MorganHabía pasado una noche con mucho dolor una vez más, ese maldito alfa una vez más había estado en una maratón sexual. Hasta llegué a pensar que lo hacía a drede, para lastimar a su compañera, ya que sospechaba de que su lobo sabía que había encontrado su compañera, pero todavía no la podía identificar, tendría que ser un alfa muy malo y cruel para hacer eso, sabiendo que dañaría enormemente el vínculo y también a su pareja que estaba en el otro extremo. Cuando me levanté, me di cuenta de que esta vez no solamente tenía moretones en mi cuerpo, sino que mi cara estaba hinchada, se sentía muy mal y tenía unas ojeras espantosas. Al llegar a la cocina todos jadearon al verme, no podían verme así, en este estado por más que quisiera quedarme en cama a descansar, había mucho que trabajar por lo tanto puse manos a la obra, algo me decía, que ese maldito alfa iba a aparecer nuevamente hoy en nuestra manada.-Morgan creo que te estás extralimitando, tu cuerpo cada día esta peor, podríamos
MorganNo sabía lo que estaba haciendo, realmente esperaba no estar metiendo más las patas de lo que ya había empezado a hacerlo. El desayuno fue tardío, mientras los miembros de mi manada y los guerreros de la manada Darkness hacían los intercambios o las ventas. Yo estaba en una cafetería, esperando una oportunidad, conectada a los demás miembros de mi manada, pero tomando café, con un agradable macho humano, su nombre era William quién trabajaba en el verano en la cafetería de sus padres, para juntar dinero y así poder seguir estudiando la universidad. Estuvimos hablando mucho, sobre los planes de viajes, el mundo ajetreado, libros que habiamos leído, hasta peliculas, era algo realmente fácil hablar con él, me sentí muy a gusto, en un momento sentí que él tomó mi mano, pero no corrieron chispas como pasaría si fuera mi compañero. Milca se agitó un poco, como si le hubiera dado asco pero él espero y solo sonrío. Eso pareció gustarle a mi loba, ya que se concentro en el rostro de Wil
MorganNo podia dar credito a lo que veían mis ojos. Empezando por la puerta de mi casa, que estaba rota y tirada bajo la gran ventana, habia lobos de mi manada como guerreros de la manada Darkness por todas partes.Roger y Ardara estaban furiosos, pero no tanto como un gran lobo plateado que gruñia a todo aquel que se le acercara, dicho lobo había destruido los sillones de madre y todos los muebles que ella había mandado a buscar desde Francia. Si mi madre era muy snob. Ni mencionar las alfombras.A penas entre en la que habia sido mi casa desde que nací, quede sin palabras. A medida que avanzaba los lobos se apartaban, dejandome entrar. Estaba todo roto, desgarrado. Con horror pude ver a algunos guerreros de mi manada y a la misma Ardara lastimados y aun furiosos mirando hacia el lobo, que seguia emitiendo unas vibras de violencia hacia todo aquel que este muy cerca de él.-no te acerques Morgan-decía Roger-aún esta fuera de sí mismo.-¿pero que paso?-pregunte aun asombrada antes t
MorganMi vida es una rutina que nunca acabara, a veces ruego a la diosa luna para que me de algo más de emoción, que decidir que vestido ponerme. Odio los vestidos, pero al ser hija de dos alfas se esperan grandes cosas de mi. No asisto al colegio como la mayoría de lobos de mi edad, a los 17 años me estan preparando para ser una luna, aunque nadie me pregunto si eso es lo que quiero. Soy Morgan Rossi, tengo 17 años y para esta manada soy la hija beta del alfa y la luna, ambos alfas, pero en realidad soy una omega. Mis padres me hacen tomar un té asqueroso cada mes, para que mi escencia de omega sea opacada por una de beta. Cada diía esta planeado por mi madre, la luna Sara de la manada Sunrise, nada es mi desición, ni siquiera que comer.Anoche nos llego la invitación de que el alfa Ammos Mcvoy por fin tomaría una luna, o mejor dicho, tomaría a su luna, no a la puta que tenía antes. Que decirles en el mundo de lo lobos abundan los chismes y mas aun cuando el alfa es tan libertino
MorganEstos ultimos cinco días he estado encerrada en mi habitación, ya que mi madre descubrío a Gwen, dandome un pedazo de su pastel de chocolate. No se que le habrán hecho a esa pobre y amable omega, toda la manada sabe que no deben de darme de comer o hablarme, pero ella se negaba a obedecer. Cinco días solo tomando agua del baño y comiendo una galleta seca que le pasan a través de la puerta. Todas las noches madre viene con guardias a revisar mi habitacíon por posibles infracciones, puedo ver la molestía de estos al obedecer a su luna, pero nadie puede hacer nada. Ha sido unos dias para el olvido.He estado pensando en escapar, ya que en unos días cumplo 18 años y me da terror encontrar a mi compañero en esta manada, mi madre no dudaría en exigir que lo rechace o algo mucho peor. Quizas en esta ascención pueda escapar o pedir asilo en la manada del Alfa Ammos.Los vestidos son espantozos, pero soy excelente en enmascarar mi disgusto frente a madre, ella jamás a intentado contact
MorganDespues de comer el delicioso sándwich, oculté todo rastro, me cepillé los dientes, ventilé la habitación, limpie y termine por ordenar todo, luego preparé mis maletas, perdón, mi única maleta. Así me fui a dormir, con una incertidumbre de lo que se me venía, al día siguiente me levanté una hora antes de que todos se despertaran, me preparé y quedé afuera de la casa de la manada, esperando a que mis padres desayunaran y bajaran, una vez que lo hicieron me informaron de que debería de viajar con ellos en el mismo vehículo pero que me sentara adelante, para que mi olor no los afectara en su ropa, así que estaba sentada adelante con el simpático capitán Roger que iba conduciendo, no me dijo nada solamente me quedo mirando.Mis padres iban atrás, subieron la ventana que nos separaba, ellos iban aislados por lo tanto iba feliz, en eso siento que el capitán saca algo de su bolsillo, veo que es un alfajor sin pensarlo dos veces me lo devoro, de ahí el camino fue mucho más amable. Tend
MorganCómo era de esperar mi madre me mandó a dormir sin cenar, se excuso diciendo a los demás de que había comido mucho en el camino y que me sentía mal. Dijo que si seguía comiendo prácticamente iba a tener que entrar rodando a la ceremonia de Asunción de la nueva luna.Fui al dormitorio que compartíria con una de las guerreras, me quedé ahí, tirada sobre la cama, no fui capaz de quitarme la ropa, hasta que apareció mi madre muy molesta diciéndome que me colocara el pijama que habia comprado para mí y que quedara ahí esperando, que era probable que me fueran a buscar, que si alguien iba a verme tenía que abrirle la puerta, cuando le quise preguntar a qué se refería, mi madre me golpeó.... fue la primera vez que sentí su furia en mí, tenía mi labio partido, pude sentir a los guerreros presentes cómo empezaron a tensar sus cuerpos a ver que mi madre me golpeaba. Como no me moví entonces volvió a golpearme, esta vez en mi mejilla, para luego volver a preguntar:-¿por qué haces esto, p
MorganEran las 10:00 de la noche y seguía con mi pijamas de franela rayas, esperando a que vinieran a buscarme. No tenía hambre, porque había comido gracias a todos los guerreros en el camino. Mi madre sospechaba de que estaba prácticamente famelica y no podría hacer mucho, todavía me rondaban las palabras de Milca, donde me explicaba que madre no era mi madre real. Y eso todavía me había dejado aún más confundida, aunque en el fondo siempre supe que el odio de madre hacia mí no era sano y tampoco natural.-¿estás segura de lo que dices?-le pregunté a mi loba.-sí, no siento que ella sea tu madre, puedo sentir que el Alfa es tu padre pero tu madre no es la luna, esa mujer que vino no se siente como tu madre, no está el lazo que te une a tus padres-explicaba Milca.-oh, eso explica algunas cosas-dije recordando las veces que madre se refirio a mi como la bastarda.-la verdad no entiendo mucho, pero nosotros los lobos podemos sentir el vínculo con nuestros padres, pero tú no tienes nin