La vida esos días estaba transcurriendo de manera normal. Aarón se había quedado con las ganas de poder ver a Viggo, él quería poder cerrar ese gran negocio que tenía entre manos y para el que necesitaba de Viggo y, aunque él no tenía ni idea de Lara.

Había pedido cita con la ceo de la constructora Kovacs, pero le habían dicho que estaba de viaje por el momento. Y es que Lara y Viggo habían hecho un viaje imprevisto. No era para nada descabellado considerarlo ya que los planes que tenían requerían que Viggo no sea encontrado por las personas que ansiaban hacerlo. Y Lara también estaba en la misma situación, ya que sabía que Aarón intentaría encontrar a quien toma las decisiones en la constructora Kovacs.

En un abrir y cerrar de ojos los días habían corrido. La noche del compromiso había llegado y ya todos estaban preparados para tan importante evento.

La flamante prometida no podía más de tanta alegría al estar a punto de convertirse oficialmente en la futura señora Holt, con anillo i