Franco Miller era un hombre de 25 años, al igual que su hermana melliza era sumamente arrogante, déspota y clasista. Él se consideraba un dios ya que todas las mujeres se rendían a sus pies, y los hombres también. Hacía y deshacía a su antojo y poco le importaban las demás personas a su alrededor. Él no había viajado con todos porque tenía sus propios asuntos que resolver. Era malicioso y estaba metido en asuntos un tanto turbios que lo catalogaban como uno de los hombres del bajo mundo de Ciudad A. Sus contactos eran bastante fuertes en ese ambiente y eso lo hacía aún más ambicioso y tiránico con todas las personas que él consideraba inferior y eso era, prácticamente, todo el mundo.Él había viajado en cuanto vio que las cosas se les estaban complicando a los miembros de su familia. Tendría que buscar la manera de ayudarlos, era de público conocimiento que ese matrimonio sería sumamente beneficioso y, a él lo catapultaría a la sima en sus negocios espurios. Ser parte de la familia Ho
Honorato se sentía completamente complacido con la evidente aceptación de esa niña, que pronto se convertiría en su flamante esposa. Su nuevo plan era sumamente tentador. Era momento de llamar a su abogado, debía de preparar todos los papeles, lo primero sería quitar a Viggo de la presidencia de las compañías Holt, esperaba que con eso ese nieto desnaturalizado comprendiera que con él no se juega y viera que no podría vivir como estaba acostumbrado. Los dejaría en la calle a todos, tanto su hijo como su nieto tendrían que pagar el precio de aliarse a esa mujer.Ana seguía, como perro fiel a su lado. Ella esperaba las nuevas órdenes de su futuro marido. Si lo consideraba un poco su condición, en cierta manera había mejorado. No se casaba con un hombre apuesto, pero sí lo hacía con el dueño real de todo, que dejaría en manos de su futuro hijo toda la fortuna, y lo mejor es que el viejo en cualquier momento podría morir y ella quedaría libre para buscar un nuevo acompañante. Sería una viu
Ese día había sido para todos uno lleno de emociones nuevas y algunas sumamente difíciles de procesar.La noche había llegado y ya todos estaban en sus camas, sus mentes los llevaban una y otra vez por las distintas experiencias de ese día. Para todos ellos había sido algo satisfactorio pero por razones diametralmente opuestas.Por un lado Honorato sonreía feliz considerando que en unos días esa hermosa carne fresca dormiría en su cama y que muy pronto le daría un hijo. Uno que formaría a su imagen y semejanza y que sería el encargado de llevar su patrimonio y su legado a los cielos. Ese hijo no sería un débil sentimental, por el contrario sería todo un hombre, tal y como él lo era.Ana, estaba feliz, esa sería una buena manera de vengarse de esa mujer por quitarle a su hombre, sí ella pensaba que Viggo le pertenecía, pero ahora todo lo que él poseía sería suyo y ellos se quedarían en la calle. Poco sabía Ana de la fortuna de los Kovacs y de que ellos jamás dejan a su familia de lado.
En el puesto central de la mesa se encontraba ya sentado Honorato. A su derecha estaba Aarón Miller. Pero lo más sorprendente de todo es que de pie, pero junto al anciano y tomando su mano se encontraba nada más, y nada menos que Ana Miller.Ahora sí que Viggo se sentía confundido en extremo. Esta es una situación que nunca se vio venir. Su aura fría se enfrió aún más. Sentía una incipiente repulsión por esas personas que estaban en ese lugar. La ambición desmedida se dejaba notar en cada gesto de ambos._ Siéntate _ fueron las palabras de Honorato hacia su nieto.Viggo le dio la mirada más desprovista de emociones que pudiera haber existido y obedeció al anciano. El mayor comprendió que su nieto era aún más destacable de lo que hubiera podido sospechar. Era una pena que se dejará dominar por inútiles sentimientos, más aún, que se uniera a esa mujer._ Lo que tengo que decir es breve. Te relevo de tu cargo en esta empresa, ya no tienes permitido siquiera poner un pie en este lugar, ni
Viggo llegó a toda velocidad al lugar en el que se encontraba su esposa. No sabía muy bien quién es el que había atentado en contra de ella, pero sabe que su abuelo no fue. Por el momento ese viejo no hará nada, al parecer tiene otros planes._ Lara hermosa ¿Qué ocurrió? _ dijo el hombre abrazando con delicadeza a su hermosa esposa que estaba siendo atendida en una ambulancia._ Viggo fue espantoso, esa mujer maldita ella…_ se aferraba a él mientras lloraba desconsolada _ Virginia, ella estaba en un charco de sangre, creo que ella… _ no pudo terminar de hablar porque un médico se acercó a la pareja._ Señorita Kovacs… __ Holt, ella es mi esposa…es la señora Holt _ dijo Viggo abrazando con posesividad a una Lara que se quejó un poco por el dolor que tal acto causó._ Lo siento, señora Holt es necesario ir al hospital, debemos revisar su brazo _ dijo el galeno con firmeza llamando la atención de Viggo quien no había notado que este tenía un poco de sangre._ Amiga, te han herido _ fue
Anastasia no pudo evitar derramar gruesas lágrimas de dolor. Ella tenía tantas cosas para decirle a su amiga, pero ¿cómo? Si la otra había sufrido un terrible atentado. Sería tan egoísta de su parte hablar de sus problemas cuando Lara casi muere a manos de esa miserable mujer._ Anastasia…yo estoy bien _ Lara dijo tomando su mano _ quiero que me cuentes qué es lo que te pasa, hace algunos días que te noto extraña._ Yo…creo que estoy embarazada _ soltó casi en un susurro, no sin antes mirar para todos lados y comprobar que estaban solas._ Y ¿eso es malo por…? _ Lara nunca pensó que su amiga estaría tan afligida al estar embarazada del hombre que siempre había amado._ No es malo…es que Fabricio…_La joven comenzó a relatar todo lo vivido esa misma mañana y cómo ahora había salido muy acaramelado en fotos con esa misma mujer. Solo habían pasado un par de horas y ya los estaban fotografiando juntos._ Ani ¿Quién es ella? ¿Viggo no te lo informó? Por lo que me cuentas él también la cono
Anastasia había salido en busca de Viggo ni bien salió de la habitación. Necesitaba decirle algo, pero se encontró con esa escena y ese diálogo que terminó por quebrarla por completo._ Viggo, Lara se…se desmayó, ya llamé a los médicos y quería informarte. Como recién salías de la habitación te seguí…_ dijo la joven que ignoró por completo al otro hombre, ese ya no se merecía que ella le dirigiera la palabra._ ¿Lara? Viggo ¿qué ocurre? ¿Qué haces realmente aquí? _ preguntó desconcertado Fabricio quien pensó que el otro estaba ahí preocupado por la salud de Mina._ Eso Fabricio es algo que ya no es de tu incumbencia, nada que tenga que ver con mi familia lo es _ dijo de manera fría un Viggo Holt que se había transformado por completo._ Ani…_ intentó Fabricio decir algo _ tienes que entender, ella es la hija del hombre que salvó mi vida, se lo debo a él…eso fue todo lo que me pidió y yo ya le fallé, un hombre abusó de ella y ahora…no puedo dejarla sola…tengo que hacerme responsable…Vi
Viggo se trasladaba hacia la salida del hospital, pero antes de cruzar la puerta decidió volver. Quería hacer un encargo antes, una vez hecho partió rumbo a la comisaría.Tenía en ese momento un mar de cosas en la cabeza. Por un lado Lara, habían querido matarla y ella está embarazada lo que significa que pudieron lastimar a ambos; por el otro su hermana, que también estaba embarazada pero de ese idiota de Fabricio, que ahora resulta que se va a casar con Mina. Él aprecia a esa niña, pero en este momento desconfía bastante de ella. Le parece todo muy casual.Llegó al lugar hecho un demonio, era mucho todo lo ocurrido en tan poco tiempo, que estaba seguro de que esa mujer tendría que apaciguar toda su furia._ Al fin llegas _ Adriano lo esperaba en la puerta, pero no estaba solo, con él estaban Baltasar y alguien a quien ese momento hubiera preferido no ver._ ¿Dónde está el idiota de tu amigo? _ fue el saludo de su padre en ese momento._ Hola padre _ fue todo su saludo, no quería dem