SÁDICO
Capítulo 19Elisa ScottEl resplandeciente deseo de mi cuerpo en llamas envuelto por la lujuria en que Maximiliano había empujado mi ser, descendió por mi piel hasta llegar a mi zona de peligro.Sus suaves manos tocaban mis piernas tensando así los músculos que conformaban mi cuerpo. Sus ojos llenos de avaricia quizás por el ahnelo de consumirme por completo, me observaban mientras que sus manos cálidas tocaba mis pechos a su antojo.Odia al italiano con todo mi ser, pero la codicia de sentir una parte de su humanidad me cegaron de una forma tan descabellada que ya no había retorno alguno.Gemí con fuerza, aunque mis dientes quería reprimir mi voz ahogada estrellándose contra mis labios, y aún sabiendo en que lugar estabamos, me dejé fluir con naturaleSÁDICOCapítulo 20Elisa ScottSentí una fuerte corriente atravesar mi cuerpo, en el instante en que mis ojos siguieron el recorrido de los brazos de Maximiliano mientras empujaba mi cuerpo con violencia detrás de él para esconderme antes de que Charles, Jacob y Reece pudiesen verme. Sus tres hermanos gemelos abrieron los ojos al percarse de la escena. El menor de los Moretti, sostenía el pomo de la puerta, mientras que los mayores seguían en shock.Los trillizos se observaron entre ellos y aunque muchas veces escuché que los bebés que nacen de la misma madre al mismo tiempo; tenían una telepatía excepcional y creo que estoy siendo testigo de esta teoría. Los rubios asienten entre risas, como si pudiesen comunicarse sin ni siquiera hablar y decido esconder mi cara
SÁDICOCapítulo 21Elisa ScottChasqueo la lengua mientras sonrío dentro de este maldito lugar. Mis manos se deslizan con salvajismo por mi rostro en el instante en que miles de manera de asesinar a las personas sin tener que matarlas, golpean mi cabeza una y otra vez. ¡Desgraciadas hijas de puta!Golpeé con la punta de mis zapatos la madera gruesa de la puerta que me aislaba de la libertad, pero esta era tan resistente que ni una sola grieta logré hacerle.Busco en los bolsillos de mi chamarra mi teléfono y me burlo de mí misma al percatarme que lo he dejado todo dentro de mi bolso...Que está sobre mi asiento... En mi salón de clases... ¡Fantástico, Elisa, eres la mejor de todas! ¡La mejor estúpida de todas! Miro todo a mi alrededor buscando una form
Tengo veintitrés años y una vida llena de basura por culpa de mi maldita terquedad. Me fui del pueblo en donde vivía con mi padre y su nueva esposa cuando las cosas no estaban saliendo para nada bien para mí.Hui al sentir el vómito subir por mi garganta atacándome para ser expulsado en el justo momento en que Antonio, el hombre que me dio la oportunidad de nacer prefirió creerle a su mujer que a mí.Muchos dijeron que el hermano de Abbie Lee, había quedado en coma por mi culpa y sí, sí era cierto. El maldito intentó aprovecharse de mí y las cosas se salieron de control.Limpio mis lágrimas al entrar al enorme edificio perteneciente a la familia Moretti, mis piernas me dolían, pero sabía o más bien Maximiliano había incrustado en mi cabeza que esta era mi única opción. Él y sólo él era mi salvación.Un par de hombres que trabajan para el mafioso se miraron entre ellos sabiendo quien era yo y que hacía en este lugar.Caminé detrás de ellos con esa misma sensación que sentí el día que c
SÁDICOCapítulo 01Elisa ScottEstá pasando de nuevo.Cerré los ojos al sentir esta extraña sensación recorrer mi cuerpo, la fila de estudiantes para ingresar a la cafetería de la universidad se detuvo en el justo momento en que mis gritos comenzaron a escucharse por todo el lugar.Espabilé al sentir una comezón insistente sobre la piel de mis brazos y solo me detuve al percibir la sangre recorrer mis dedos hasta gotear el piso y mancharlo de color carmesí. Mis compañeras de clase se miraron entre ellas para acto seguido apartarse sin ni siquiera intentar ayudarme.Mis piernas comenzaron a debilitarse y debí caminar como pude hasta una de las mesas del pequeño restaurante para no caer sobre el suelo y hacer mi vida más patética de lo que ya era. Estaba tan aturdida que se me hacía difícil escuchar lo que el profesor de sociología intentaba decirme pero solo lo comprendí cuando una de las enfermeras que trabaja en esta facultad, me tomó con insistencia de uno de mis brazos para llevarm
SÁDICOCapítulo 02Elisa ScottMis ojos recorrieron todo el lugar, intentando buscar a alguien que pudiera salvarme de esto, pero sabía que ninguno lo haría.Zahira agarró el brazo de Argey apenas se dieron cuenta de mi encrucijada, de la cual estaba totalmente difícil de que fuese liberada. Mi mandíbula comenzó a temblar pero apreté las piernas para disimular mi miedo porque lo menos que quería era mostrarme débil delante de este hombre.—Vamos a otro lugar—demandó colocando su mano en la parte trasera de mi cuello, su piel estaba completamente fría logrando así que los vellos de mi piel se erizaran con su mero tacto. Mis pies se enredaban un poco al dar el primer paso pero cuando noté el temor y la zozobra en los ojos de mi mejor amiga, sabía que si algo salía mal esta noche, la única persona que pagaría las consecuencias, sin duda alguna seríamos ella y yo.Me estaba costando respirar, miré como uno de los hombres de aquel sujeto peligroso, tiró del brazo de Zahira para hacerla con
SÁDICOCapítulo 03Elisa ScottPodía jurar que este era al menos mi lugar seguro en el mundo, pero realmente estaba equivocada. Abbie levantó la comisura de su labio como si me estuviese gritando en la cara que estoy caminado sobre terreno minado que en cualquier momento puede explotar, papá entre cierra los ojos aún sin comprender que es lo que está sucediendo.Su nueva esposa camina con aire de grandeza dando vueltas de aquí para allá quizás buscando las palabras correctas para acabarme en el primer round.—Al parecer tu novio es millonario, ¿No?—soltó con todo el veneno posible—Era de esperarse, ¿Recuerda que en la secundaria algunas de tus compañeras dijeron que salías con uno de los profesores el cual era casado?Papá se acomodó los lentes en silencio al escucharla hablar.—Sabes que eso fue mentira.Me defendí y ella se encorvó de hombros.—Por Dios, Eli, eso pasó hace mucho, ya es tiempo de que reconozcas que en esa época te gustaba andar de... —Cerró los ojos sin dejar de sonre
SÁDICOCapítulo 04Elisa ScottYo en realidad no podía creer lo que mis ojos estaban viendo, el mafioso italiano se volvió a sentar sobre el sofá y temblé al observarlo deslizar su camisa blanca sobre sus hombros mientras que en un abrir y cerrar de ojos introdujo su mano en su entre pierna.Sus párpados estaban apretados y tuve que sostenerme del borde de la cama al notar como su mano derecha subía y bajaban sacudiendo su polla con salvajismo. Los espasmos del orgasmo lo hacían retorcerse sobre su asiento, el mafioso mordía sus carnosos labios dejando así escapar uno que otro gemido.Su miembro era enorme, venoso y tan monstruoso como su propio ego—Termina por mí—Puntualizó sacando su mano húmeda de su pene.—¿Qué haces allí de pie? Ven a hacer tu trabajo, ¿O lo hacemos delante de tu padre?—¿Me estás amenazando?—cuestioné con mi cabeza aún dándome vueltas, mi mentón temblaba a medida de que pasaba los segundos entretanto mi respiración se iba volviendo más pesada. Negué al verlo deja
SÁDICOCapítulo 05Elisa ScottLa brisa fría de la noche nublaba por unos segundos mis sentidos. Noah se detuvo a una distancia considerable para observarme y cuando por fin se dio cuenta que en realidad si soy yo, baja la cabeza y niega.Rompimos de la forma más dramática posible, mamá acababa de ser diagnósticada con cáncer y todas esas cosas empezaron a corroer nuestra relación.Noah fue el primer chico que me gustó en mi vida, nos conocimos en uno de los talleres de verano de nuestra preparatoria y salimos por algún tiempo hasta que todo llegó a su fin.Cerré los ojos al recordar ese día, llovía con tanta fuerza sobre Falls City que muchos de los habitantes comenzaron a especular que el ángel de la muerte estaba triste y creo que era cierto porque mamá casi muere ese día. Estaba tan nerviosa y aunque mi teléfono sonaba y sonaba por las llamadas de mi novio decidí no tomar el teléfono.El agua envolvía mi cuerpo y lo único que quería en ese momento era despertar de aquella horrible