Elena levantó la cabeza temblorosa bajo la mirada burlona y curiosa de la multitud, pálida como una hoja de papel.—¿No es Adriana? —preguntó alguien.—¡Es Elena! —exclamaron otros.La multitud estaba sin palabras.—Lo dije, Adriana es la primera dama de Costa Sol, la señora Torres la mira con otros ojos, yo ya sospechaba que no podía ser ella, alguien capaz de hacer tal cosa, sin duda Elena está entre las principales sospechosas.—¿Cuándo volvió Elena de Madecia a Costa Sol? ¡¿Hay alguien que quiera verla acá?!Al ver a Elena, José entendió la seguridad con la que Adriana lo había invitado a ver el espectáculo, pues Elena estaba llena de arrepentimiento, indignación e incredulidad.También entendió por qué Elena llevaba un vestido similar al de Adriana, probablemente fue ella quien lo planeó todo.—¿De verdad te gusta una mujer así? —preguntó José al girarse hacia Diego, reprendiéndolo.Diego miró al suelo, muy apenado.José lo miró y lo regañó otra vez:—Viendo lo estúpidos que son l
Rafael hizo un gesto con la mano y sus subordinados inmediatamente se acercaron para entregar el video de la cámara de seguridad al personal. Lo proyectaron frente a todosAunque lo que el video mostraba pasó durante el apagón, aún se podían distinguir algunas siluetas.En esa sala, Diego se había quedado sentado detrás del sofá durante todo el tiempo, mientras que Elena estuvo gritando cerca de la puerta hasta que, cuando volvió la electricidad, alguien tocó la puerta, y fue cuando Elena se dio cuenta de que dentro había alguien más, Diego.¡Dios mío...!Después de ver el video de la cámara de seguridad, todos en la sala no pudieron evitar suspirar con desprecio.—¡Dios mío! ¿No dijo Elena hace un momento que, si mentía sobre algo tan serio, perdería su dignidad?—¡Esta mujer es de lo peor! Diego ni siquiera la miró en todo ese tiempo, ¡y ella dice que la acosaron! ¡Y ahora trae a su madre para chantajear al Grupo Torres! ¡Se pasó!—¡Traer a su madre, claramente ya lo tenía todo plane
—¿Lucas me está investigando acaso?Adriana se mostró confundida.Después de tantos años de competencia entre los Grupo López y Blanco, Lucas Blanco debería ya de estar bastante familiarizado con el Grupo López, ¿por qué habría motivo para investigarla? O más bien, ¿qué valor tiene ella para que Lucas ponga tanto empeño en investigarla en secreto?—Seguiré manteniendo la vigilancia. Pero, por ahora, anda con mucho cuidado. —dijo Julia.Adriana no pudo encontrar la clave de la situación por el momento, así que decidió dejarlo de lado por ahora:—Mañana por la mañana voy a la sede de Estilo & Glamour para cerrar el plan de la sesión de fotos. Acompáñame.—Claro.Julia aceptó.La invitación de Estilo & Glamour para que Adriana fuera la portada fue algo muy esperado, y la agencia de relaciones públicas de Julia había estado metida en todo el proceso. El plan ya había sido revisado dos veces y finalmente se podía dar por cerrado.El tema de la sesión es "El Bosque Perfumado", y cuando se pu
Adriana y Julia confirmaron el plan final para la sesión de fotos en Estilo & Glamour, todo iba sin problemas, y al día siguiente comenzaría oficialmente la sesión.El reconocido fotógrafo Alejandro ya había llegado a Costa Sol.A él le gustaba la tranquilidad, por lo que se alojaba en un hotel muy privado. Esa noche, Alejandro estaba sentado en una esquina comiendo en el buffet, mientras que dos chicas en la mesa de al lado chismeaban, sus palabras flotaban hacia sus oídos de vez en cuando.—Escuché que Alejandro Benotti va a colaborar con Estilo & Glamour en esta sesión, ¡va a estar buenísima!—Pero escuché que la modelo será Adriana, ¡eso sí que no me gusta!—Es cierto, esa Adriana no tiene nada de talento, siempre dice una cosa y hace otra. Solo porque su familia tiene algo de dinero se cree la gran cosa. Escuché que es muy estricta con sus empleados. Todo lo que tiene hoy en día se lo debe a la señora Torres, y siempre está enredada en esas luchas de poder que dañan la imagen de l
En ese instante, Adriana sintió a su tacón pisar algo, algo suave...Se asustó un poco, dio un paso rápido hacia atrás y trató de calmarse, antes de gritar:—¡¿Quién carajos está ahí?! ¡Salga a ver!—Tranquila, yo vengo en son de paz.Una voz masculina salía de debajo de la mesa.Un momento después, la tela de la mesa se levantó, y el tipo, se arrastró lentamente arrastrándose y se puso de pie frente a ella. Era alto y delgado, con la piel muy pálida, parecía joven, pero sus ojos estaban muy hundidos. Lo más llamativo era su largo cabello rizado y de color castaño, aunque también tenía una botella de alcohol con la tapa abierta en la mano...Adriana reaccionó por instinto un segundo y pensó: ¿no será Alejandro Benotti?Ese famoso fotógrafo, el genio que desde los 12 años ha estado ganando premios internacionales con sus obras. Ya sea una persona o un objeto, todo lo que pasa por su lente se llena de un brillo único.Alejandro soltó su botella en una mesa cercana, se acercó a la puerta,
—¿Qué quieren pues ahora? —preguntó Adriana, molesta.—¿Viste a un fotógrafo hace un momento? Un tipo de cabello rizado, con gafas —preguntaron los reporteros.—Recibimos un informe que decía que se estaba escondiendo en el cuarto de utilería.Adriana sintió una ola de alivio por dentro. Al parecer, esos reporteros no habían notado nada raro.Aún así, mantuvo su postura y respondió con firmeza:—¿Acaso no les dije antes? Yo nada más estaba descansando, ¿cómo voy a ver a alguien?Los reporteros, decepcionados, asintieron y se prepararon para marcharse. Adriana, sin embargo, tuvo una idea y los paró de inmediato:—¡Un momento! ¿Estás hablando de un hombre de cabello rizado? —preguntó, fingiendo pensarlo.—¡Exacto! —respondieron ellos.—Con cabello rizado color castaño.Adriana continuó pensando en voz alta:—Antes de entrar en esta habitación, creo que vi a un hombre con el cabello rizado pasar por aquí...—¿Dónde fue que lo viste? —preguntaron los reporteros, que se empezaban a emociona
El ascensor bajaba desde el piso 27 hasta el primer piso.Adriana le contó a Julia lo que pasó en el cuarto de utilería, y Julia no pudo evitar comentar:—¡Deberías haber aprovechado pues para amenazarlo! Si no te hacía las fotos, podías revelar que le tiene miedo y pánico a estar en público, que no es el genio puro y perfecto que dicen en los reportajes, que es un borracho y tiene un carácter de mierda.Adriana habló con delicadeza:—¿De qué me serviría destruir a un fotógrafo talentoso?Justo cuando llegaron al primer piso, el teléfono de Adriana comenzó a sonar.Sacó su celular del bolso y vio que era Roberto, el editor jefe. Adriana parpadeó, adivinando lo que venía.—Adriana, de verdad, le pido disculpas, pero... tendremos que pedirle que vuelva, hoy tenemos que seguir con la sesión de fotos según lo planeado... —explicaba Roberto.Adriana sonrió un poco, parecía que el gran maestro Alejandro realmente tenía carácter.Julia también se sentía satisfecha:—Por cierto, el tipo que ac
Torre del Horizonte, estacionamiento.Un auto plateado se sacudía violentamente.El maletero estaba entreabierto.Adriana López se escondía adentro, escuchando los jadeos acelerados de un hombre y una mujer desde el interior del vehículo, sintiendo una profunda angustia en lo profundo de su corazón.Esa noche, sin avisarle a su prometido, había terminado su trabajo antes de lo previsto para volver a casa, había decorado el maletero de su coche con globos y se había puesto a sí misma como regalo. Cojeando de una pierna, con esfuerzo se metió al maletero, sosteniendo en sus manos la edición limitada del tequila que él tanto amaba…Lleno de grandes expectativas, su corazón latió con fuerza cuando escuchó el sonido del auto abriéndose. Pero lo que escuchó con sus propios oídos fue la traición:—Carlos, hoy es tu cumpleaños, ¿no tienes miedo de que Adriana venga a buscarte?—Con ese pleito tan complicado que tiene encima, seguro está demasiado ocupada en Nueva Brisa como para venir por aquí