En el funeral de mis padres, estuvieron mis dos amigas y sus padres, así como algunos conocidos del barrio donde vivíamos, yo estaba completamente destrozada, aunque sabía que ahora tendría que ser yo la que cogiera fuerzas y tratar de vivir, aunque más que vivir era sobrevivir, Mis padres me dejaron solamente el piso que encima era de alquiler, ya que dinero no tenían porque vivíamos solo de la pensión de mi padre y no nos quedaba ni para ahorrar nada mas, solo comer, recibos y el alquiler. Mis amigas quisieron ayudarme, pero más o menos estaban en la misma situación que yo cuando vivían mis padres. Busque desesperadamente trabajo, pero siempre me encontraba con alguna excusa, mientras los gastos y el alquiler se iban acumulando, hasta que un dia que regrese a mi casa después de recorrer casi toda la ciudad buscando trabajo, me encontré con el dueño de mi casa, que me estaba esperando en la puerta
— Hola señor William, ¿cómo está? – pregunte
— Hola Noelia, lo siento niña, pero te traigo malas noticias — me dijo
— ¿Va a subir el alquiler? — le dije sonriendo
— Voy a vender el piso y necesito que en una semana, te marches, debes mucho dinero y no puedo con tus gastos, de verdad que lo siento después de la desgracia que te ha sucedido, pero necesito que desaloje la vivienda cuanto antes — me dijo
— No se preocupe señor William, lo comprendo, procuraré tener todo recogido para cuando tenga que marcharme, gracias por avisarme con tiempo — respondí
— Noelia si pudiera ayudarte, hija lo haría, pero ya sabes como son las cosas, te deseo mucha suerte, creo que te la mereces — me dijo el hombre cuando se marchaba
Entre en mi casa, me fui a lo que fue el dormitorio de mis padres, tumbandome en la cama con una fotografía de ellos dos en mis manos, pegando a mi pecho, llorando como una niña pequeña
— Os echo tanto de menos, ¿porque me dejasteis? os necesito mucho – decía sin cesar de llorar
Al dia siguiente vinieron mis amigas a mi casa para ayudarme a recoger las cosas que eran de mi padres, El padre de Loren se llevó casi todo para dejarlo en el garaje que tenía, mientras lo que quedaba lo dejamos en la entrada de la casa, ya que no tenia ningun sitio mas para guardarlos.
— Noelia ¿que vas a hacer ahora? — pregunto Loren
— Vivir en la calle, no tengo otro sitio donde irme — respondí
— Puedes venir a nuestra casa, hasta que encuentres algo, pero no queremos verte en la calle, no eres una indigente — me dijo Alice
— Os lo agradezco chicas, pero no puedo ahogar más a vuestros padres, ya bastante mal lo están pasando — les dije
— Noelia, ¿no te dio ese hombre una tarjeta? — pregunto Loren
— No se de quien hablas Loren — le dije por un momento, ya que estaba muy confundida
— Ese Cristofer, ese hombre con el que te casaste en las Vegas — respondió
— No quiero ir a verlo, aun siento vergüenza por lo que hicimos los dos esa noche— respondí
— Cariño, no te queda otra, ademas no vas a pedirle limosna, el te podria dar trabajo y vivir tu vida, sin tener que depender de nadie , piensalo por favor — me dijo Alice
— Yo antes de vivir en la calle, hablaría con él, seguro que te ayuda, te dio su tarjeta para que lo llamaras ¿no?, además estais legalmente casados, — me comento Loren
— No se, deja que me lo piense, pero seguramente tendré que ir para hablar con él , ahora mismo estoy destrozada y rota — les dije, abrazandonos las tres,
Al día siguiente me levanté de la cama con más fuerza de la que los días anteriores tenía, ya que debía de solucionar mi problema porque quedarme en la calle no era una solución que me gustara mucho y el tiempo de tener que dejar el piso se iba acercando demasiado deprisa,!! Si ¡¡, debía de llamarlo e ir a su empresa a pedir que me ayudara, aunque tuviera que ponerme de rodillas delante de él pidiéndole a Cristofer ayuda. Después de ducharme, me vesti, con la lenceria mas fina que tenia, una falda corta y una blusa sin mangas de color blanco, resaltando mis atributos, Me puse unos zapatos de tacon alto, deje mi pelo suelto, me pinte con colores no muy llamativos, cogi mi bolso asegurandome de que tenia el telefono, las llaves, marchando de mi casa. Una vez en la calle y con la tarjeta de Cristofer en mi mano, le hice el alto a un taxi, ya que la empresa me quedaba muy lejos y sabia que si iba andando no llegaria a tiempo de verle.
Una vez que el conductor paró enfrente de la empresa de Cristofer, le pague y baje del coche,Me quedé mirando el edificio, llamando mi atención, ya que todo era de cristal, respire hondo un momento y entre en el hall, donde había un mostrador con una muchacha como recepcionista
— Buenos días ¿qué desea? — pregunto
— Vengo a ver al señor Watson— respondí
— ¿Al señor Andreu Watson? — me pregunto, quedandome por un momento sin saber que decir
— O lo que usted desea es ver al ¿señor Cristofer Watson?, perdón son los hermanos Sullivan, trabajan los dos en la misma empresa, ¿a quien desea ver? — volvió a preguntar
— Por favor al señor Christopher Watson — le dije
— ¿Tiene cita con él? — volvió a preguntar
— No, me dejo su tarjeta para cuando necesitara verle — respondí
— Espere un momento señorita, voy a hablar con él, digame su nombre por favor — me dijo
— Noelia Gomez, dígale que nos conocimos en las Vegas, seguro que se acordara de mi — le comente
La recepcionista, cogio el telefono, haciendo una llamada, mirandome algo extrañada, mientras hablaba, hasta que termino y se dirigio a mi
—- Señora, siento haberla hecho esperar, el señor Watson la espera en su despacho .--- me dijo muy nerviosa
Iba a girarme para ir a la zona de los ascensores, pero por un momento me quede inmovil, ya que no sabía exactamente en qué planta debía de bajarme, me quede mirando otra vez a la recepcionista, sonriendome ella mientras nos mirábamos— ¿Qué se le ofrece ahora señora? — me pregunto, haciendo que me sintiera más mayor de lo que en realidad era— Perdone, pero no se ha que planta tengo que ir – le dije algo avergonzada— Oh si, perdón, es la planta treinta, cuando salga del ascensor, vaya a su izquierda, allí verá a la asistente del señor Watson — me dijoLe di las gracias, me acerque hasta los ascensores apretando el botón de la planta treinta, cuando paro y baje, segui las indicaciones que me dio la recepcionista acercandome a una mesa donde había una mujer muy elegante y diría que de la misma edad de Cristofer, mirando su portátil— Buenos días, el señor Cristofer Watson, me está esperando en su despacho — le dije— Lo siento, pero las entrevistas con el señor Watson ya terminaron , v
Nos bajamos hasta el garaje del edificio en ascensor, pero yo intente dentro estar bastante alejada de Cristofer, dándome cuenta cuando lo miraba de la sonrisa que tenía en sus labios, como si supiera que aun estaba avergonzada. Salimos del ascensor, cogiendo mi mano Cristofer hasta que llegamos a una preciosa limusina, donde el chofer ya nos estaba esperando con la puerta abierta— Jose, te presento a mi esposa, si yo no necesito la limusina, llevala a donde ella te diga — dijo Cristofer— Si señor, como usted diga, señora encantado de conocerla — me dijo el chofer— Gracias Jose — respondióSubimos los dos, cerrando la puerta el chofer, sentadose seguidamente en el asiento del conductor arrancó el vehículo marchandonos de aquel lugar— Acercate a mi, no voy a morderte — me dijo Cristofer— Na, aqui estoy bien, gracias — respondíPero el, me cogio del brazo poniendome a su lado, rodeando mis hombros con su brazo, cogiendo mi barbilla con su mano para que lo mirara— Noelia eres mi muj
Me quedé de pie enfrente de la cama donde estaba sentado Cristofer mirando aquel dormitorio, sintiendo unos pequeños escalofríos por todo mi cuerpo.— Anda ven princesa — me dijo cogiendo mis manos sentandome a su lado—- Te prometo que nada ha de faltarte, ademas esto sera como una especie de contrato entre tu y yo, si cuando se cumpla quieres divorciarte y marcharte, yo no te lo impediré, te daré tu dinero y si lo deseas quedaremos como amigos solamente — me dijo— De acuerdo, dime que debo hacer entonces, — respondí— Solo ser mi mujer, sobre todo cuando tengamos que estar juntos en cualquier evento o reuniones, y no seas tan vergonzosa, no hay parte de tu cuerpo que no haya visto, — me dijo haciendo que me sonrojara por la vergüenza— Esta bien, hare lo que me pides, pero _____ me calle por un momento— ¿Que quieres? — pregunto Cristofer— Que por ahora si tenemos que dormir juntos, sea solo eso dormir — respondí— Noelia eres mi esposa, me gustaria que cumplieras esa parte — me d
Por la noche, Andreu dijo de ir a cenar a un lujoso restaurante, aunque Christopher no estuvo para nada de acuerdo, su abuela lo convención marchando él y yo al dormitorio para vestirnos, Nada más entrar me quede sentada en la cama, ya que suponía que la única ropa que tenía era la que llevaba puesta, pero Cristofer me sorprendió al abrir la puerta de un gran vestidor que había en el dormitorio enseñándome toda la ropa que me había comprado ese día, sin que yo lo supiera— ¿Qué te parece la ropa?, ¿te gusta? espero haber acertado con tus gustos — me dijo, mientras yo miraba y tocaba la suavidad que tenía cada prenda— Todo es precioso, ¿cómo lo has hecho? no me he dado cuenta de que me habías comprado toda esta ropa — le dije acorralandome el, entre la puerta y su cuerpo, acariciando mi mejilla y la unión de mis pechos— Quería darte una sorpresa, por eso no te he dicho nada, tengo una amiga en una tienda de alto diseño y ella ha elegido la ropa más elegante que tenía para ti, ¿has vi
Una vez que ya estaba vestida, me quise ir al cuarto de baño para peinarme y pintarme un poco la cara, pero mi esposo me cogio del brazo con su mano inmovilizandome— ¿A dónde crees que vas? — pregunto— Al cuarto de baño, para terminar de arreglarme — respondí— Ven aqui Noelia, quiero que me quites la ropa y me ayudes a ponerme el traje — me dijo fijandome en el gran bulto de ya tenía en su entrepiernaMe acerqué a él, quitando botón por botón de la camisa, fijandome en su duro y marcado abdomen, pasando mis manos por él, mientras me mordía el labio con deseo de lamer y morder. — ¿Te gusta lo que ves? — pregunto sonriendo— Si, tu piel es suave como la de un bebe — le dije mirando sus preciosos ojos verdesDespués de quitarle la camisa, desabroche el cinturón de su pantalón, quitándoselo Cristofer tirándolo por el suelo, baje la cremallera, cayendo enseguida sus pantalones al suelo, Me quedé mirando a Cristofer viendo la sonrisa de sus labios— ¿A qué esperas? no te va a morder —
Subimos a los vehículos los cuatro, viendo que mi esposo estaba muy serio ya que yo me marchaba en el coche con Andreu, pero aunque yo confiaba en él, no confiaba tanto en esa Ana, pero me imagine que no iba a pasar nada entre esa mujer y mi marido en el coche, aunque si que me preguntaba qué sucedió para que los dos se separaran, Así que aprovechando que iba con su hermano sola, me decidi a preguntarle a el.— Andreu, ¿te puedo hacer una pregunta sobre Cristofer y esa Ana? — le comente— Estuvieron comprometidos, pero a unos días de casarse, mi hermano me pillo con ella en la cama, ¿era eso lo que querías saber?, la verdad es que le hice a mi hermano un favor, si no ahora sería el tio mas cornudo de Nueva York — me dijo— Parece que ella aun siente algo por mi esposo, se la ve muy zalamera con el —- respondi— Lo que estás viendo Noelia, es el deseo del dinero de los Watson y la posición de la familia, solamente eso, ¿tu no buscas lo mismo de mi hermano, no? — me pregunto—- No, no s
Me fui nada más entrar en casa al dormitorio, aunque antes me quite los zapatos ya que me dolían los pies y las escaleras que tenía que subir no me iban a ayudar mucho si llevaba los zapatos puestos. Nada más entrar en el dormitorio, le di un portazo a la puerta para cerrarla ya que estaba muy ofendida por la insinuación que me hizo mi esposo.Cuando me iba a quitar el vestido, escuche abrirse la puerta, entrando mi esposo con un vaso de whisky en su mano, sentándose en el sillón que había—- ¿Qué quieres ahora?¿seguir ofendiendo?me voy a dormir, y te agradeceria que tú durmieras en otro dormitorio — le dije— No voy a irme de aquí a ningún sitio, eres mi esposa y quiero verte con la lencería que te he regalado — me dijo mientras le daba un sorbo al vaso— Esta bien, no te vas, vale, me iré yo entonces — le dije acercandome a la puerta, pero me cogió del brazo sentandome encima de él, mirándonos los dos— Lo siento Noelia, no debi de decirte eso, creo que me he pasado un poco contigo
Cristofer ayudó a su abuela a subir al coche, mientras la pobre mujer no dejaba de llorar en todo el camino que nos separaba desde la casa al hospital. Al llegar entramos los tres al hall, acercándose Cristofer hasta la enfermera que se encontraba en el mostrador para preguntar por su hermano Andreu, volviendo a donde estabamos su abuela y yo. — ¿Qué te han dicho hijo?¿Cómo está tu hermano? — preguntó la pobre mujer— Tranquila abuela, ahora vendrá el médico a hablar con nosotros – contestó Cristofer,Estabamos los tres esperando y nerviosos en la sala de espera, cuando vi entrar a una pareja algo mayor, echándose la mujer a los brazos de Cristofer llorando, suponiendo que sería la madre de Ana. acercándose la mujer a donde estaba la abuela, llorando las dos, mientras mi esposo hablaba con el hombre que entró con esta mujer — ¿La familia de Andreu Watson? — escuchamos preguntar, viendo a un médico esperando— Si somos nosotros ¿cómo está mi hermano doctor? — le pregunto Cristofer—