— Sí.

De vuelta en la habitación, Matilda llamó para repetir lo que había dicho Tadeo, y Ricardo dijo que reservaría el hotel enseguida.

Matilda dejó el móvil y frunció el ceño.

Debería estar contenta de que Tadeo había aceptado cenar con Ricardo y Aura, así su posición estaría asegurada.

Pero Tadeo era demasiado caprichoso, y quizá al cabo de un tiempo volviera a convertirse en un pervertido.

Así que no podía apostar todas las posibilidades por él.

El bebé de Beata no podría nacer.

A la mañana siguiente, Leonardo dio el alta a Natalie justo cuando la gente del hospital empezaba a trabajar.

Cuando pagó las facturas médicas, una voz sorprendida sonó detrás de él.

—Señor Ramos, ¿qué haces aquí?

Leonardo miró hacia atrás y vio que era Ricardo, su semblante se enfrió al instante y se dio la vuelta.

No le caía bien la gente de la familia López, y aún no había tratado con ellos porque no quería hacerle caso. Si la gente de la familia López se atrevía a molestar de nuevo a Natalie, ¡haría que