Morgan

Llegó finalmente la comitiva real, lo primero que sentí fueron náuseas, después ansiedad, luego miedo y por último ganas de vomitar, tenía tanto temor a que me quitaran el liderazgo y se lo entregaran a un alfa cualquiera. Tanto Roger como Arderá, cada uno a mi lado, soportaron todos mis estados de ánimo, cuando por fin bajó el rey Remo de su vehículo, deje de respirar. Él me miró, sonrió y vino directo a mí, me saludó para luego decir que pasáramos dentro, su comitiva se quedo fuera, junto a los vehículos, una vez en la oficina me di cuenta de que no dejó pasar a nadie más, sólo éramos nosotros cuatro. Como era de esperar me dijo que le enseñara todo el plan de trabajo que estabamos ejecutando, lo que habíamos hecho hasta ahora, cómo habíamos trabajado con lo que nos habían dado y en que condiciones recibimos la manada, por lo tanto, nos quedamos un par de horas. Había tanto que mostrar, pero el rey sabía que buscaba por lo que la tarea fue intensa pero amena. Gwen y Anita nos