Valery, 18 Años Antes

Intenté disimular mi embarazo pero no fue posible cuando se dieron cuenta de que había comenzado a padecer terribles vómitos por las mañanas o al ver algunos alimentos de los que más se consumían en casa.

Ver a James y sentir su fragancia me hizo correr al sanitario, pero cuando había quienes creían que eran los nervios por la inminente boda; fue la propia madre del que sería mi esposo quien llamó al médico para que me examinara.

Mis padres le pagaron a ese médico para que no dijera la causa de mis malestares, pero ¿Cuánto se podía ocultar algo así? Ya tenía alrededor de dos meses de gestación y pronto se me notaría.

-¿En qué estabas pensando? Tenías que llegar virgen a tu m*****a noche de bodas, ¿Tanto te costó mantener las piernas cerradas? ¡DIME!- Mi padre estaba fuera de si al enterarse de mi condición y me habría golpeado si Amber no se interponía entre los dos

-Me enamoré y solo sucedió, no puedo casarme con James. Cancelen ésta absurda boda y déjenme tener a mi bebé tranquila- Pedí intentando que ellos razonaran. Un bebé seguro los alegraría y ellos acabaran amándolo tanto como debían de amarme a mi; más que al dinero y que al estatus social

-¿Tener al bebé? ¿Estás loca? Eso no pasará- Mi madre me golpeó dos veces y de nuevo sentí el sabor de la sangre en mi boca

-Mamá por favor, es tu nieto el que llevo aquí, no puedes ser cruel tu también. Es tu sangre, recapacita por favor- Supliqué sin fuerzas sintiendo como todo se salía más de control sin poderlo evitar

-Te harás un aborto y la virginidad puede resolverse con una cirugía. Haremos eso, ya mismo contactaré al médico para que preparen todo- Mi madre había ideado un gran plan pero sin que yo estuviera de acuerdo

Escucharlos hablar sin tomar en consideración mis sentimientos era lo más doloroso que alguien en mi vida me había dicho; más aún porque ellos eran mi propia familia.

-Les diré a los Ferdinand que debemos postergar la boda un mes por su salud. Nadie lo sabrá- Mi padre culminó su plan y yo solo me sentí aún más derrotada

-No voy a casarme con ese hombre, no me importa cuánto dinero pueda él tener ni tampoco el de su familia. Además ya le dije la verdad

Agité mi teléfono celular y ellos creyeron que yo realmente había contactado al dichoso James para confesarle la verdad. Era mi último recurso para conservar a mi bebé con vida y estaba dispuesta a usarlo.

Mis palabras solo provocaron más a mis padres, pero hay cosas que duelen más que un golpe y eso es cuando alguien inocente debe pagar por algo de lo que no tuvo culpa.

Escapé de mi casa con lo poco que pude reunir y me fui a un cuarto de hotel económico, en el cual ellos jamás me buscarían. Era eso o acabar abortando a mi bebé y probablemente casada con alguien incluso peor que James Ferdinand.

No supe hasta un mes después que la boda se llevó a cabo pero que Amber estuvo en mi lugar. James se veía molesto y mi hermana no podía disimular su temor ante quien era su esposo. La boda fue transmitida a nivel nacional y dió mucho de que hablar porque la novia estaba por cumplir los dieciséis y el novio era bastantes años mayor.

-Solo queremos la felicidad y en bienestar de nuestros hijos. Cuando Amber nos confesó sus sentimientos por James nos sentimos confundidos porque ella aún era menor- Mi madre dió una entrevista a TN News

-¿Usted estuvo de acuerdo con la boda de la menor de sus hijas señor Salvatore?- la entrevistadora comenzó su labor de interrogar a mi padre quien sonreía con falsedad

-James nos convenció de aceptar la boda. El es un hombre intachable a quien tenemos en alta estima y sabíamos que Amber sería feliz con él, por eso fue que aceptamos el compromiso y la boda- ¿Alta estima a James? Será a su dinero

Yo había vendido mi costoso teléfono y hasta cambiado el número para que nadie pudiera encontrarme. Con mi nuevo número le envié un mensaje a mi hermana pequeña, quien fue mi sustituta. Esperaba que James no se atreviera a tocarla sin su consentimiento porque eso me producía terror.

Amber me respondió al día siguiente con un clip de voz en el cual mi corazón se rompió un poco más "Te odio por haberme dejado sola, no sabes lo que fue tener que entregarme a él aunque le supliqué que no me tocara. Olvídate de que existo, no quiero saber de ti en lo que me reste de vida".

Solo me quedó mi bebé por nacer y un sinfín de responsabilidades que no estaba lista para afrontar ni sabía cómo hacerlo.

Inocentemente creí que Demian se quedaría tranquilo al saber que no había abortado y que James se olvidaría de mi.

En las noticias ví al padre de mi bebé con su esposa que tenía más meses de embarazo que yo. Se veía tan enamorado de ella y se mostraba tan cariñoso hasta acariciando su abultado vientre que llegué a sentir lástima por esa pobre mujer engañada que no sabía con quién se había casado.

Había vendido todas mis joyas más preciadas y mi Nana me había transferido sus ahorros para poder subsistir un tiempo más. No estaba lista para sobrevivir, siempre lo había tenido todo y ahora sola tenía que ver por mi misma y por un bebé por nacer.

Creía que podría vivir en paz cuando lograra conseguir algún empleo. Había muchas jóvenes de mi edad e incluso menores que eran capaces de sacar sus hijos adelante solas sin ningún tipo de ayuda y yo no era diferente a ellas.

Logré ir a un control médico en un pueblo cercano y ese fue el primero al que asistí con la tranquilidad de que nadie supiera que lo había hecho. Allí supe que tenía ya cinco meses de embarazo y que estaba esperando una niña a quien había decidido llamar Violet.

Noté que había alguien siguiéndome e intenté escapar del peligro. Estaba asustada y no sabía de parte de quién podría provenir el ataque. Las únicas personas de las cuales sospechaban era del padre de Violet y de quién debía de ser mi esposo y acabó casado con mi hermana. No creía que mi propio padre pudiera estar detrás de mi atentado.

Corrí como pude tocando mi vientre. Una bala rozó mi brazo y después una camioneta negra de la cual dos hombres me introdujeron atacaron a quienes me estaban disparando. Yo estaba en el suelo del vehículo intentando que las balas no me alcanzaran viendo cómo la vida se escapaba de uno de los hombres que me había rescatado.

No sabía por qué me habían salvado pero pronto lo descubriría.

Fui llevada a una casa muy retirada dónde un hombre de costoso traje quien llegó rodeado de hombres armados me visitó.

-Es un placer conocerte al fin Valery Salvatore, veo que te atendieron bien aquí- Su voz era gruesa y su mirada profunda

Ese hombre no me inspiraba ni un poco de confianza así tuviera más años que mi propio padre. Su apariencia era peligrosa al igual que su modo de presentarse.

-¿Quién es usted y por qué me salvó? Si cree que tengo dinero y está esperando que mi familia pague una gran suma por mi, lamento decepcionarlo porque eso no va a suceder- su risa interrumpió lo que planeaba decirle y solo guardé silencio