Nos marchamos de aquel local, abrazados mientras seguiamos riendo y bebiendo el champagne que aquel Elvis nos regaló, estuvimos andando un buen rato entrando en uno de los casinos, ya que deseábamos que siguiera la noche. Jugamos una o dos horas en la ruleta, pero no tuvimos suerte, marchandonos hacia la calle donde estaba el coche esperándonos, el chofer con la puerta abierta. Entramos en el vehículo y me quedé mientras miraba las luces que se encendían y se apagaban de los casinos y las luces de neón de los clubs nocturnos, hasta que volvimos a llegar al aeropuerto más borrachos que cuando bajamos. Lo siguiente que paso, lo tengo nublado, solo me acuerdo de que llegamos a una suite, comiéndonos los dos, nuestras bocas, quitandonos la ropa deprisa, tirandome Cristofer a la cama, riendo y bebiendo champagne,
ACTUALMENTE
—- ¿Qué te parece si te quedas a vivir conmigo? yo necesito una esposa y tu seguramente un trabajo ¿que me dices Noelia? — me pregunto Cristofer muy serio
— ¿Estás loco? además tienes que conseguir el divorcio, estabamos los dos demasiados borrachos y no sabiamos que haciamos, soy demasiado joven para estar casada con un hombre de tu edad, ademas que para mi eres un completo desconocido, aunque hubiéramos pasado la noche juntos — le dije
— Ya no soy desconocido para ti, creo que anoche lo pasastes muy bien, los gritos de placer que te saque, no fue un mal sueño, sucedió en realidad, mira te voy a dar mi tarjeta, eres mi mujer Noelia aunque no te guste, pero te daré un tiempo para que lo decidas — me dijo mientras cogía su cartera, dándome una tarjeta que me dejó inerte, al leer su nombre y saber quien era
—Por favor deja que me vaya, mis padres estarán preocupados porque anoche no regrese a mi casa — comente
— Noelia, se mi esposa, no te faltará de nada, además si quieres puedo hacer un contrato matrimonial de un año y te daré diez millones cuando finalice, creo que es una buena oferta la que te estoy ofreciendo
— No, lo siento pero no puedo, adiós Cristofer — le dije acercandome a la puerta de la suite
Después de marcharme de aquella suite, baje en el ascensor hasta el hall, me acerque a donde estaba recepción para que me pidieran un taxi, aunque no pudo la muchacha pedirlo ya que se acercó a donde yo me encontraba un hombre vestido con un traje muy caro y una gorra en su mano
— Señorita Gomez, el señor Watson me ha pedido que la lleve a su casa, por favor acompáñeme — me dijo el hombre
—- No hace falta, dele las gracias de mi parte a su jefe, pero vivo aquí al lado, adiós — le dije marchándome hacia la calle
Aunque le menti al pobre chofer, ya que mi casa estaba bastante lejos, demasiado ruborizada estaba ya sabiendo que me había acostado con un hombre desconocido para mi, como para permitir que el chofer de ese hombre me mirara como si yo fuera una fulana que acaba de dejar la suite de su jefe, no, eso no podía permitirlo. Estuve andando un buen rato hasta que vi, como un taxi se iba acercando a mí, levanté enseguida la mano parando, cuando ya lo tenia a mi lado, subí al vehículo dándole al conductor la dirección de la casa de mis padres, cogiendo varias veces aire para conseguir tranquilizarme un poco, ya que seguía estando muy nerviosa
El conductor paró su coche en la calle, cerca de la puerta de mi casa, antes de bajar le pagué al conductor, baje del coche acercandome seguidamente a la puerta, abri despacio la puerta intentando no hacer ningun ruido, ya que si estaban mis padres durmiendo no quería despertarlos para que no vieran a la hora que llegaba su niña, como ellos me decían. Conseguí llegar a mi dormitorio, quitarme la ropa, cuando empecé a escuchar a mi madre llamándome desde la cocina. Me puse rápidamente el pijama, acercandome después hasta la cocina, viendo a mi madre como estaba haciendo el café.
— Lo habéis pasado muy bien, supongo, por las horas en que tu regresas a casa, ¿no, Noelia? — preguntó muy seria
— Mami,mamuchi, solo ha sido esta noche, sabes que no soy de las que se van todos los días a divertirse — respondió, rodeando los hombros de mi madre con mis brazos, dándole un beso en la mejilla
— Anda zalamera, supongo que estarás muerta de sueño, vete a dormir ya me encargare de tu padre, si pregunta por ti — me dijo mi madre
— Gracias mami, eres la mejor — le dije, dándole un beso cuando me marchaba de la cocina
Me fui a mi dormitorio, pero me era casi imposible dormir, solo pensaba en ese guapo hombre, en Cristofer, en su perfecto cuerpo, su preciosa sonrisa y esos ojos de color verde que me volvian loca, pero lo que esa noche sucedio, no llegaba a acordarme de casi nada, lo tenia todo nublado, pero si el me dijo que me hizo gritar varias veces, supongo que seria cierto, aunque sentia como me molestaba mi entrepierna, no le di ninguna importancia, aunque si que necesitaba una buena y caliente ducha, pero eso lo haria cuando me levantara de la cama, ya que no queria cruzarme con mi padre, era muy distinto a mi madre, el si que hacia muchas preguntas y sabia que primero tenia que descansar y conseguir que el dolor de cabeza que tenia se calmara
Aunque estaba en mi casa y en mi cama, me desperté algo sobresaltada por culpa de una pesadilla, abri los ojos por un momento, mirando todo lo que había a mi alrededor, como si quisiera estar segura de que era mi dormitorio. Me levanté de la cama, me fui de mi habitación hasta el cuarto de baño, al entrar preparé el agua de la ducha, ya que necesitaba que estuviera más caliente que fría ya que necesitaba relajarme, metiendome dentro de la ducha cuando me quite el pijama. Después de ducharme, me tape el cuerpo con una toalla volviendo a mi dormitorio para vestirse, escuchando a los pocos segundos el sonido de mi móvil,fijandome por la pequeña pantalla de que quien me estaba llamando eran mis amigas Loren y Alice— Holy, ¿que tal Noelia con el tío bueno? cuéntanos, Loren está escuchando aquí a mi lado — me dijo mi amiga— Todo bien chicas, nos emborrachamos, me levanté esta mañana con una fuerte resaca — respondí— Pero cuéntanos algo más, ¿te llevó a la cama? el hombre estaba muy bueno
En el funeral de mis padres, estuvieron mis dos amigas y sus padres, así como algunos conocidos del barrio donde vivíamos, yo estaba completamente destrozada, aunque sabía que ahora tendría que ser yo la que cogiera fuerzas y tratar de vivir, aunque más que vivir era sobrevivir, Mis padres me dejaron solamente el piso que encima era de alquiler, ya que dinero no tenían porque vivíamos solo de la pensión de mi padre y no nos quedaba ni para ahorrar nada mas, solo comer, recibos y el alquiler. Mis amigas quisieron ayudarme, pero más o menos estaban en la misma situación que yo cuando vivían mis padres. Busque desesperadamente trabajo, pero siempre me encontraba con alguna excusa, mientras los gastos y el alquiler se iban acumulando, hasta que un dia que regrese a mi casa después de recorrer casi toda la ciudad buscando trabajo, me encontré con el dueño de mi casa, que me estaba esperando en la puerta— Hola señor William, ¿cómo está? – pregunte— Hola Noelia, lo siento niña, pero te trai
Iba a girarme para ir a la zona de los ascensores, pero por un momento me quede inmovil, ya que no sabía exactamente en qué planta debía de bajarme, me quede mirando otra vez a la recepcionista, sonriendome ella mientras nos mirábamos— ¿Qué se le ofrece ahora señora? — me pregunto, haciendo que me sintiera más mayor de lo que en realidad era— Perdone, pero no se ha que planta tengo que ir – le dije algo avergonzada— Oh si, perdón, es la planta treinta, cuando salga del ascensor, vaya a su izquierda, allí verá a la asistente del señor Watson — me dijoLe di las gracias, me acerque hasta los ascensores apretando el botón de la planta treinta, cuando paro y baje, segui las indicaciones que me dio la recepcionista acercandome a una mesa donde había una mujer muy elegante y diría que de la misma edad de Cristofer, mirando su portátil— Buenos días, el señor Cristofer Watson, me está esperando en su despacho — le dije— Lo siento, pero las entrevistas con el señor Watson ya terminaron , v
Nos bajamos hasta el garaje del edificio en ascensor, pero yo intente dentro estar bastante alejada de Cristofer, dándome cuenta cuando lo miraba de la sonrisa que tenía en sus labios, como si supiera que aun estaba avergonzada. Salimos del ascensor, cogiendo mi mano Cristofer hasta que llegamos a una preciosa limusina, donde el chofer ya nos estaba esperando con la puerta abierta— Jose, te presento a mi esposa, si yo no necesito la limusina, llevala a donde ella te diga — dijo Cristofer— Si señor, como usted diga, señora encantado de conocerla — me dijo el chofer— Gracias Jose — respondióSubimos los dos, cerrando la puerta el chofer, sentadose seguidamente en el asiento del conductor arrancó el vehículo marchandonos de aquel lugar— Acercate a mi, no voy a morderte — me dijo Cristofer— Na, aqui estoy bien, gracias — respondíPero el, me cogio del brazo poniendome a su lado, rodeando mis hombros con su brazo, cogiendo mi barbilla con su mano para que lo mirara— Noelia eres mi muj
Me quedé de pie enfrente de la cama donde estaba sentado Cristofer mirando aquel dormitorio, sintiendo unos pequeños escalofríos por todo mi cuerpo.— Anda ven princesa — me dijo cogiendo mis manos sentandome a su lado—- Te prometo que nada ha de faltarte, ademas esto sera como una especie de contrato entre tu y yo, si cuando se cumpla quieres divorciarte y marcharte, yo no te lo impediré, te daré tu dinero y si lo deseas quedaremos como amigos solamente — me dijo— De acuerdo, dime que debo hacer entonces, — respondí— Solo ser mi mujer, sobre todo cuando tengamos que estar juntos en cualquier evento o reuniones, y no seas tan vergonzosa, no hay parte de tu cuerpo que no haya visto, — me dijo haciendo que me sonrojara por la vergüenza— Esta bien, hare lo que me pides, pero _____ me calle por un momento— ¿Que quieres? — pregunto Cristofer— Que por ahora si tenemos que dormir juntos, sea solo eso dormir — respondí— Noelia eres mi esposa, me gustaria que cumplieras esa parte — me d
Por la noche, Andreu dijo de ir a cenar a un lujoso restaurante, aunque Christopher no estuvo para nada de acuerdo, su abuela lo convención marchando él y yo al dormitorio para vestirnos, Nada más entrar me quede sentada en la cama, ya que suponía que la única ropa que tenía era la que llevaba puesta, pero Cristofer me sorprendió al abrir la puerta de un gran vestidor que había en el dormitorio enseñándome toda la ropa que me había comprado ese día, sin que yo lo supiera— ¿Qué te parece la ropa?, ¿te gusta? espero haber acertado con tus gustos — me dijo, mientras yo miraba y tocaba la suavidad que tenía cada prenda— Todo es precioso, ¿cómo lo has hecho? no me he dado cuenta de que me habías comprado toda esta ropa — le dije acorralandome el, entre la puerta y su cuerpo, acariciando mi mejilla y la unión de mis pechos— Quería darte una sorpresa, por eso no te he dicho nada, tengo una amiga en una tienda de alto diseño y ella ha elegido la ropa más elegante que tenía para ti, ¿has vi
Una vez que ya estaba vestida, me quise ir al cuarto de baño para peinarme y pintarme un poco la cara, pero mi esposo me cogio del brazo con su mano inmovilizandome— ¿A dónde crees que vas? — pregunto— Al cuarto de baño, para terminar de arreglarme — respondí— Ven aqui Noelia, quiero que me quites la ropa y me ayudes a ponerme el traje — me dijo fijandome en el gran bulto de ya tenía en su entrepiernaMe acerqué a él, quitando botón por botón de la camisa, fijandome en su duro y marcado abdomen, pasando mis manos por él, mientras me mordía el labio con deseo de lamer y morder. — ¿Te gusta lo que ves? — pregunto sonriendo— Si, tu piel es suave como la de un bebe — le dije mirando sus preciosos ojos verdesDespués de quitarle la camisa, desabroche el cinturón de su pantalón, quitándoselo Cristofer tirándolo por el suelo, baje la cremallera, cayendo enseguida sus pantalones al suelo, Me quedé mirando a Cristofer viendo la sonrisa de sus labios— ¿A qué esperas? no te va a morder —
Subimos a los vehículos los cuatro, viendo que mi esposo estaba muy serio ya que yo me marchaba en el coche con Andreu, pero aunque yo confiaba en él, no confiaba tanto en esa Ana, pero me imagine que no iba a pasar nada entre esa mujer y mi marido en el coche, aunque si que me preguntaba qué sucedió para que los dos se separaran, Así que aprovechando que iba con su hermano sola, me decidi a preguntarle a el.— Andreu, ¿te puedo hacer una pregunta sobre Cristofer y esa Ana? — le comente— Estuvieron comprometidos, pero a unos días de casarse, mi hermano me pillo con ella en la cama, ¿era eso lo que querías saber?, la verdad es que le hice a mi hermano un favor, si no ahora sería el tio mas cornudo de Nueva York — me dijo— Parece que ella aun siente algo por mi esposo, se la ve muy zalamera con el —- respondi— Lo que estás viendo Noelia, es el deseo del dinero de los Watson y la posición de la familia, solamente eso, ¿tu no buscas lo mismo de mi hermano, no? — me pregunto—- No, no s