SÁDICOCapítulo 17Elisa ScottHabía pasado por demasiadas cosas desde el día que conocí a Maximiliano.Argey, decidió venderme a su jefe mientras que la única amiga que había tenido en toda mi vida, me dejó sola, rota y herida. Las cosas no han salido como las deseo y ver que no tengo la protección de nadie, me hace darme cuenta que estoy a la deriva en este mundo y eso me sigue rompiendo el corazón.Una línea de sangre salió del labio inferior del mafioso llamando así un poco mi atención, sus ojos se encontraban bien abiertos y algo dilatados, los cuáles miré por un par de segundos detenidamente con algo de curiosidad.Mi vista recorrió cada parte de su rostro, entre tanto lograba ver la gravedad los moretones que obtuvo por la pelea con su hermano menor, pero ni aún los golpes horribles en su cuerpo lo detuvieron para no hacerme la vida imposible.Charles, Jacob y Fiorella salieron de aquella enorme habitación dejándome sola con mi verdugo y con este vacío existencial que se había
SÁDICOCapítulo 18Maximiliano MorettiHabían demasiadas cosas en este mundo que no se podían evitar.El cáncer.El destino.La muerte...Sentir los labios dulces y gruesos de Elisa, eran uno de los placeres de la vida que muy poco tenía permitido.Sabía que le estaba haciendo daño desde que me conoció pero era demasiado egoísta para darme cuenta de la realidad.La quería para mí desde el segundo en que mis ojos se posaron sobre ella. Verla sonreír junto a esa amiga suya fue la cosa más hermosa que nunca antes había visto, así que luego cuando Argey me platicó sobre la compra de su virginidad, no dudé ni un solo segundo en dar una fuerte cantidad por ella, aunque en realidad yo quería más
SÁDICOCapítulo 19Elisa ScottEl resplandeciente deseo de mi cuerpo en llamas envuelto por la lujuria en que Maximiliano había empujado mi ser, descendió por mi piel hasta llegar a mi zona de peligro.Sus suaves manos tocaban mis piernas tensando así los músculos que conformaban mi cuerpo. Sus ojos llenos de avaricia quizás por el ahnelo de consumirme por completo, me observaban mientras que sus manos cálidas tocaba mis pechos a su antojo.Odia al italiano con todo mi ser, pero la codicia de sentir una parte de su humanidad me cegaron de una forma tan descabellada que ya no había retorno alguno.Gemí con fuerza, aunque mis dientes quería reprimir mi voz ahogada estrellándose contra mis labios, y aún sabiendo en que lugar estabamos, me dejé fluir con naturale
SÁDICOCapítulo 20Elisa ScottSentí una fuerte corriente atravesar mi cuerpo, en el instante en que mis ojos siguieron el recorrido de los brazos de Maximiliano mientras empujaba mi cuerpo con violencia detrás de él para esconderme antes de que Charles, Jacob y Reece pudiesen verme. Sus tres hermanos gemelos abrieron los ojos al percarse de la escena. El menor de los Moretti, sostenía el pomo de la puerta, mientras que los mayores seguían en shock.Los trillizos se observaron entre ellos y aunque muchas veces escuché que los bebés que nacen de la misma madre al mismo tiempo; tenían una telepatía excepcional y creo que estoy siendo testigo de esta teoría. Los rubios asienten entre risas, como si pudiesen comunicarse sin ni siquiera hablar y decido esconder mi cara
SÁDICOCapítulo 21Elisa ScottChasqueo la lengua mientras sonrío dentro de este maldito lugar. Mis manos se deslizan con salvajismo por mi rostro en el instante en que miles de manera de asesinar a las personas sin tener que matarlas, golpean mi cabeza una y otra vez. ¡Desgraciadas hijas de puta!Golpeé con la punta de mis zapatos la madera gruesa de la puerta que me aislaba de la libertad, pero esta era tan resistente que ni una sola grieta logré hacerle.Busco en los bolsillos de mi chamarra mi teléfono y me burlo de mí misma al percatarme que lo he dejado todo dentro de mi bolso...Que está sobre mi asiento... En mi salón de clases... ¡Fantástico, Elisa, eres la mejor de todas! ¡La mejor estúpida de todas! Miro todo a mi alrededor buscando una form
Tengo veintitrés años y una vida llena de basura por culpa de mi maldita terquedad. Me fui del pueblo en donde vivía con mi padre y su nueva esposa cuando las cosas no estaban saliendo para nada bien para mí.Hui al sentir el vómito subir por mi garganta atacándome para ser expulsado en el justo momento en que Antonio, el hombre que me dio la oportunidad de nacer prefirió creerle a su mujer que a mí.Muchos dijeron que el hermano de Abbie Lee, había quedado en coma por mi culpa y sí, sí era cierto. El maldito intentó aprovecharse de mí y las cosas se salieron de control.Limpio mis lágrimas al entrar al enorme edificio perteneciente a la familia Moretti, mis piernas me dolían, pero sabía o más bien Maximiliano había incrustado en mi cabeza que esta era mi única opción. Él y sólo él era mi salvación.Un par de hombres que trabajan para el mafioso se miraron entre ellos sabiendo quien era yo y que hacía en este lugar.Caminé detrás de ellos con esa misma sensación que sentí el día que c
SÁDICOCapítulo 01Elisa ScottEstá pasando de nuevo.Cerré los ojos al sentir esta extraña sensación recorrer mi cuerpo, la fila de estudiantes para ingresar a la cafetería de la universidad se detuvo en el justo momento en que mis gritos comenzaron a escucharse por todo el lugar.Espabilé al sentir una comezón insistente sobre la piel de mis brazos y solo me detuve al percibir la sangre recorrer mis dedos hasta gotear el piso y mancharlo de color carmesí. Mis compañeras de clase se miraron entre ellas para acto seguido apartarse sin ni siquiera intentar ayudarme.Mis piernas comenzaron a debilitarse y debí caminar como pude hasta una de las mesas del pequeño restaurante para no caer sobre el suelo y hacer mi vida más patética de lo que ya era. Estaba tan aturdida que se me hacía difícil escuchar lo que el profesor de sociología intentaba decirme pero solo lo comprendí cuando una de las enfermeras que trabaja en esta facultad, me tomó con insistencia de uno de mis brazos para llevarm
SÁDICOCapítulo 02Elisa ScottMis ojos recorrieron todo el lugar, intentando buscar a alguien que pudiera salvarme de esto, pero sabía que ninguno lo haría.Zahira agarró el brazo de Argey apenas se dieron cuenta de mi encrucijada, de la cual estaba totalmente difícil de que fuese liberada. Mi mandíbula comenzó a temblar pero apreté las piernas para disimular mi miedo porque lo menos que quería era mostrarme débil delante de este hombre.—Vamos a otro lugar—demandó colocando su mano en la parte trasera de mi cuello, su piel estaba completamente fría logrando así que los vellos de mi piel se erizaran con su mero tacto. Mis pies se enredaban un poco al dar el primer paso pero cuando noté el temor y la zozobra en los ojos de mi mejor amiga, sabía que si algo salía mal esta noche, la única persona que pagaría las consecuencias, sin duda alguna seríamos ella y yo.Me estaba costando respirar, miré como uno de los hombres de aquel sujeto peligroso, tiró del brazo de Zahira para hacerla con