SÁDICO Capítulo 24Elisa Scott🔞Han pasado muchos días desde mi última crisis dentro de la universidad, los rumores sobre mi romance con Maximiliano no disminuyeron con el pasar del tiempo, pero al menos ahora las personas lo pensaban dos veces antes de meterse conmigo gracias a eso.Miranda no volvió a la facultad y como lo prometió Wilson, fue expulsada cuando los exámenes finales estaban a la vuelta de la esquina.Camino hasta los estantes donde las cocineras de los italianos guardan las guardiciones de comida y tomo una pequeña lata de jugo de tomate para preparar unas pastas italianas y llevarlas a la empresa de la familia Moretti, y así darle una sorpresa a Max. Los trillizos junto a Fiorella, se encuentran en una viña de España pasando algunos días de las vacaciones de verano, Mientra que el líder de la mafia siciliana y yo, intentamos llevarnos un poco mejor en el nombre del amor que apenas empieza a nacer entre nosotros.Había pasado por muchas cosas, pero estaba dispuest
SÁDICO Capítulo 24Elisa Scott🔞Han pasado muchos días desde mi última crisis dentro de la universidad, los rumores sobre mi romance con Maximiliano no disminuyeron con el pasar del tiempo, pero al menos ahora las personas lo pensaban dos veces antes de meterse conmigo gracias a eso.Miranda no volvió a la facultad y como lo prometió Wilson, fue expulsada cuando los exámenes finales estaban a la vuelta de la esquina.Camino hasta los estantes donde las cocineras de los italianos guardan las guardiciones de comida y tomo una pequeña lata de jugo de tomate para preparar unas pastas italianas y llevarlas a la empresa de la familia Moretti, y así darle una sorpresa a Max. Los trillizos junto a Fiorella, se encuentran en una viña de España pasando algunos días de las vacaciones de verano, Mientra que el líder de la mafia siciliana y yo, intentamos llevarnos un poco mejor en el nombre del amor que apenas empieza a nacer entre nosotros.Había pasado por muchas cosas, pero estaba dispuest
SÁDICOCapítulo 25Elisa Scott🔞El agarre firme de la mano de Reece rodeando mi brazo con tanta fuerza, que comenzaba a escocerme.El italiano, tiró de mi cuerpo hasta llevarme a uno de los pasillos pocos transitados de la compañía Moretti, sus ojos me observaban con una ira contenida y hasta tuve que sostenerme de las paredes al sentir la energía oscura que brotaba del cuerpo del mafioso.Su mandíbula se encontraba tensa, su respiración era caliente y podía deducir el enojó reflejarse en cada una de sus acciones.—¿Dónde está mi carro?—preguntó sin ni siquiera despegar la mirada de mí.—No sé de qué hablas...—Aparte mi rostro hacia un lado para no observar ninguno de sus movimientos.
SÁDICOCapítulo 26Elisa ScottUn viento helado se coló por la abertura de la ventana, logrando erizar cada vello de mi piel, en el momento en que Maximiliano tomó con fuerza mi muñeca para sacarme arrastras de su habitación.Los empleados se quedaban plasmados al vernos pasar por encima de ellos, mientras que el mafioso, dueño y señor de este lugar, soltaba maldiciones.Sentí como mi cuerpo rebotó con fuerza contra los cojines del sofá en medio de la enorme sala de la residencia Moretti. Mis manos y pies se encontraban completamente fríos y todo empeoró al escuchar a Fiorella gritar el nombre de Reece desconsolada.Charles, bajó a la primera planta de su hogar vuelto un manojo de llanto. No comprendía del todo lo que estaba sucediendo. Hasta hace algunos horas, Ree
SÁDICOCapítulo 27Reece MorettiHoras antes del accidenteAdvertencia: Este capítulo contiene escenas sexuales entre dos hombres. Si por algún motivo este tipo de conducta te incómoda, puedes saltarte esa escena y seguir leyendo lo que sucede después. Una ola de calor envolvió mi cuerpo cuando la voz varonil y tosca de Iñaki, golpeó con fuerza mis oídos.Sus manos rodearon mi cintura y sonreí al sentir los espasmos que cada uno de los roces que dejaba sobre mi cuerpo acalorado por la intensidad que nos unía.—¿Estás seguro de esto?Le pregunté antes de quitarle el seguro a la puerta trasera de mi coche. Ambos estábamos en un callejón oscuro a las afueras de la c
SÁDICOCapítulo 28Elisa ScottPrimer disparo.Pude sentir con claridad la mano de Maximiliano tomar rápidamente mi cabeza para echar mi cuerpo hacia abajo. Los impactos de las balas son tan fuertes que debo tapar mis orejas cuando estos golpean mis oídos dejándome prácticamente aturdida en el suelo.Los tíos del mafioso no dudan ni por un instante devolver el ataque a pesar que se están enfrentando a su propia familia. Mi cabello tapaba mis ojos pero como pude alcancé a ver a Deborah Moretti ser evacuada del lugar.—¡Maldito bastardo!—le gritó el hombre mayor a Maximiliano atacándolo de nuevo con un revolver calibre cincuenta—¡La familia es primero, Maximiliano! ¿Cómo vas a mandar a la mierda tu sangre por un par de piernas?
SÁDICOCapítulo 29Elisa ScottUna pequeña sonrisa se dibujó en los labios de mi ex novio apenas sus ojos lograron cruzarse con los míos.Mis manos inquietas tocaron mi rostro al sentir un hilo de sudor deslizarse por mi frente hasta llegar a mis mejillas, cuando la ola de calor de la ciudad golpeó con agresividad mi pequeño cuerpo.—¿Qué haces por aquí...?—La voz de Noah se quebró cuando realizó el intento de hablar—Estuve buscándote por tanto tiempo y...Me eché hacia atrás cuando dio un paso hacia adelante, cortando así toda posibilidad de contacto entre nosotros. —Estoy de vacaciones con...—Parpadeé un par de veces al ver a los dos enormes hombres que mi cuñado había dejado a mi cuidad
SÁDICOCapítulo 30Maximiliano MorettiEn el pasado jamás necesité algo más que a mí mismo. Crecí viendo la muerte de cerca a pesar de que nunca me faltó el amor de papá a diferencia del de mi madre que vivía alcoholizada la mayor parte del tiempo.Ahora mismo no era capaz de mirar a Elisa a los ojos, y siendo honesto, la rabia me está consumiendo demasiado en este justo instante y creía que si mis ojos se fijaban sobre ella, no dudaría ni un solo momento en ir detrás de Noah y arrancarle la cabeza con mis propias manos.Mi mujer subió las escaleras envuelta en ese orgullo que tanto la caracterizaba y solo por esta vez no hice nada para detenerla a mi lado. Su cabello castaño se perdió de mi campo de visión y caí sentado sobre el sof&aac