El pequeño Abelardo seguía estable, pero no se querían confiar había despertado con hambre, Lorenzo, la mano derecha de Abigail ya había ido por una pañalera con sus cosas, ropa, una cobija, pañales y su leche

Abigail le preparo un biberón, el niño se lo estaba tomando mientras jugaba con un piecito, Lukani mando traer a la niñera Carmen para que cuidara del bebé y poder llevar a desayunar a Aby

Vamos a qué desayunes algo Abigail, no es bueno que te mal pases así, estoy seguro que tampoco cenaste

No tengo hambre, además no quiero dejar solo a Abelardo, está muy sensible, si no me ve cerca va a llorar, preferiría quedarme aquí

Anda vamos, de nada le vas a servir a Abelardo débil y sin comer, el niño es muy enérgico, sin energías no lo vas a poder cuidar. -Lukani convenció a Aby por fin

Está bien, pero que sea aquí cerca para no tardarnos mucho. Aby ya se había cambiado de ropa, llevaba puestos unos pantalones negros entallados, unas botas de piso negras hasta las rodillas una blusa bl