SÁDICO
Capítulo 31Elisa Scott🔞
—Tsk...—sentí el dolor de cabeza intenso golpeándome con fuerza, apenas abrí los ojos luego de haber dormido casi toda la noche.El cuerpo de Maximiliano descansaba a mi lado pero parpadeé un par de veces al verlo aún usar la ropa que tenía la noche anterior.Sus botas estaba tiradas en la entrada de nuestra habitación, pero brinqué aterrada al observar una pizca de sangre sobre la suela de estas.Mis manos presionaban mi frente, quizás intentando buscar la forma de deshacerme de este espantoso dolor.Anoche vomité demasiado y la preocupación me llegó de golpe al recordar que hace más de una semana me tenía que haber venido el periodo y hasta el sol de hoy, aún no me ha bajado.BusquéSÁDICOCapítulo 32Elisa Scott¿Qué carajos está sucediendo?La prueba de embarazo que sostenía con fervor en mis manos se ha caído al suelo, cuando la realidad de esta situación me ha golpeado.Fiorella, intenta entrar al baño, pero bloqueo la puerta para que no lo haga. Ahora mismo no estoy lista para enfrentar esta situación.¡¿Qué acabas de hacer, Elisa?! No estoy preparada para ser mamá... Yo... ¿Qué tengo que hacer?¡Tengo miedo!¡Tengo tanto miedo!¿Seré capaz de cuidarlo? ¿Y sí no lo hago bien? Dios... Mis manos me tiemblan tanto por el terror que mi cuerpo está experimentado.Llevo uno de mis dedos hacia mis mejillas para pellizcarlas con fuerza, rogando al cielo que esto sea solo una pesadilla, pero el dolor que recorrer la sensible piel de mi rostro me devuelve de golpe a la realidad.¡Estoy embarazada, maldita sea!—¡Elisa, por Dios! ¡Abre la puerta ahora mismo! Los guardias han informado que mi primo está de vuelta...Mis piernas no me cedían y los mareos que desde hace al
SÁDICOCapítulo 33Elisa ScottTodo está oscuro y en silencio.Mis manos se encuentran atadas contra el espaldar de la silla en donde me encontraba sentada hacia casi dos horas, mientras el ardor de mi cabeza y la boca de mi estómago a medida de que pasaban los segundos se volvían más intensos por mi embarazo.La venda que cubría mis ojos no me permite ver nada, ni siquiera podía mover mis pies, puesto que estos también se encontraban atados con algo demasiado pesado que comienza a roer la piel delgada de mis tobillos.Solo logré oír algunos susurros en italiano y estaba más que segura que ninguna de esas voces pertenecía a mi novio y por ende sabía que Maximiliano no estaba en esta habitación. En pocas palabras, él me creía una traidora y me hab&iacut
SÁDICOCapítulo 34Maximiliano MorettiUn día antes...Mi cabeza gira demasiado y niego ante las palabras que me acababa de decir Reece. Mi hermano ha logrado recuperase con satisfacción pero el accidente le ha dejado algunas consecuencia que si no son tratadas a tiempo podrían traer daños irremediablemente. El rubio observa con ojos saltones a nuestra prima Fiorella y niega hacia mi dirección para que no siga hablando de estos temas tan delicados delante de cualquiera.—¿Cómo está Iñaki?—Pregunto intentando evadir nuestra conservación buscando alguna excusa estúpida para salvaguardar los secretos que por algunos meses hemos intentado ocultar con tanto anhelo.Flor, le cambia el agua a las rosas que el novio de mi hermano le ha traído
SÁDICO Capítulo 35Maximiliano Moretti Lloré amargamente, porque vivía enamorado de la idea de formar un hogar con ella, pero una vez más la vida me golpeó para hacerme entender que los hombres como yo, no tienen derecho a ser felices... Al llegar a Hilton estacioné mi coche lo más lejos del campus en donde mi mujer ni la maldita de Fiorella y Abby Lee lograran localizarme. —Hermano...—Jacob me dio un par de palmadas en la espalda apenas apareció en mi campo de visión—Todo está listo, ¿Qué haremos con Flor? —Mis ojos penetrantes lo observaron para que cayera en cuenta de algo; las leyes de un Moretti son para todos, sin excepción alguna, Fiorella iba a morir. Sentí mi corazón agitarse en el instante en que veo desde una distancia
SÁDICOCapítulo 36Elisa ScottMe duelen los pies y creo que no seré capaz de dar un paso más hacia adelante.Las palabras de Maximiliano me golpean una y otra vez sin piedad haciéndome desfallecer una vez más. Los empleados de la mansión Moretti me observan con lástima y debo impulsarme a mí misma para correr, antes de terminar quebrándome delante de todos ellos.Me siento tan estúpida y tonta por creer que podía cambiar mi destino pero me odio aún más por el hecho de haber dejado que Maximiliano entrara a mi vida e hiciera con ella lo que se le placiera.La brisa fría de la noche cobija mi cuerpo en el instante en que mi pie derecho me saca de la propiedad en la cual fui feliz por algunos meses.Quiero correr y desaparecer de este mundo y ah
SÁDICOCapítulo finalMaximiliano MorettiUn año después…“La sangre de muchas personas luego de intentar asesinar a Jhonny goteaban sin cesar mis pies. Intentaba caminar por un tumulto de cadáveres mientras que mis hermanos trillizos buscaban la forma de salir con vida de esta batalla sin fin.Mamá había escapado con éxito junto a uno de nuestros tíos en el justo momento en que le arrebaté la vida a Fiorella; la niña que había visto crecer y amaba como una hermana, pero que realmente no le importó traicionarme sin piedad.Mi cuerpo se encuentra agitado porque necesito acabar con todo esto; necesito ir a buscar a Elisa y a nuestro hijo y explicarles que hice todo esto para que Jhonny no intentara
SÁDICOEpílogoElisa Scott—¿Estás segura de esto?Asentí al escuchar la voz de Reece mientras que Iñaki intentaba subir la cremallera de mi vestido.Al fondo podía escuchar las risas de Emiliano cada vez que su tío Jacob le provocaba cosquillas en la pancita, mientras que Charles le gritaba obscenidades a alguien por teléfono.Llevaba un par de días sin ver a Maximiliano, ya que para la cultura italiana lo mejor era que los novios no se vieran hasta el día de la boda para así asegurar el amor para siempre entre ellos.Teníamos medio año intentando superar todas las cosas horribles que nos habían sucedido. Jhonny murió de la forma más espantosa posible, y era como si la muerte no le fuese suficiente ver su alma desp
Tengo veintitrés años y una vida llena de basura por culpa de mi maldita terquedad. Me fui del pueblo en donde vivía con mi padre y su nueva esposa cuando las cosas no estaban saliendo para nada bien para mí.Hui al sentir el vómito subir por mi garganta atacándome para ser expulsado en el justo momento en que Antonio, el hombre que me dio la oportunidad de nacer prefirió creerle a su mujer que a mí.Muchos dijeron que el hermano de Abbie Lee, había quedado en coma por mi culpa y sí, sí era cierto. El maldito intentó aprovecharse de mí y las cosas se salieron de control.Limpio mis lágrimas al entrar al enorme edificio perteneciente a la familia Moretti, mis piernas me dolían, pero sabía o más bien Maximiliano había incrustado en mi cabeza que esta era mi única opción. Él y sólo él era mi salvación.Un par de hombres que trabajan para el mafioso se miraron entre ellos sabiendo quien era yo y que hacía en este lugar.Caminé detrás de ellos con esa misma sensación que sentí el día que c