—Lo siento, Jaspe. No lo haré. —Davis se incorporó, la tomó del brazo— Es hora de regresar a tu casa. —la llevó a rastras hasta afuera de la habitación.—¿Es una broma, verdad?—No, es una estupidez lo que pensaba hacer. No mereces que te utilice, ni Ben, que yo le haga esto.—¿Utilizarme? ¿De qué hablas Davis?Davis la obligó a subir al auto. Encendió el motor, echó de retroceso y salió de aquel lugar.—¿No vas a responderme? Esto es una burla, me estás humillando.—No es una burla, Jaspe; no quiero hacerte daño. Tienes que entender que amo a Amanda y la razón por la que te traje hasta aquí era porque quería vengarme de tu padre. —guardó silencio para luego develar aquella verdad— Hoy supe que Sara, es mi hija.—¿Qué? —preguntó sorprendida.—Eso mismo dije yo. Hace diecinueve años conocí a Amanda, ella era la enfermera a cargo de Silvia, desde que la ví me enamoré de ella, estuvimos juntos, pero yo estaba comprometido para casarme con Silvia y en ese momento creí que debía s
Finalmente llegó el lunes, todos en la empresa estaban a la expectativa, desde los empleados hasta el resto de los pasantes. Frank seguía un poco preocupado por lo ocurrido, sólo Sara podria librarlo de responsabilidad, mas todo ello dependeria de la reacción de la pelicastaña al saber que tenía cierta cantidad de benzodiacepinas en su organismo. Ben llegó puntualmente como suele hacerlo, los murmuraciones y miradas indiscretas no se hicieron esperar, el CEO, sólo volteó a verlos y en voz alta, dijo:—Todo el mundo a trabajar o me emcargaré de despedirlos yo mismo. —miró su reloj y fue hasta su oficina. Esperaba ver a Sara aguardando por él con esa sonrisa que lo cautivaba.Mas, él no sabía nada de ella desde que estuvo en la clínica y se topó con Amanda. Al entrar y ver que ella no estaba, sintió una opresión en el pecho. ¿No volvería a la empresa? ¿No volvería a verla? ¿Por qué no lo había llamado? La razón por la que Sara no se habia presentado esa mañana era porque el médico le ha
Sara subió al taxi y se dirigió al apartamento donde durante varios días había vivido los instantes más hermosos de su vida. Aunque era una relación oculta, esa clandestinidad los volvía cómplices de su secreto amoe, haciendo que la pareja de amantes se sintieran cada vez más unidos. Entró en el ascensor hasta llegar al noveno piso, cuando las puertas metálicas se abrieron, Sara caminó hasta el apartamento, abrió usando el código que Ben le indicó, entró al lugar. Tal y como lo imaginó al ver el saco gris sobre el espaldar del sofá, supo que Ben al igual que ella había buscado refugiarse en el único lugar donde eran realmente libres para amarse y ser ellos mismos sin temor a nada. Ben creyó oír un ruido, pero no se preocupó mucho, estaba ensimismado y pensativo, no sabía como actuar sin que lo que hiciera perjudicara a su amada. Sara abrió la puerta de la habitación y el pelirrubio se incorporó rápidamente, sobresaltado. No hicieron falta las palabras y las excusas, sólo con mirarse
Ben se sorprendió al ver que Davis venía de frente a él, bajando las escaleras. Considerando que él era el CEO y dueño de la empresa, detuvo a los oficiales y les preguntó sobre lo que estaba sucediendo.—¿De qué se trata esto, detective, por qué detienen a mi socio? — Preguntó con voz firme. A pesar de la forma en que Davis actuó contra él, el día anterior, Ben lo estimaba, sólo que un cambio de opinión repentino estaba por ocurrir.—Buenas tardes Sr Collins. El Sr Anderson debe acompañarnos a la comandancia para rendir declaraciones sobre una denuncia por estrupo que la Srta Jaspe Collins realizó en la mañana de hoy. —¿Qué dice? ¿Mi hija? —El detective asintió y Ben se abalanzó en contra de Davis— Malnacido, como te atreviste a meterte con mi hija —dijo tomándolo del cuello de la camisa y empuñando su mano para golpearlo, los dos oficiales intentaron contener a Ben, trataron de controlarlo mas fue imposible, el puño de Ben se estrelló contra el rostro de Davis. —Deténgase Sr C
Si el inicio de semana había empezado de aquella manera, Sara no imaginaba como serían los días siguientes. Mientras Davis estaba detenido por abuso sexual, su relación con Ben, parecía haberse detenido en aquel encuentro de amor. Era como si su relación estuviese marcada por las dificultades, así de enrevesada e intensa como inició, así prometía terminar. Sara fue resignada a una nueva empresa y esa misma tarde supo que quien había intercedido por ella era Davis; fue muy especial y emotivo para ella saber que a pesar de todo, su padre la apoyaba, aunque ella no lo aceptara aún, la verdad no dejaría de ser verdad, sólo porque ella se negara a aceptarlo. Recibió el email en su correo y lo leyó:“Srta ClarkFavor presentarse mañana a primera hora en Arabian Company. Esperando que su comportamiento dentro de esta empresa no desmerezca la oportunidad que se le ha brindado gracias a la intervención de su jefe, el Sr Anderson.Atte: Peter Cohen. A pesar de que su situación emocional
La semana transcurrió rápidamente. Sara estaba conforme con su nueva experiencia en Arabian Company; Amira Salim sentía mucha simpatía por la pelicastaña, incluso le ofreció la oportunidad de trabajar para ella luego de culminar sus estudios. Algo finalmente parecía mejorar en la vida de Sara. No había vuelto a saber de Ben y tal vez era lo mejor para ambos. La tristeza la visitaba sobre todo durante las noches cuando ella intentaba descansar.¿Cómo podía olvidarse de todo lo que pasó entre ellos? ¿Las noches intensas de pasión? Cada uno de sus encuentros siempre era distinto, algo nuevo aparecía, una nueva caricia, alguna posición, un estímulo diferente, siempre resultaba excitante estar con Ben. Lo extrañaba y necesitaba más que nunca. ¿Volvería a verlo en algún momento? ¡Dios! Sara se negaba a que aquella historia de amor tuviese un final triste.Además de todo los conflictos emocionales que la chica estaba sintiendo, debia sumar a ello, la preocupación por su padre. Quería ir a
Reza el dicho que lo que hagas a otro te lo haces a ti mismo, sea bueno o malo regresará a ti. A pesar de que Erika se sentía victoriosa, había logrado deshacerse de Sara, Davis tendría que vender su parte de la empresa tarde o temprano y ella seguía disfrutando de sus encuentros sexuales con Joseph, la rubia había olvidado un nimio detalle. Pero la vida se encargaría de recordárselo muy pronto.Amanda llegó a la clínica, mientras Sara y Davis se quedaron en el apartamento preparando la cena. —¡Amanda! —la llamó el laboratorista de la clínica. Ella se detuvo y el hombre se acercó a ella.— Te tengo buenas noticias, llegaron los resultados de tu hija, ya sabemos cual fue el medicamento que ingirió. Presentaba una cantidad exagerada de Benzodiacepinas en su organismo, por lo que no pudo ingerirla ella misma. Alguien debió dárselas. Amanda se quedó perpleja con aquella información. —¿Me envías a mi correo una copia del resultado? —Claro, ya te lo paso. Para una madre como ella
—¡Oh por Dios! Realmente no pensé que fuese capaz de hacerle daño a Sara —exclamó Amanda, mientras Davis relataba lo que Frank Cox le había contado.—Ni yo mismo que llevo veinte años conociéndola me imaginé que fuese tan obsesiva. Cuando la conocí era extrovertida, pero eso no significaba que fuese mala, por eso se la presenté a Ben. Sara estaba sorprendida ante aquel plan escabroso que Erika había planeado en su contra; ante el deseo de tener todo lo que deseaba Erika era capaz de asesinar a alguien para obtenerlo. —No sé qué decir, papá. Todo esto me aturde y me llena de ansiedad. —Yo estoy aquí contigo, nada te va a pasar, mucho menos ahora que está detenida, Gianella se ocupará de que no salga de alií durante un buen tiempo. —¿Y Frank? ¿Qué va a pasar con él? —Tendrá que pagar también por lo que hizo, aunque tal vez mucho menos tiempo. Todo lo que hacemos, bueno o malo, tiene consecuencias y lamentablemente él tendrá que hacerse responsable por sus actos.Sara permane