ella mientras nos mirábamos— ¿Qué se le ofrece ahora señora? — me pregunto, haciendo que me sintiera más mayor de lo que en realidad era— Perdone, pero no se ha que planta tengo que ir – le dije algo avergonzada— Oh si, perdón, es la planta treinta, cuando salga del ascensor, vaya a su izquierda, allí verá a la asistente del señor Watson — me dijoLe di las gracias, me acerque hasta los ascensores apretando el botón de la planta treinta, cuando paro y baje, segui las indicaciones que me dio la recepcionista acercandome a una mesa donde había una mujer muy elegante y diría que de la misma edad de Cristofer, mirando su portátil— Buenos días, el señor Cristofer Watson, me está esperando en su despacho — le dije— Lo siento, pero las entrevistas con el señor Watson ya terminaron , v
Nos bajamos hasta el garaje del edificio en ascensor, pero yo intente dentro estar bastante alejada de Cristofer, dándome cuenta cuando lo miraba de la sonrisa que tenía en sus labios, como si supiera que aun estaba avergonzada. Salimos del ascensor, cogiendo mi mano Cristofer hasta que llegamos a una preciosa limusina, donde el chofer ya nos estaba esperando con la puerta abierta— Jose, te presento a mi esposa, si yo no necesito la limusina, llevala a donde ella te diga — dijo Cristofer— Si señor, como usted diga, señora encantado de conocerla — me dijo el chofer— Gracias Jose — respondióSubimos los dos, cerrando la puerta el chofer, sentadose seguidamente en el asiento del conductor arrancó el vehículo marchandonos de aquel lugar— Acercate a mi, no voy a morderte — me dijo Cristofer— Na, aqui estoy bien, gracias — respondíPero el, me cogio del brazo poniendome a su lado, rodeando mis hombros con su brazo, cogiendo mi barbilla con su mano para que lo mirara— Noelia eres mi muj
Me quedé de pie enfrente de la cama donde estaba sentado Cristofer mirando aquel dormitorio, sintiendo unos pequeños escalofríos por todo mi cuerpo.— Anda ven princesa — me dijo cogiendo mis manos sentandome a su lado—- Te prometo que nada ha de faltarte, ademas esto sera como una especie de contrato entre tu y yo, si cuando se cumpla quieres divorciarte y marcharte, yo no te lo impediré, te daré tu dinero y si lo deseas quedaremos como amigos solamente — me dijo— De acuerdo, dime que debo hacer entonces, — respondí— Solo ser mi mujer, sobre todo cuando tengamos que estar juntos en cualquier evento o reuniones, y no seas tan vergonzosa, no hay parte de tu cuerpo que no haya visto, — me dijo haciendo que me sonrojara por la vergüenza— Esta bien, hare lo que me pides, pero _____ me calle por un momento— ¿Que quieres? — pregunto Cristofer— Que por ahora si tenemos que dormir juntos, sea solo eso dormir — respondí— Noelia eres mi esposa, me gustaria que cumplieras esa parte — me d
Por la noche, Andreu dijo de ir a cenar a un lujoso restaurante, aunque Christopher no estuvo para nada de acuerdo, su abuela lo convención marchando él y yo al dormitorio para vestirnos, Nada más entrar me quede sentada en la cama, ya que suponía que la única ropa que tenía era la que llevaba puesta, pero Cristofer me sorprendió al abrir la puerta de un gran vestidor que había en el dormitorio enseñándome toda la ropa que me había comprado ese día, sin que yo lo supiera— ¿Qué te parece la ropa?, ¿te gusta? espero haber acertado con tus gustos — me dijo, mientras yo miraba y tocaba la suavidad que tenía cada prenda— Todo es precioso, ¿cómo lo has hecho? no me he dado cuenta de que me habías comprado toda esta ropa — le dije acorralandome el, entre la puerta y su cuerpo, acariciando mi mejilla y la unión de mis pechos— Quería darte una sorpresa, por eso no te he dicho nada, tengo una amiga en una tienda de alto diseño y ella ha elegido la ropa más elegante que tenía para ti, ¿has vi