—Realmente haces un buen trabajo aquí —Fabio se detiene tras de mi escritorio y se inclina para mirar el monitor, donde mantengo algunas hojas de vida abiertas, las cuales comenzaba a revisar para luego llamar a los posibles prospectos para trabajar en una firma de abogados—, los clientes están muy satisfechos de tu atención, eliges bien.Tuerzo una sonrisa, a la vez de que trato de ignorar la cercanía que aquel hombre está teniendo conmigo, su respiración choca contra la parte trasera de mi cuello, provocando que los vellos se me ericen.—Solo hago mi trabajo, no pasa nada.—¿Tienes algo que hacer al medio día? Te invito a almorzar —propone al retroceder, me giro en la silla para poder mirarlo.Joder, ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué parecía que Fabio aprovechaba cualquier oportunidad que se le presentase para acercarse a mí? Por lo general, él siempre me veía de una forma distinta, me sonreía con dulzura y por lo general, siempre me traía algo para comer en la mañana.Al principio lo t
—¿Qué te ocurre? Estás muy extraño.Drake me mira, torciendo una sonrisa mientras se dedica a negar con la cabeza.—Jamás, estoy bien, eres tú quien se nota algo nerviosa.—Drake, ¿te das cuenta de que nos conocemos desde que éramos peques? Está más que claro que algo te ocurre, así que anda, suelta la sopa.Un lento suspiro abandona sus labios, mientras se detiene frente a un local desocupado cerca de uno de los centros comerciales que pertenecen a la familia de Kyle, asiente con la cabeza hacia el local, tal y como si lo estuviera autorizando.—Ese es lindo.Y es que le había pedido a que me acompañara a buscar un lugar donde pudiera poner el pequeño restaurante con el que ahora soñaba, él ni siquiera me había preguntado el por qué, muy a pesar de que sabía que ahora tenía un trabajo estable. Pero, lo cierto era que, en verdad ya no quería trabajar más en la empresa de Fabio, había pensado tanto en lo que hablé con Kyle, que al final me di cuenta de que él tenía razón, probablemente
LaylaApoyo mi cabeza contra la pared, cierro los ojos y dejo salir un lento suspiro cargado de pesadez.Mi viaje a Japón me había ayudado para llenarme de paz, pasé algunos días con unos monjes, los cuales me enseñaron a encontrar mi paz interior, con ellos aprendí perdonar y cómo pedir perdón. Quería arreglar mi vida, y, al hacerlo, debía de comenzar con pedir perdón.Sabía que Ximena no tenía culpa alguna de todo lo que había pasado, el único culpable de ello, al final había sido el abuelo, la única persona que presionó a mi padre para hacer algo tan horrible como ello. Luego estaba mi padre, el pobre hombre había estado tan ciego por el poder, que no pensó bien en lo que hacía y aceptó, cometiendo con ello el peor error de su vida.Abro los ojos, tratando de pensar en una solución ante aquel problema, Ximena no quería verme ni en pintura, no creía en mi arrepentimiento, busqué a Drake, con la esperanza de que él pudiese ayudarme, pero al parecer, la chica estaba tan llena de odio
XimenaJamás imaginé que iba a llegar a divertirme con ese par de mujeres, tal y como lo estaba haciendo ahora.Primero fuimos juntas a cenar pizza, mi madre y Layla bebieron cerveza, mientras que yo debí de conformarme con una limonada con hierbabuena, gracias a la gran cantidad de pastillas que aún debía de tomar por el único motivo de cargar el corazón de alguien más.Reímos, hablamos e incluso, Layla había tomado una fotografía de las tres para postearla en las redes sociales, donde ya me había agregado a todas, lo que provocó que sonriera, incapaz de creer en lo fácil que me estaba resultando olvidarme de todo lo que esa chica me había hecho.Y es que, al ver su sonrisa, y en lo sincera que era su mirada, había comenzado a creer que su arrepentimiento era sincero. Después de todo, todos merecíamos una segunda oportunidad.—¡Ya! ¡Estoy lista! ¿Dónde vamos a ir a tatuarnos? —pregunta Layla al dejar la nueva lata de cerveza vacía sobre la mesa.Saco el móvil al sentir la llegada de
Layla —Entonces, al fin has logrado que te perdone —afirma Drake al sentarse frente a mí en la cafetería a la que lo había citado.—Sí, estoy tan feliz —le sonrío, estirando mis manos para tomar las suyas sobre la mesa—, incluso me he reconciliado con mi madre, ahora puedo decir que hemos comenzado a tener una bonita relación, incluso con Ximena, ahora soy capaz de ver en sus ojos un brillo diferente, ya no me odia.—Esa noticia me hace feliz, Layla —repone él al apretar mis manos—, fuiste una bruja, pero has cambiado, y soy de los que opina que todos merecemos una segunda oportunidad. —Gracias por ser el primero en brindarme esa oportunidad —lo miro fijamente, a la vez de que siento como mi corazón comienza a latir de una forma diferente. Drake había sido la primera persona a la que decidí acercarme, tratando de encontrar su perdón, pues, durante todo el tiempo que fingí ser Ximena, me había portado como una completa perra con él, cuando él tan solo había procurado ser una buena p
Me despierto con un horrible dolor de cabeza, llevo una mano hasta mi frente, tratando de controlar la forma en que esta palpita sin parar. Trato de abrir los ojos, pero en cuanto lo hago, el fuerte resplandor del día, me obliga a cerrarlos otra vez.Joder, me había pasado con los tragos, pero, la había pasado tan bien, que me fue imposible lograr detenerme. Bailamos, cantamos, tragos iban y venían, mientras, además, parábamos por ratos solo para besarnos.Tuerzo una sonrisa, sintiendo como aquella enorme felicidad vuelve a invadirme… ¿hace cuánto no tenía una cita tan grandiosa a como la que había tenido anoche? Creo que nunca.Mi vida siempre se había basado en ser la chica perfecta, en ser recatada, bien vestida y portarme como la más educada en los eventos sociales, dejando de lado la diversión pura a como la había tenido al lado de Drake.Mi móvil suena a mi lado, mostrándome la llegada de un nuevo mensaje. Escucho un gruñido a mi lado, a la vez de que una mano rodea mi cintura,
Me tiro a la cama, suspirando sin parar al recordar en todo lo que viví con Drake durante todo ese día. Sus labios recorriendo mi cuerpo, sus manos logrando encender todos los sitios correctos, la forma en que sus pupilas se dilataban cada vez que llegábamos a un orgasmo al mismo tiempo… joder, me había enamorado de ese hombre a ojos cerrados, al punto de, ni siquiera lograr sacarlo de mi cabeza estando sola.Tomo el móvil y busco el número de Ximena, disponiéndome a llamarla para contarle todo lo ocurrido con su mejor amigo, probablemente ella iba a estar feliz, pues, después de todo, Ximena era una de las mejores personas de todo el mundo, aquel tipo de persona que era capaz de alegrarse por los demás.Le doy llamar y pongo el altavoz, para luego colocar el móvil sobre mi pecho, esperando a que mi melliza tome mi llamada, sonriendo como una idiota al darme cuenta que, después de todo, tener una hermana no era malo, de hecho, ahora casi podía verlo como lo mejor que pudo haber pasado
Con gran trabajo, logro abrir el cerrojo de la puerta de mi departamento. Literalmente me siento molida. El día estuvo muy caluroso, y eso y además de que el aire acondicionado no iba muy bien en la agencia de autos en la que trabajo, no ayudó en nada.Prácticamente arrastro los pies al ingresar a mi departamento, los pies me duelen al permanecer entaconada todo el día, yendo y viniendo, observando el trabajo de los vendedores. Tiro mi cartera al sofá para luego tirarme de espaldas tras ella, pegando pataditas hasta arrancarme aquella tortura humana que lucían tan bien en los pies de cualquier mujer.Me rio como loca al sentirme tan recargada, llevar la dirección de aquella agencia no resultaba ser fácil, más cuando muchas veces debía de enfrentarme a tantos hombres que no confiaban en mi trabajo, aun así, lo disfrutaba al máximo, no podía considerar que tuviera un buen sa