“Ten cuidado cuando te dejas llevar por un impulso, no todos saben controlarlos”
Respiré con pesar cuando la chica de cabellos rubios se fue corriendo, si bien no era mi intención herirla tanto, solo quiero que se largue de éste instituto de una vez por todas, así ella se ahorra humillaciones y yo tener que aguar la fachada de acosador y sobre todo a Mónica.
Entramos a clases, todo fue más que aburrido, la morena no dejó en ningún momento de mandarme notitas. Es realmente fastidiosa, ni siquiera se porque sigo con ella.
Después de clases subo a mi motocicleta y arranco a mi casa.
La vibración del celular interrumpe mi camino, sacó el móvil de la bolsa trasera de mi pantalón y contesto.
—Tienes una pelea hoy a media noche en el mismo lugar— Era Rigerth de nuevo.
—Allí estaré— . Aclaro y sin decir nada más, cuelgo. No tenia tiempo ni el interés como para preocuparme en ver quién sería mi contrincante. Yo era el ganador siempre.
Al llegar a casa dejé mis llaves y me senté en el sofá, vivía solo, eso me daba paz, yo era quien me encargaba de mi vida, debo decir que la forma en que lo hago, me parece satisfactoria. Tomé una ducha bastante larga para relajar mis músculos, después de eso hice un entrenamiento de rutina, estaba bastante estresado y ansiaba sacar ese estrés con mi oponente.
Comí algo rápido y revisé mi celular, tenía varios mensajes de Mónica.
Los ignoré completamente, ella no me interesaba en lo más mínimo. La única razón por la cual estaba con ella es su puesto en el instituto, un chico popular y con quien nadie se mete. De la misma forma estar con Mónica le brindó más atención.
Llegó la hora de estar en el mismo lugar del evento. Me coloqué mi chaqueta y emprendí camino al lugar.
Desde lo lejos notaba las luces y los autos que estaban estacionados. La multitud no tardó en hacerse presente y aplaudirme, todos aquí sabían que era el rey de las peleas clandestinas.
Estacioné mi motocicleta y bajé de ella.
—Hasta que llegas Hall— Rig estaba algo molesto.
Le di una leve sonrisa a mi representante por así decirlo. La verdad es que él era más que eso, se convirtió en un padre cuando el mío murió.
—Y bien, ¿dónde está el afortunado de pelear conmigo?—. Alardeé.
Rig, me hizo una seña y visualice a un chico no tan alto, esto sería fácil, se notaba que era un novato inexperto.
—Bien que comience la pelea.
Todos empezaron a gritar y hacer un gran círculo entre el chico y yo.
Me apresuré a quitarme la chaqueta junto con la camiseta que vestía.
La pelea comenzó, el chico que ni siquiera me importó preguntar su nombre intentó golpearme varias veces pero solo recibió puños de mi parte. Con un gancho hacía su costado esté cayó al suelo, me acerqué para darle el golpe final pero fue un poco más rápido y logró tirarme al suelo con sus pies, de un segundo a otro lo tenía sobre mí, me dio un golpe que me hizo probar el sabor de la sangre, enojado lo empujé fuertemente, este tocó el piso. Aproveché para incorporarme rápidamente y golpearlos asegurándome de que no le quedarán ganas de volver a ponerse de pie. Al final lo inmovilice, la cuenta regresiva se hizo. Un sonido me hizo saber que había ganado la pelea, el chico estaba en suelo y apenas podía moverse.
Sali del círculo como un ganador, me puse de nuevo mi ropa y recibí el sobre con la paga correspondiente.
—¿Era necesario que lo dejaras hecho m****a?—. Rig se cruzó de brazos.
—Prometí ser el mejor ¿qué no lo recuerdas?— Vacilé mientras intercambiamos miradas.
Sin más rodeos volví a mi casa, a pesar de que varias chicas intentaron conquistarme. Había durado menos de lo previsto pero estaba cansado, no obstante esta noche sentía una sensación extraña. No podía estar tranquilo. Traté de borrar aquello de mi mente, después de una ducha rápida y relajada me adentré a la cama listo para dormir.
Mañana sería un nuevo día en mi vida.
Él sonido de la molesta alarma me hizo levar el trasero del colchón, con pesar me vestí y arreglé para el instituto. Mi labio estaba un tanto partido pero nada que llamara de más la atención.
Desayuno algo de tocino, fruta y huevos. Tomé rumbo al instituto. Al llegar todos me miraban con asombro, de seguro ya sabían de mi victoria ayer por la noche.
—Vaya, volviste a ganar—. La chica plástica me recibió con un fino beso y los demás solo me felicitaron.
La campana sonó y fue tiempo de entrar a las aburridas clases. Ya dentro el profesor empezó a escribir en la pizarra, inconscientemente mis ojos fueron a parar al banco vacío de la becada, tal parece que decidió cambiarse de escuela. Sonreí porque había escogido bien, ella jamás faltaba a clases. De un momento a otro la sesión fue interrumpida por la directora Fergus.
— Buenos días maestra—. Saludó el profesor de geometría.
—Me temo que está vez no son buenos profesor— Regresó la directora.
—Alumnos, estoy aquí para comunicarles una no muy buena noticia—. Nos miramos con duda. De seguro era otra queja de cafetería.
—Es sobre su compañera Dela Mnoticia— y ahí entendí todo, seguro venia a hablar sobre su cambio, ¿pero que tan importante podría ser eso?
—¿La rara se cambio de escuela?
Una de las amigas de Mónica había preguntado, reímos bajo para no molestar a la directora.
—Señorita, por favor, y no, ojalá hubiera sido así, nos dieron la noticia que la joven Dela, se suicidio la noche de ayer en su habitación.
Cuando escuché aquello sentí que mi corazón se paraba por un instante, algunos alumnos sorprendidos gritaron un «Qué» mientras yo estaba con una expresión de duda, no lo podía creer, ella no se había transferido, se suicidó.
—Como lo escuchan, su madre la encontró esta mañana colgada en su cuarto sin signos vitales, se hará una ceremonia por su partida el día de mañana, sin más me retiro, lamento mucho lo sucedido.
La irá e impotencia me llenó el sistema, salí de la clase sin importar las quejas del profesor, caminé por los pasillos hasta ver su casillero.
Estaba lleno de notas con ofensas, por lo que sé ella los quitaba cuando llegaba muy temprano, pero hoy, hoy seguían ahí, los arranqué con furia y los hice añicos.
Golpeé el casillero con los puños lleno de ira. Salí del instituto hacia el gimnasio, necesitaba matar esta culpa, no merecía tenerla, fue una estúpida al hacerlo.
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“Lo más difícil es confiar en alguien que grita desconfianza a su paso”Mert y yo seguimos caminando por el lugar hasta que tuve que usar las alas de mi espalda para pasar un pequeño lago, fue increíble. Cómo si no pesará nada, como si fuesen parte de mí. Me levantaron sin tambalear. De niña cuando miraba el cielo y observaba las parvadas de pájaros, siempre quise saber que se sentiría volar. Hacer del cielo tu hogar. — Bien, detrás de esos árboles está dónde habitan todos los Ángeles, me acompañarás para llevar el registro y ver en que categoría serás añadida—. Estaba algo nerviosa, todo esto era nuevo, es como si estuviera en otro planeta, uno hermoso por supuesto.En el camino no dejaba de observar a mi alrededor, había un sin fin de Ángeles, tenían alas de todos los tamaños, y de todos los brillos posibles. Llegamos hasta lo que parecía ser un escritorio enorme, estaba lleno de archivos donde todos corrían de un lado a otro con papeles en la mano. La mujer
“Lo imposible dejó de ser a simple vista aquello que no puedes creer, para convertirse en un quizá”Esto debía ser una broma, una maldita broma, me importa una mierda que ella se haya quitado la vida, lo que no logro entender es por qué siento esta culpa eminente dentro de mí. Yo no fui el único culpable, y no debería afectarme ya he matado a personas inocentes antes, sin embargo ella era más que inocente, era pura.No sé exactamente cuánto tiempo llevo golpeando el saco de boxeo, mis pulmones arden y una punzada en los nudillos crece con cada respiro.Veo su rostro en mi mente, esos ojos claros tan bellos, esas pestañas grandes y rizadas al igual que su cabello de un color rubio natural.— Mierda. Eres una tonta. ¡¿Por qué?!Un grito sale de lo más profundo de mi garganta. Tengo los músculos tensos.—No quiero saber que te puso de esa forma, pero debes dejar de golpear al pobre saco, solo te lastimas y con ello el material.— Rig no estoy p
"Eres parte de mi vida desde hoy en adelante, pero yo nunca dije que aceptaba serlo"No tenía la mínima idea de que era esto exactamente, estaba en el jardín que está por el campus. Conforme observaba a mi alrededor me sorprendía más, todo estaba lleno de flores, eran muy bellas, la mayoría de mis compañeros estaban vestidos de negro y sentados uno al lado del otro. Me di la vuelta y recibí la vista de una gran fotografía mía, la recordaba perfectamente, ese día Mónica me empujó por las escaleras y me rompí un brazo, fue haces meses.Mi madre y mi padre, podía verlos desde aquí, sus ojos estaban rojos y sus miradas perdidas.«¿Por qué todos están así?» Esa era la pregunta que realmente me hacía, ya había muerto, ya no estaba más la chica becada, tampoco la mala hermana ni hija.
Lo único que deseaba en estos momentos era alejarme de esa chica, estaba muerta.¿Cómo era capaz de ser mi Ángel?Simplemente era absurdo.Divisé mi vista hacía atrás y ella venía volando, perdí el equilibrio por un momento pero está me empujó para que pudiese seguir con el control.No sabía que pensar, en esos momentos lo único que quería era terminar con la amenaza de Pantom, el muy hijo de puta cree que puede vencerme con malas jugadas, ya lo veremos.Aceleró y me estacionó entre calles, veo de reojo a Dela y está tiene una cara de confusión. No le presto la mínima atención y me dirijo hacia la entrada del local. Uno de los hombres de Pantom me obstruye el paso.—Sal de mi camino.Le gruño pero éste solo ríe hace una seña y tres hombres más se acercan hasta donde estamos.—¿Qué es lo que buscas sólo Eidrian? Lo miro con rabia, sabe que puedo noquear fácilmente a sus matones.—¿Tu jefe cree que puede jugar con
“Es complicado curar nuestras heridas pero siempre habrá alguien dispuesto a sanarlas por nosotros”¿Él me estaba pidiendo disculpas?No comprendía a donde quería llegar, no entendía cual era su objetivo.—¿Qué fue lo que dijiste? —No pienso repetirlo Dela.Sonreí, lo hice porque me sentía mucho mejor interiormente.Me acerqué a Eidrian y por alguna razón una capa de paz me envolvióMe junté aún más quedando a unos centímetros.Estaba nervioso, el ambiente era tenso e inabordable .Una enorme necesidad por tocarlo me evadió por completo, lo roce con las manos y él la aparto drásticamente.—¿Qué fue eso?— me había preguntado lo mismo yo. Repetí la acción durando un poco más.Recuperé un poco de mi fuerza, miré mis manos y estás brillaban más.Fijé la vista en Eidrian el también estaba tan impresionado como yo.—Vuelve hacerlo.Tomé firmemente su mano, brillo, era lo que emanaba
“¿Burlarme de la muerte?, No, no necesito hacerlo, es mi mejor amiga y cuando yo quiero me hace favores”Eidrian Hall.El agua caía por todo mi cuerpo, me sentí relajado de inmediato, simplemente era más que difícil aceptar que en tu habitación te estuviese esperando tu Ángel guardián, y sobre todo ese misterioso individuo fuese la chica que se quitó la vida gracias a ti.Por primera vez en muchísimo tiempo sentí un poco de dolor, no era físico si no emocional. Quería que ella me tuviese rencor, odio, pero al contrario se mostraba serena, como si nada de lo que pasó le haya afectado.Cerré la la llave y salí envuelto en una toalla por la cintura, la busqué con la mirada, estaba viendo mi espejo fijamente. Pero ella no tenía ningún reflejo, en cambio éste me reflejaba mi cuerpo solamente, se di la vuelta y agachó la mirada, no entendí por qué, hasta que recordé como me encontraba, me vestí rápidamente ni siquiera supe la razón por la cual no quería incomod
“Empezamos juntos, terminaremos juntos”Eran miles de sensaciones, emociones y recuerdos juntos, sentí dolor, era un dolor inmenso, un dolor emocional y no físico.Tenía el impulso de ver su pasado, de entenderlo mejor, sobre todo saber por qué era tan agresivo, y se había convertido en ese chico peligroso y desafiante. Todos tenemos una historia un por qué en nuestra vida.No lo pensé dos veces, me aproximé hasta dónde se encontraba y lentamente coloqué mi mano extendida sobre su pecho, sentí su corazón latir, lo miré directamente a los ojos.Escena tras otra, recuerdo tras otro, todo en un mismo nivel, todo al mismo tiempo. Fue como si hubiese leído un libro de física con quinientas páginas en menos de un minuto. Era una sensación horrible. De repente un recuerdo duró más tiempo que los otros, éste era más grande, con más sentimiento y una energía triste. Era un niño frente a una mujer recostada en una cama, alrededor de éste solo percibía arrep
“Maldecí mil veces a la vida pero hubo un momento en el que le agradecí por ponerte en mi camino”Eres un imbécil Eidrian.Tiré todo lo que había a mi alrededor, le había contado algo personal a la persona que menos espere hacerlo. Y lo arruinas, fui testigo del dolor de sus ojos, del odio que emprendía de sus labios en cada palabra.No quiero pensar en ella, por dios está muerta, no tiene porque importarme, mi ángel o no, no dejaré que vuelva a doblegarme. Tomo mis cosas y salgo de casa. Mi celular empieza a vibrar y no hago más que contestar.—¿Qué quieres Mónica?— Preguntó de mala forma.—¿Estás bien?, no, no asististe clases— Suena hipócritamente preocupada.Esa chica empieza a desesperarme.—Iré cuando se me de la gana ¿algo más?— Balbuceo.— ¿Qué tal si me doy una escapada y nos vemos en el cine en 20?Tomé el puente de mi nariz, necesitaba distraerme y Mónica era perfecta para eso.— Nos vemos en 20— .C